Veinticinco personas han sido detenidas por provocar incendios este verano.
El fuego no da tregua en León, Zamora, Ourense y Cáceres, con 10.000 vecinos evacuados en cincuenta pueblos y seis heridos graves.
El calentamiento global, el abandono del mundo rural y las escasas políticas de prevención de incendios ponen el combustible para la actual plaga de grandes incendios, pero también hay demasiados ciudadanos que son quienes acercan la cerilla. Muchos de los fuegos de este mes, que han segado la vida de dos personas, han causado heridas de gravedad a siete más, han arrasado unas 25.000 hectáreas de monte y arbolado y han obligado
evacuar a la carrera a decenas de miles de vecinos, fueron provocados.
Entre ellos, coinciden los responsables públicos, buena parte de las llamas que devoran Galicia, con más de 11.000 hectáreas calcinadas este verano, el incendio que obligó a desalojar a 2.000 residentes y turistas en Tarifa (Cádiz) o las llamas, aún vivas, que han dañado el tesoro natural y cultural leonés de Las Médulas.
La certeza de que muchos de los últimos fuegos son obra de irresponsables y pirómanos la comparten los ministros del Interior y Transición Ecológica y con el presidente de la Xunta de Galicia y consejeros de la Junta de Castilla y León, que hicieron un llamamiento a los ciudadanos para que denuncien cualquier comportamiento sospechoso de que se trate de un incendiario.
El ministro Fernando Grande-Marlaska mostró su preocupación por los números sobre esta realidad. Las policías han detenido a 25 personas desde el inicio del verano acusados de provocar incendios forestales. Entre ellos están el abulense que quemó 2.000 hectáreas en Cuevas del Valle para que le contratasen en las brigadas antiincendios locales, la mujer de 63 años de Muxía (A Coruña) sospechosa de cinco fuegos, otros dos incendiarios orensanos, de Canibelos y Celanova, el que intentó quemar un paraje en Caños de Meca (Cádiz), y la recién arrestada en Laxe (A Coruña), sospechosa de dos incendios.
Nueva suspensión del AVE
Todos actuaron y han sido detenidos durante la ola de calor que, en su undécimo día, tiene al país pendiente de una decena de grandes incendios que se extienden por siete autonomías, de norte a sur. La buena noticia es que los equipos de extinción han controlado o al menos estabilizado los principales fuegos de Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid y Asturias. La mala, que Ourense, León, Zamora y Cáceres siguen ardiendo y la amenaza de las llamas obligó a desalojar a marchas forzadas a más de 10.000 personas de más de medio centenar de pueblos.
Preocupan en especial Ourense, con una docena de fuegos vivos, los territorios conectados en las provincias de León y Zamora y, la evolución del incendio descontrolado de Jarilla (Cáceres)
Los dos grandes focos son los mismos desde el lunes, Ourense y territorios conectados de León y Zamora. En la primera hay doce fuegos vivos y en lo que va de mes se han quemado 8.000 hectáreas. -en toda Galicia van ya 13.800-. El miércoles hubo que cortar de nuevo la línea ferroviaria por AVE con Madrid -podría reabrirse este jueves por la mañana «si el fuego está controlado», apuntaron en Renfe- y fue preciso desalojar varias aldeas, así como evacuar a 50 ancianos de una residencia. Más de la mitad del terreno quemado lo devora el incendio con varios frentes que se originó hace días en Chandrexa de Queixa y el segundo gran fuego es el de Maceda, que ha consumido 1.700 hectáreas.
España pide a la UE dos aviones cisterna
El Gobierno ha activado ya el Mecanismo Europeo de Protección Civil, creado por la UE, para solicitar dos aviones cisterna Canadair, de gran capacidad con más de 5.500 litros cada uno con los que ayudar a la extinción de incendios ante situaciones «muy difíciles» que podrían derivarse por la meteorología adversa.
Así lo confirmó este miércoles por la noche el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en declaraciones a la SER. No obstante, defendió que España cuenta con «suficientes operativos puestos a disposición del conjunto de las direcciones técnicas» de las comunidades autónomas «para combatir» los fuegos que están activos. En todo caso, no descartó pedir más medios a la Unión, incluso equipos de bomberos, si la situación lo requiriese.
El fuego no da tregua en León, Zamora, Ourense y Cáceres, con 10.000 vecinos evacuados en cincuenta pueblos y seis heridos graves
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