No tendría ningún sentido que después de imponer unas sanciones importantes contra el régimen de Asad, ahora que ha caído las mantengas. Es como si mañana hay una contra revolución en Cuba y continúas con el embargo. Otra cosa es que sea peor el remedio que la enfermedad, que creo que lo es, pero vamos, que no sería ni el primer ni el último caso desde las famosas primaveras árabes.
El problema de este juego es Israel, pues uno de sus enemigos más acérrimos es Siria, desde hace tiempo mi tendencia a tomar los asuntos geoestratégicos con pragmatismo y racionalidad son una realidad, y en esa línea de pensamiento quiero creer que este acercamiento de la Administración Trump con este perverso islamista y salafista, formado ideológicamente bajo los preceptos de al-Qaeda, aporten algo positivo a Israel.
De lo que no hay dudas es de que Occidente saldrá beneficiado (pues una Siria estable) permitirá el retorno a ese país de cientos de miles de refugiado. Tengamos en cuenta que gran parte de ellos están alojados provisionalmente en la frontera con Turquía, país que recibe miles de millones de euros desde la Unión Europea en pago por mantenerlos lejos de las rutas de emigración hacia Europa.
Cuidado que la administración Trump ha conseguido un acercamiento histórico en Qatar y Emiratos, lo cual ha puesto a Israel muy nervioso, demasiado, pero hoy Trump a demostrado ser un excelente jugador y ha dicho de manera oficial que bloqueará totalmente a Irán si no cesan sus pretensiones de enriquecimiento de Uranio en las dos bases de Irán. Este movimiento dejaría a Irán en la bancarrota total, pero China tendría graves problemas de abastecimiento de petróleo, todo ello con el visto bueno de Qatar y Emiratos, ahí es nada la jugada.