El cañón Gustav, construido por la compañía Krupp en 1941, es posiblemente el arma más grande jamás fabricada. Pesando 1.350.000 kg, con una longitud de 47 metros y un calibre de 800 mm, este cañón ferroviario era capaz de disparar proyectiles de 7.000 kg a una distancia de hasta 37 km. Para transportarlo, se necesitaban 25 vagones reforzados y 1.400 hombres, y una vez en su posición, entre 3 y 6 semanas para ponerlo en funcionamiento.