Cada día que pasa me das más repelús Falconetti!
Pedro Sánchez ha encontrado la solución salomónica, y de paso la más beneficiosa para sus intereses, a la
encrucijada navarra provocada tras las últimas elecciones autonómicas del pasado 26-M. El presidente y líder de los socialistas ha trasladado ya la decisión a María Chivite –responsable de los socialistas navarros– de rechazar cualquier acuerdo de Gobierno que incluya la presencia o participación de EH Bildu.
La postura es hábil: no se apoyará a los proetarras, pero no se rechazarán alianzas con Geroa Bai, la marca nacionalista que incluye al PNV en Navarra. Eso sí, esa postura abre la puerta a que tenga que ser la propia Geroa Bai y, por lo tanto, el PNV, la que tenga que apoyar a Chivite como presidenta de Navarrapara evitar que sea la derecha la que gobierne la comunidad foral.
Navarra Suma es el partido que aglutina a UPN, PP y Ciudadanos en esta región: es la alianza de centro derecha que ha conseguido 20 diputados este pasado 26-M y, con ello, tal distancia sobre Geroa Bai, el partido liderado por Uxue Barcos ha logrado 9 diputados, lo que hace demasiado obsceno un apoyo de los socialistas a la actual presidenta Barcos para mantenerla en el cargo. Especialmente porque necesitarían apoyarla activamente junto a EH Bildu.
La única forma de que Barcos siguiera en el puesto de presidenta foral sería con una alianza cruzada entre los 11 diputados de los Socialistas Navarros, los 9 de Geroa Bai y los 7 de EH Bildu. Porque Podemos se ha quedado en 2 escaños y la marca navarra de IU en tan sólo 1. La mayoría absoluta son 26 sillones y, por lo tanto, el cuatripartito que ha mantenido el poder hasta ahora –Geroa Bai, Podemos, EH Bildu y la marca navarra de IU– sólo suma 19 escaños. En resumen, para mantener a Barcos en el poder, el PSN no tiene más remedio que mezclarse activamente en una alianza con los proetarras.
Sánchez ‘maquilla’ su relación con Bildu
Sánchez, en esta tesitura, ha decidido no hacer tan obscenas sus relaciones con el separatismo. Hay que recordar que Sánchez ha gobernado hasta ahora con el
apoyo de EH Bildu en el Parlamento nacional, pero también, como piensa Sánchez, una cosa es recibir sus votos y otra regalárselos.
El dilema navarro es, sin embargo, complejo. Sánchez sabe igualmente que esta decisión de rechazar un pacto cruzado con EH Bildu en Navarra enfadará al PNV. Y es que, como publicó OKDIARIO hace dos semanas, los nacionalistas vascos están dispuestos a
apoyar la investidura de Pedro Sánchez pero no lo harán gratis.
Los nacionalistas vacos han puesto precio a su alianza con el PSOE, y no sólo con exigencias para el País Vasco. También han puesto sobre la mesa la condición de que el PSOE haga lo posible por favorecer que Uxue Barcos y su Gobierno separatista sigan controlando Navarra. Porque, como refleja el Estatuto Vasco que en estos momentos se redacta en el Parlamento del País Vasco, los separatistas no sólo quieren la “
autodeterminación” de esa comunidad autónoma. También quieren una segunda fase de ampliación de su terreno para fagocitar Navarra.
Navarra en el nuevo Estatuto vasco
El PNV lo pidió. Y, lo que es peor, Sánchez lo aceptó. Razón por la que ahora no puede dejar tirados a los de PNV y busca un argumento colateral para, en el fondo, romper su pacto pero con una excusa: el argumento diseñado es que el PSOE acepta cualquier alianza con Barcos, pero no con EH Bildu.
Eso significa que no hay suma posible, a menos que la propia Navarra Suma se una al acuerdo. Puede parecer una locura, pero lo cierto es que UPN y PP ya ofrecieron a la socialista María Chivite su apoyo en la pasada legislatura para gobernar gratis, a cambio de no permitir con su abstención el Gobierno cuatripartito de separatistas, podemitas y proetarras. En aquel momento Sánchez dio orden de rechazar la oferta y permitir ese gobierno encabezado por Uxue Barcos.
Ahora la cosa es distinta a efectos de imagen pública: el PSOE debería votar a favor de un Gobierno pactado con EH Bildu. Y Sánchez no está dispuesto a esa mancha. Especialmente porque pone al PNV en la tesitura de tener queapoyar a la socialista como presidenta si no quiere que gobierne la derecha de Navarra Suma.
El presidente del PNV de Guipúzcoa,
Joseba Egibar, ha iniciado de hecho ya sus presiones ante el temor a que llegase esta orden de Sánchez de bloquear a los proetarras.
En un entrevista en radio, Egibar ha advertido al PSOE de que
hay “tres vértices, y la pregunta es quién necesita a quién y dónde”. El nacionalista ha apuntado que el primero de ellos es la investidura de Pedro Sánchez, que precisa del apoyo del PNV y de los soberanistas catalanes para volver a ser presidente del Gobierno. Y que si no se entrega Navarra a Uxue Barcos no habrá respaldo a la investidura de Sánchez. “Nos necesita, y si quiere negociar, ya sabe que deberá hablar directamente con nosotros y qué cuestiones vamos a poner encima de la mesa”, puntualizó Egibar, quien aclaró que el segundo vértice es Navarra.
