Ese año, en plena crisis económica, el Gordo podía asentar la vida de más de una familia.
Esto es porque, según un informe presentado este martes por Anapal (Asociación Española
de Administraciones de Lotería), el suertudo ganador del Gordo podría comprar nada menos
que dos pisos y tres coches. En esa época el precio medio de una vivienda de 80m2 en España
se situaba en torno a los 154.000 euros, según datos de Idealista. Así, un comprador de un
boleto de Navidad podía soñar con poder comprarse un piso para vivir, otro en la playa
y utilizar el resto para hacerse con una flota de tres coches.
Ahora bien, en 2025, ya no solo impacta el impuesto del primer premio, sino que también
hay que tener en cuenta el precio de la vivienda -en máximos históricos- y la inflación
acumulada hasta estos días. Con todo esto tenemos el Gordo menos gordo de la historia.
Desde 2011, año en el que se inmovilizó el premio en los 400.000 euros, la inflación toca un 26%
y la vivienda ha subido un 31%. Hoy, un piso cuesta más de 200.000 euros de media y la cifra
se puede más que duplicar en las principales ciudades y en los centros de las capitales,
allí donde los españoles se están marchando.
Es por ello que con los 320.000 euros que una persona percibe con el primer premio podría
acceder a una vivienda, pero fuera del centro de las urbes, donde los precios son menos altos.
Descontada la inflación, los 320.000 euros serían hoy unos 237.000 euros, casi la mitad de lo que se percibía en 2011.
