Me río por no llorar. Me sentía en el programa ese de Cuatro de las citas, pero sin cámaras. Hemos llegado a un nivel de pragmatismo a unas ciertas edades, con unas ciertas problemáticas (las personas) ya a las espaldas, que dejamos el plano sexual a un lado y nos centramos en hablar (tras no salir corriendo y ver que éramos cómo habíamos dicho que éramos, lo de salir corriendo yo, jodido).
Al final es una de esas citas que, en cierto modo, todo el mundo ansía, sanadora, exposición un poco de las mochila, exposición de lo que buscamos, mucha charla, bocata de jamón, unos piquitos de cortesía, abracitos y ..... segunda cita.
j*der, he vuelto a tener 15 años.
PD: Teniendo en cuenta mi estado, que hace salir corriendo a mis parejas, el simple hecho de que se hayan tomado un bocata de jamón y quieran tener una segunda cita sabiendo lo que hay en ciernes .... es un pvto éxito. Porque por supuesto, se come jamón.