La participación de Yamaha en la Fórmula 1 se remonta a finales de los años 80 y principios de los 90, cuando la empresa desarrolló motores de alto rendimiento para varios equipos de Fórmula 1. Si bien no tuvo tanto éxito como algunos de sus competidores, las contribuciones de Yamaha al deporte fueron notables por su innovación y su enfoque de ingeniería único.
Uno de los motores más reconocidos de Yamaha en la F1 fue el OX99 V12, un motor V12 de 3,5 litros de aspiración natural diseñado para la temporada de 1991.