En el recuerdo se quedó.
Ya nada es lo que era.
Aquí la madera la ha traído el camión que recoge los muebles viejos y para colmo luego vienen los de protección civil a hacer el paripé y no dejar que la gente se arrime a la hoguera, como si el calor que desprende te dejara arrimarte, vamos, que somos gilipo... y precisamos que nos cuiden.
Yo ya, asqueado, ni salgo a verla. Es mas, acabarán de encenderla.