Hoy salida abortada, o media salida, como lo queráis ver. Nuestras rutas, el 99 % de las veces, empiezan cuesta arriba y hoy no iba a ser diferente.
Ya en las primeras rampas he notado que no iba fino, para colmo, en un repecho he metido el piñón de 42 e iba como intentando cambiar a otro, el típico ruido de la cadena que no engancha bien. Quiero bajar al 36 y no baja así que subo al 50 y luego sí que bajaba.
Se acaban los repechos tocapelotas y empezamos subida continua, nuestra amada Portela pero, si el martes subí de cháchara a un buen ritmo, hoy las piernas, los brazos, la espalda, todo me molestaba, no encontraba un ritmo, era como si todo el cansancio de esta semana se hubiera concentrado hoy. He seguido hasta arriba porque ya estaba en el ajo y porque, a veces, parece que el cuerpo recupera con el tiempo las sensaciones aunque hoy no ha sido así.
Hemos parado en una fuente, me he puesto el chaleco cortavientos y los manguitos, hoy han bajado las temperaturas y son unos 10 km de descenso hasta casa.
Los colegas han seguido a darse la pechada que tenían pensado y yo para abajo. Eso sí, he tirado lo mínimo por asfalto, el problema es que después de las lluvias de este invierno la bajada divertida que suelo hacer desde allí ahora, además de divertida, es peligrosa por la cantidad de piedras sueltas y surcos profundos que hay, pero bueno, con cuidado se baja sin mayores problemas.
Al llegar abajo he seguido bordeando la costa por unos caminos que hay y ahora sentado delante del pc contándoos mis desventuras matutinas.
Espero que el domingo que viene me encuentre mejor porque es la ruta a la que vamos, la I Ruta Terras de Barbantia.