Para aclarar dudas, La Voz De Galicia:
El exceso de velocidad provocó el siniestro mortal de Toques
Cuatro de los cinco ocupantes, todos de Friol, perecieron en el accidente. El conductor ha sido dado de alta hoy tras pasar un periodo en observación.
Cuatro de los cinco ocupantes, todos de Friol, perecieron en el accidente tras una noche de fiesta en Melide
Fecha de publicación:
23/3/2009
Hora:
Actualizada a las 11:38 h
Es una combinación explosiva que en demasiadas ocasiones acaba en tragedia: jóvenes, coches de gran cilindrada y noches de fiesta. Estos tres componentes se unieron ayer en el accidente que le costó la vida a cuatro vecinos de Friol de entre 27 y 30 años que viajaban en un BMW recién estrenado y de más de 200 caballos de potencia, cuyo coste en el mercado supera los 42.000 euros. El vehículo se salió de la calzada poco después de las siete de la mañana debido al exceso de velocidad cuando el grupo regresaba de una noche de fiesta en Melide. El único superviviente es el conductor, José Antonio Abeledo Gallego, de 29 años, también de Friol, propietario del turismo y que ha sido dado de alta hoy -según informa la agencia EFE- tras permanece ingresado en observación en el Clínico de Santiago. En ningún momento se temió por su vida.
Según las declaraciones de la concejala de Asuntos Sociales del municipio lucense, Isabel Garcia Pacín, que habló con la madre de Abeledo, es consciente de todo lo que ocurrió y se encuentra «muy mal anímicamente».
Las víctimas
Las víctimas son José Ramón Serén Loureiro, trabajador de una cantera, de 29 años; Javier Darriba Arias, empleado de una tienda de repuestos para coches, de 27; José Manuel Rebolo Baamonde, trabajador de Monbus, de 25; y José Ángel Serén López, mecánico, de 28 años. El herido está empleado en una cantería y es camionero.
Todos regresaban de celebrar un cumpleaños en Melide. Pasadas las siete, decidieron volver a sus casas por una sinuosa carretera secundaria que conduce a Friol. El vehículo se salió de la calzada a causa de la velocidad en una curva de la parroquia de Brañas, en Toques, y recorrió unos 50 metros sin que quedasen marcas de frenada en la calzada. En ese intervalo, se desplazó por la cuneta y arrastró matorrales y pequeños árboles hasta impactar con un pino de grandes dimensiones, que evitó que el coche se precipitase por un terraplén.
El turismo quedó reducido a un amasijo de hierros, por lo que los bomberos de Arzúa y los voluntarios de Protección Civil de Melide no pudieron hacer nada por las vidas de los jóvenes. Las cuatro víctimas han sido trasladadas al Anatómico Forense de Santiago para que le sea practicada la autopsia.
El personal de emergencia trabajó durante al menos dos horas para excarcelar a los ocupantes del turismo, que, salvo el que viajaba como acompañante detrás del conductor, llevaban puesto el cinturón de seguridad. Numerosos familiares y conocidos de los jóvenes se desplazaron al lugar del siniestro, en el que se vivieron escenas de dolor.
El grupo había optado por ir en su propio coche de fiesta a Melide, adonde solían acudir los fines de semana, en lugar de aprovechar la línea de Noitebús que une su pueblo con la villa coruñesa las noche de movida. Viajaban en un BMW serie 330 diésel que José Antonio Abeledo había adquirido hacía apenas 15 días. El coche tiene un motor de casi 3.000 centímetros cúbicos y una potencia de 245 caballos.
Fin de semana trágico
Con este accidente se cierra otro fin de semana trágico, en el que al accidente de Toques se une el que tuvo lugar en la madrugada del sábado en Arzúa, en el que perdió la vida un menor, de 17 años. Otros dos amigos de la víctima permanecen hospitalizados en estado muy grave. Los tres regresaban igualmente de pasar una noche de fiesta en Melide.