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Esa si que molaba , la de bud Spencer .
Dudo que esa moto pudiera con él

Esa si que molaba , la de bud Spencer .
Que si hombre .. la lleva en una peli , no recuerdo cuál de los títulos .Dudo que esa moto pudiera con él![]()
Juraría que la que digo yo era de color blanco con pegatinas rosa ..Eso llevaba un motor como el de mi planeadora por lo menos. A ver si averiguo qué aparato es
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Montesa Cappra 414 VF
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La Montesa Cappra 414 VF era una evolución de la VE, aunque con cambios de detalle. En Esplugas de Llobregat decidieron cambiar solo aquello que realmente había que cambiar y según la prensa de la época, el camino fue el correcto. En Solo Moto decían que pocos serían capaces de acabarse el motor, mientras que desde Moto Verde apuntaban al mismo argumento: el motor era un portento.
Sirva de ejemplo uno de los párrafos que se publicó en el número 18 de Moto Verde: “hay momentos, sentado sobre esta máquina, en que te preguntas por qué las motos tienen dos ruedas… ¿Hacen de verdad falta? Si uno está dotado de buenos brazos, de un mejor corazón y ganar de experimentar sensaciones fuertes, se puede dar la vuelta completa a cualquier circuito con la rueda delantera en el aire… y es que, cuando empuja la Caparra, la cosa es serie, muy seria”.
Todo motor, o eso parece que nos querían contar en los años 80. La Montesa Cappra 414 VF era una bestia, cuyon corazón tenía 413,5 centímetros cúbicos –88 por 68 milímetros para diámetro y carrera–, con una relación de compresión de 10,4:1, un encendido Motoplat electrónico y un carburador Bing con estáter de 40 milímetros. La firma española no comunicó nunca cifra de potencia, pero se barajaban alrededor de 40 CV en el peor de los casos, gestionados mediante un cambio de cuatro relaciones y dos amortiguadores traseros Corte cosso con depósito de gas separado, que actuaban sobre un nuevo basculante de mayor longitud.
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Entre los detalles curiosos que se contaban de la Cappra 414 VF estaba la firma del tubarro, que al parecer, podía provocar quemaduras en la rodilla o el grifo de la gasolina, que en la unidad de pruebas que tuvo Solo Moto sufría pérdidas de combustible. También se menciona u primer golpe de gas algo brusco y dificultades para poner en marcha en caliente –un problema en carrera si te caías… –.
La Montesa Cappra 414 VF presentaba cambios que marcaban su personalidad, como el mencionado basculante de mayor longitud, el depósito de combustible sin soldadura –fabricado con lulopen, un tipo de polietileno de alta y baja densidad– y de nuevas formas, el siento era más anatómico y cómodo… Al mismo tiempo que el tubarro era de nuevo diseño y el silencioso hacía un mejor trabajo.
En Montesa buscaron que la Cappra para la categoría de 500 fuera fácil, pero rápida. Así, se trabajó en la distribución del cilindro y en su trabajo conjunto con el tubarro –en un “dos tiempos”, el equipo formado por el tubarro y el cilindro son de vital importancia–, mientras que la caja de cambios tenía nuevos desarrollos en tercera y cuarta para que todo fuera más suave en la entrega de potencia y se corregía la tendencia a quedarse en punto muerto de la anterior 414 VE.
La Montesa Cappra 414 VF era una moto para “personas fuertes”, como se decía en la revista Solo Moto, una máquina todoterreno muy potente, exigente y veloz.
De hace un rato, he tenido el honor de aparcar al lado de esta maravilla:
https://postimg.cc/gallery/77hr6yG
@Guancho
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Y la china chorreando las piezas en smoking ? Si es que donde hay clase ...Ufff, como para encontrar hoy día alguien que te haga los carburadores…
Donde este una noche metidas en ghasoi…Y la china chorreando las piezas en smoking ? Si es que donde hay clase ...
Esa la tenía una chica d por aquí .Aprilia RSV Mille R (2001)
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La Aprilia RSV Mille R se renovó completamente en el año 2001 para, entre otras cosas, mantener su presión sobre la Ducati 996 y, de paso, proponer una Superbike todavía más eficaz y racing, en una época en la que todo lo que fuera deportividad, estaba a la orden del día. Se aprovechó, como cabe esperar, todo lo aprendido en las pistas con Troy Corser y aunque a simple vista todo parecía seguid igual, había mucho escondido.
Aprilia, cuando lanzó la RVS Mille, se metió en una pelea en que nunca había estado presente. Era una marca especializada en motocicletas con motores pequeños; sí, motos deportivas, pero lejos de guerra que había en el segmento de las superdeportivas, donde entró, de cabeza, la con RSV. Es cierto que todo salió bastante bien, pero también es cierto que podría haber sido un desastre.
Merece la pena mencionar que, de primeras, fue una moto que recibió alguna crítica por el diseño de su frontal y por su volumen general, aunque al final acabó con una importante legión de seguidores de su diseño y su tamaño resultó ser de lo más beneficioso, tanto aerodinámicamente hablando, como en lo que a pilotaje se refiere. No siempre por ser pequeño es mejor, aunque los nipones nos tengan acostumbrados a esas cosas.
Así, en 2001, la Mille R se presentaba con muchos cambios ocultos a la vista. Compartía, como en la primera entrega, la misma base técnica que la RSV Mille básica –chasis, motor, muchos elementos de la carrocería… –, pero una cosa es compartir la misma base y otra bien distinta ser la misma moto. De primeras, solo se vendía como monoplaza, aunque podía tener el segundo asiento si se pagaba aparte. De segundas, las suspensiones era mucho más sofisticadas, con elementos Öhlins mutirregulables para ambas ruedas –con un basculante con el eje de anclaje tres milímetros más elevado– y para el amortiguador de dirección, al tiempo que las llantas eran OZ, los frenos Brembo Serie Oro y los neumáticos pasaban a ser unos Pirelli Dragon Evo Super Corsa.
El motor, básicamente el mismo que tenía la moto desde su presentación a finales de los 90, era un dos cilindros en V a 60 grados, con 997,6 centímetros cúbicos –de carrera supercorta: 97 por 67,5 milímetros para diámetro y carrera–, culatas de cuatro válvulas y dos árboles de levas, así como una compresión de 11,4:1, para rendir 130 CV a 9.500 revoluciones y 10,3 mkg a 7.000 revoluciones. Sin embargo, se colocaba en el chasis cinco milímetros más alto.
Con algo más de 200 kilos en orden de marcha –según revista Motociclismo, número 1.727–, la Aprilia RSV Mille R era una moto ligera y, por supuesto, era rápida. La mencionada revista Motociclismo, marcó unos registros notables para la época. El 0 a 100 km/h se hacía en 2,95 segundos, el 0 a 200 km/h lo completaba en 8,7 segundos y encontraba el tope en los 273 km/h. Pero no solo era buen sobre el papel, pues además de considerarse dócil y agradable de conducir, también se destacó su aplomo en curva rápida y la facilidad para moverla de un lado a otro a pesar de su tamaño.
Esa la tenía una chica d por aquí .
A mí me gusta más la siguiente generación .
Esa la tenía una chica d por aquí .
A mí me gusta más la siguiente generación .
Madre mía, no veía esa marca desde que era pequeño. Tenía un álbum de cromos de motos, había de carretera, de carreras, pilotos, etc.
Tengo todos esos cromos, el único álbum que he completado en mi vida