Ayer tenía pensado salir con la bici pero cuando acabé de comer estaba tan cansado que me senté en el sofá y me quedé traspuesto. Cuando me desperté ya no me apetecía salir a pedalear y entonces mi señora esposa comentó que le apetecía dar un paseo ya que no había día de playa y yo, como buen marido, le contesté que la acompañaba gustosamente pero en mi mente ya tenía la ruta planeada así que, nos preparamos y allá nos vamos.
Nada más salir de mi casa, como a unos 25 o 30 metros, hay un senderito que nos va llevando ya para arriba así que empezamos por allí la caminata en dirección hacia una aldea en la que una amiga está construyendo una casa para ver si estaba y charlar un rato con ella. Afortunadamente sólo estaban los albañiles así que ya no nos paramos y seguimos nuestro paseo. Hasta esa aldea la ruta pica para arriba pero es en su inmensa mayoría asfalto, quitando el sendero del inicio que no debe tener más de 300 metros, pero a partir de aquí......





El ascenso acumulado total de la ruta fue de 337 m, según el track el comienzo de esa subida coincide con el kilómetro 1,5 y acaba en el 4,2, o sea en 2,7 kms se ascienden unos 268 m de acumulado. En la bici es durillo, de hecho hay un par de tramos en los que tenemos que portearla. Ayer, no daba el sol, incluso había una ligera niebla por las zonas más altas pero la humedad era bestial y el sudor caía a gotones.
Lo mejor de la ruta es que una vez arriba, aunque no es la cima del monte, hay un mirador con vistas espectaculares sobre la ría de Arousa y a partir de ahí es todo bajada, así que, a machacar rodillas y para abajo.
Un detalle simpático es que, a un par de kilómetros de llegar a casa, durante la ruta había mandado alguna fotillo a los grupos de whatsapp de la familia para ver si se anima alguien a acompañarnos algún día



vemos a mi padre unos metros más adelante intentado contesar desde su móvil. También había salido a dar un paseo, pero a sus 77 años, bien llevados, no está para hacer rutas como la de ayer.
Al final, aunque Strava marca 11,72 kms fueron al menos uno más ya que se me olvidó el Forerunner en casa, lo tenía a cargar, y cuando me di cuenta empecé a grabar la ruta con el móvil.
Cuando salí de la ducha me dolían hasta las cachas, así he dormido esta noche que cuando ha sonado la alarma no me lo creía. A ver como se levanta la jefa, que llegó en peores condiciones que yo


