Siempre he pensado que es malo combatir una obsesión con otra y el ejemplo más claro de esto es el sentirse "atacado" por la sociedad de consumo y las celebraciones familiares. No falla, es la condición humana, los conversos son los peores: los ex fumadores, los ex "gordos", los nuevos vegetarianos, los acomplejados porque eran pequeñitos y poca cosa, los que tuvieron problemas coronarios leves y terminaron talibanes de la sal, etc. Oye que a mi parece perfecto, es una decisión personal y al que tiene que hacer feliz es al interesado, forma parte de la filosofía del vive y deja vivir que practico. Peeeroooo es que esto NO es así, el que se vuelve obsesivo lo es también con los demás, se siente atacado por casi todo e incómodo en muchas situaciones simples
Y lo más curioso de todo es que el que más flexible puede ser porque es ordenado, meticuloso, sigue un plan de entreno serio y está en forma, suele ser el más talibán. Y no ya porque diga en un momento dado "oye yo no quiero tarta, que me estoy cuidando" y asuma que socialmente va un poco contracorriente, es que encima se siente "atacado". Se siente atacado por la comida y la manera de cocinar de los demás, por sus cantidades, por sus productos, por sus aperitivos, por sus postres, etc. De hecho la mayoría de estas personas termina evitando acudir a estas reuniones siempre que puede. Volvemos a lo de siempre, son decisiones personales de cada uno y a mi no me afecta, pero NO es una manera saludable de pensar. Y menos saludable todavía es transmitir esa obsesión a un niño.
Ya lo ha comentado Jose, la diferencia entre unas generaciones y otras es el nivel de actividad física. Además, añado yo, el de la incorporación de la mujer al mercado laboral y por tanto el de menos madres "antiguas" que "cuidan" la casa y a los hijos. Por tanto el tiempo escasea y también las ganas, por lo que se tira de cosas prácticas y manejables, aquí SÍ influenciados por la industria. Porque el problema no es la fruta, son los zumos industriales. Tampoco la antigua palmera de hojaldre y chocolate que era potente, la de ahora es más aséptica y viene plastificada pero lleva más de todo para que sea atractiva y aguante mucho. Con lo
fácil que es hacer un bocata con jamón serrano o queso curado, una gota de aceite para que aguante algo más jugoso, pues no el personal tira por pan de molde, margarina, fiambre de york, queso de lonchas tipo kraft y arreando, con un brick de batido o de zumo.
Hay que saber vivir en sociedad, forma parte del aprendizaje de la vida. Todos los que en un momento dado nos hemos alejado de las costumbres mayoritarias lo hemos pasado. Por ejemplo los deportistas que en un momento dado decidimos no beber alcohol o
reducirlo al máximo. Algo que sigo manteniendo sin ningún esfuerzo, ahora tampoco me molesta que beban los demás de la mesa. Las frases que recibía eran todas del estilo "note vas a tomar un copazo, ya estás con tu mariconadita (refresco) de verdad no quieres nada, pero cómo te lo vas a pasar bien sin beber!!". Pero jonio no por eso pedíamos acabar con todos los bares de copas ni con la sección de bebidas de los supermercados para acabar con el botellón
Cada vez hay más sitios específicos y especializados para hacer la compra y no tener que pasar por esas pruebas tan difíciles de los pasillos, sobre todo para los ex dependientes

Y no pasa nada por comerte una cuña de tarta pequeña y hacer feliz a alguien en su día, aunque sea un convencionalismo social y demás. Con las cantidades pasa lo mismo, no porque haya mucho en la mesa hay que terminárselo, es una cuestión de personalidad. E insisto, que si tu abuela o tu suegra cariñosa (que las hay) te pone un poco más pues hay que saber negociar, un día ganan ellas y otro tu. En cualquier caso no vas a castigar tu organismo por 500 calorías esporádicas más una vez al mes ni es necesario estar pensando mientras te lo comes con la cara que ponen algunos y algunas de derrotados/estreñidos en los ejercicios que van a tener que hacer luego "para quemarlas" y sentirse "menos culpables"
Dicho esto, coincido en el fondo, los niños deberían dar nutrición y economía desde secundaria, ambas aplicadas a sus vidas de niños y NO de adultos. La nutrición mezclada con la educación física y las actividades deportivas. Pero ojo sin obsesionarles que son niños, no es bueno convertirles en lectores de etiquetas de alimentos ni en contadores de calorías, para eso están los padres. Tampoco es bueno que haya tabúes con ciertos alimentos, podemos crear el efecto contrario tipo "Ley Seca"

Que todos hemos sido niños y hemos tenido amigos a los que sus padres no les permitían esto o aquello, lo que se solía solucionar con solidaridad infantil