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Cada vez se alquilan viviendas más pequeñas, lo que explica que baje la renta media a pesar de que el m2 está subiendo.
El Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Gobierno central llevan meses defendiendo a capa y espada el
control de los alquileres en las zonas residenciales tensionadas, la medida estrella de la Ley de Vivienda.
Cataluña fue la primera de España en aplicar los topes a las rentas, con una primera tanda de municipios en marzo de 2024 y una segunda en octubre de ese ese mismo año, hasta alcanzar 271 municipios. Y
a la lista se han sumado ahora varias localidades del País Vasco y Navarra -entre ellas las capitales de provincia-, y A Coruña.
La gran referencia que estando utilizando los diferentes niveles de la Administración Pública para poner en valor el éxito de la intervención es Barcelona, donde las rentas medias de las viviendas han bajado en el primer año de aplicación de los topes. Sin embargo, han pasado desapercibidos otros datos que ponen en entredicho esos números. Y lo más curioso es que todas las cifras provienen de la misma fuente oficial: el Servicio de Estudios y Documentación de Vivienda de la Generalitat de Catalunya, cuya estadística se basa en las fianzas de los alquileres depositadas en el Institut Català del Sòl (Incasòl).
Según su estadística, la renta media de los nuevos contratos de alquiler en Barcelona se situó en
1.087,23 euros en el primer trimestre del año -última referencia temporal disponible-, frente a los 1.193,51 euros registrados en los tres primeros meses de 2024, lo que arroja una caída del 8,9% interanual.
No obstante, esta caída tiene una cara oculta: si miramos
las rentas por m2, la tendencia no muestra un descenso, sino una subida en los últimos trimestres. Y, además, la superficie mediana de las viviendas alquiladas se está reduciendo, lo que explica el supuesto ‘efecto caída’ de las rentas.
Como muestra el Servicio de Estudios y Documentación de Vivienda de la Generalitat de Catalunya, el alquiler medio de los nuevos contratos en la capital catalana se situó en
16,19 euros/m2 entre enero y marzo, frente a los 15,88 euros/m2 de los últimos tres meses de 2024. El importe acumula dos trimestres consecutivos al alza y está en su
nivel más alto de los últimos 12 meses y el cuarto más alto de la serie histórica.