La FIA ha decidido pasar a la acción en el ámbito del ‘porpoising’ con una serie de medidas que se llevarán a cabo a partir del GP de Canadá. Entre ellas está la de ‘levantar’ los coches diez milímetros en caso de no entrar dentro de unos límites, o incluso se podría llegar a la descalificación. Las nueva directriz se tiene que adoptar antes de Libres 3 este sábado.
Precisamente desde Mercedes, con sus pilotos incluidos, han llevado la voz cantante en lo relacionado con las quejas hacia el temible rebote de estos monoplazas.
Lewis Hamilton, sin ir más lejos, acabó en Bakú con problemas de espalda. Por ello,
la FIA ha tomado cartas en el asunto y vigilará la configuración de los coches en pro de la seguridad de los pilotos.
Lo primero que se hará es vigilar el desgaste de las planchas que están situadas en los bajos de los monoplazas y también se definirá un valor métrico como criterio para el alcance de las oscilaciones. En esa tesitura, los equipos deberán presentar sus coches con una configuración acorde a lo que se considera como un valor aceptable de rebote antes de los Libres 3.