El Bugatti Type 30 cumple 100 años
22 febrero, 2022
Corrían los locos años 20. Europa intentaba poco a poco despegar de la barbarie, después de haber quedado aniquilada tras la Primera Guerra Mundial. El automovilismo ganaba cada vez más aficionados gracias a carreras como la Targa Florio, la Mille Miglia o las 24 Horas de Le Mans. Fue en esta época cuando irrumpió el Bugatti Type 30, del que se cumplen ahora 100 años.
El Type 30 sorprendió al mundo por varias razones: por sus innovaciones técnicas, como los frenos delanteros, por primera vez en un vehículo de producción, y por su potencia, gracias a un motor de ocho cilindros y 2.0 litros que producía 100 CV y era capaz de alcanzar los 145 km/h.
El Bugatti Type 30 cumple 100 años
El motor de ocho cilindros estaba compuesto por dos bloques de cuatro cilindros, una carcasa para el árbol de levas y un cárter monobloque unido firmemente al bastidor. Un año antes de la aparición del Type 30, en 1921, Ettore Bugatti había planeado un motor de 3.0 litros para el Type 28, pero un cambio en las regulaciones del Gran Premio impidió desarrollar este propulsor.
El eje vertical estaba en la parte frontal del motor y transfería las revoluciones del cigüeñal al árbol de levas. Esto coordinaba dos válvulas de admisión y una válvula de salida más grande para el intercambio rápido de gas, como ya ocurría en un motor de avión diseñado por Ettore Bugatti. Las bujías se disparaban inicialmente por magneto de doble ignición y, posteriormente, por la ignición de la batería. El motor se asociaba con un cambio manual de cuatro velocidades, más una marcha atrás.
Este nuevo motor fue instalado por primera vez en el Type 29, con una distancia entre ejes más corta, con el que ya pudo demostrar su potencia, rendimiento y estabilidad en varias carreras. Además de la tecnología, la potencia y la calidad, Ettore Bugatti prestó atención al aspecto del motor y le dio un diseño angular y claramente estructurado. Los motores de ocho cilindros todavía se asemejan a piezas de diseño y son maravillas mecánicas hasta el día de hoy.
El primer coche de producción con frenos delanteros
Con el eje delantero forjado tomado del Type 22, el Bugatti Type 30 fue el primer vehículo de producción de Bugatti con frenos delanteros. Hace 100 años, otros coches sólo frenaban usando el eje trasero. Con
Bugatti, las zapatas de freno fundidas con muescas helicoidales que interactuaban directamente con los tambores de freno de acero traseros permitían una desaceleración segura. Dos años más tarde, en 1924, apareció un sistema hidráulico en el eje delantero, pero fue reemplazado por un sistema de cables, debido a problemas materiales.
Por otro lado, Ettore Bugatti mejoró aún más los niveles de confort en el vehículo de carreras, añadiendo un paquete de cuero de varias capas que absorbía los choques causados por las malas condiciones de la carretera en general. También innovó en términos de fiabilidad, utilizando un nuevo tipo de bloqueo de tornillo, patentado por el propio Bugatti. Los tornillos con una arandela integrada y un nuevo paso de rosca ya no se soltaban a pesar de las vibraciones.
100 años de una joya
Entre 1922 y 1926, Bugatti desarrolló varias carrocerías del Type 30, incluyendo turismos deportivos de cuatro plazas, coupés y convertibles de dos plazas. Incluso, los carroceros produjeron formas individuales basadas en el Type 30, como el Type 32 Tank, con su carrocería aerodinámica y una velocidad máxima de hasta 160 km/h.
Bugatti vendió alrededor de 600 unidades del Type 30 hasta 1926, cuando fue reemplazado por el Type 38. Para dar fe del fantástico manejo del coche, deportivo y potente, los clientes escribieron cartas a Ettore Bugatti. Ahora, esta obra de arte del automovilismo llega a la centuria.