Tóloyen
Clan Leader
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Negativo. Ser anti-este-sistema no es ser antisistema. El anarquista no quiere estado. Yo quiero otro estado.El antimonárquico republicano es, en su origen, otra estafa, y en búsqueda de más personas que suscriban el cambio de las reglas de juego, sin definir cuáles son las nuevas reglas, se especializan en la desestabilización social para finalmente, no llegar a ningún sitio.
En definitiva, ni parriba ni pabajo.
Tú opción pre república cultural antisistema es otro partido, partidocracia, el 15M, una tienda de campaña en la plaza del pueblo.
Lo de que no sabemos qué proponemos es falso. Lo he dicho tantas veces, que no sé cuántas más son necesarias para tenerlo claro:
Elegir a un diputado de tu distrito en una votación. Puede estar dentro de un partido político o no. Cualquier persona con una poca decenas de apoyos se puede presentar en cada distrito.
El pueblo elige al presidente del gobierno en elecciones separadas. El presidente no le va a deber el puesto a ningún PNV o Junts.
El poder judicial es autónomo, elegido por el propio mundo judicial (no sólo jueces, sino también abogados en ejercicio, fiscales, secretarios judiciales...).
Eso es separación de poderes.
Y por otro lado, mandato imperativo con posibilidad de revocación. Si el diputado incumple su programa con su distrito electoral (promete A y hace b):
- cualquier ciudadano denuncia y, si el juez ve probada la traición, se va fuera y entra el segundo.
Sí unos pocos cientos firman para echarlo porque lo está haciendo mal, los votantes de ese distrito vuelven a votar si sigue o se le echa.
Y si el presidente del gobierno incumple su palabra, ídem. Por un lado el juez puede ver si se ha cumplido lo prometido o se ha hecho lo contrario, y en vez de que unos cientos del distrito voten si se le ratifica o no, serán los diputados, representando a la nación, los que votarán si se le echa al presidente y se convocan nuevas elecciones: esto es una moción de censura, con cada diputado respondiendo antes su distrito de lo que vota.
Claro, tendrían que cuidarse mucho todos de qué prometen, porque será como los contratos: vinculante.
La democracia no es un cheque en blanco cada cuatro años sino elegir, controlar y, si no cumplen, deponer a la persona que te representa.
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