Me permito copiarlo entero. Aunque esa expansión artificial ya se ha comentado antes, está muy bien recordarlo como incentivo perverso y cortoplacista para prolongar la guerra......
"La Trampa de la Economía de Guerra: Rusia, Ucrania y el Riesgo de la Paz En un artículo reciente, The Wall Street Journal
@WSJ ha señalado un fenómeno que comienza a inquietar no sólo a economistas, sino también a estrategas y analistas geopolíticos: el creciente grado en el que la economía rusa depende de su guerra contra Ucrania. Según datos citados por el medio estadounidense, aproximadamente el 40% del crecimiento económico de Rusia en 2024 provendría directamente del esfuerzo bélico, especialmente a través de la expansión del complejo militar-industrial y el aumento del gasto público asociado. Se trata de un fenómeno bien conocido en la historia: la conversión de una economía nacional en una economía de guerra, es decir, una estructura productiva y financiera que gira casi exclusivamente en torno a las necesidades del conflicto armado. En este contexto, una eventual solución pacífica no sólo implicaría un cambio geoestratégico, sino también un desafío económico de gran magnitud, con consecuencias internas potencialmente desestabilizadoras para el Kremlin. La militarización de la economía rusa Desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, la Federación Rusa ha experimentado una transformación profunda en su aparato productivo. A medida que las sanciones occidentales restringieron el acceso a mercados, tecnología y capital, Moscú optó por redirigir su economía hacia la autosuficiencia y la producción militar masiva. Miles de empresas civiles han sido reconvertidas o reorientadas para atender las necesidades del Ministerio de Defensa. El crecimiento del gasto público en defensa ha sido vertiginoso. Se estima que para 2024, más del 30% del presupuesto federal está destinado a gasto militar, incluyendo no sólo la producción de armamento y municiones, sino también salarios para personal militar, bonificaciones y compensaciones para las familias de soldados muertos o heridos. En muchas regiones de Rusia, especialmente en áreas industriales y deprimidas, este flujo de fondos ha generado una reactivación económica aparente, con pleno empleo, repunte de la construcción y estabilidad relativa del consumo. El “milagro” económico con pies de barro No obstante, este crecimiento es artificial y frágil. Como todo esfuerzo de guerra prolongado, la economía rusa no está generando valor productivo en términos de bienes de consumo duraderos o tecnología civil competitiva. El aumento del PIB depende de la fabricación de tanques, proyectiles, drones y misiles, que no tienen valor de exportación a gran escala —dadas las restricciones políticas— y cuyo uso final es la destrucción material. No se trata de una economía de crecimiento sostenible, sino de una expansión transitoria sostenida por el gasto estatal y el conflicto permanente. Esta situación reproduce patrones observados en conflictos anteriores. Durante la Segunda Guerra Mundial, tanto la Alemania nacionalsocialista como la Unión Soviética rediseñaron completamente sus economías para la guerra total, logrando aumentos temporales en la producción y empleo, pero a costa de sacrificar el consumo civil y agotar sus recursos internos. En la posguerra, ambos sistemas enfrentaron colapsos o transformaciones radicales para adaptarse a la paz. Más recientemente, conflictos prolongados como el de Irán-Irak (1980–1988) o incluso la guerra de Vietnam para los Estados Unidos mostraron cómo el sostenimiento económico del esfuerzo bélico puede deteriorar el equilibrio fiscal y social interno si no se planifica adecuadamente una salida estratégica. ¿Un incentivo para prolongar la guerra?
Podéis leer el análisis del Wall Street Journal en
https://wsj.com/world/russia/russia-war-economy-ukraine-peace-deal-783b8bdb?utm_source=chatgpt.com