Todo eso que dices está muy bien en un marco "ideal", pero las normas no pueden abarcar todos los casos y situaciones, y los jueces creo que están para evitar situaciones perversas entre otras cosas ... Si no, pues, pongamos autómatas a dictar sentencias. Y en los casos que no sea así, como decía antes, fallan las personas.
Creo que deberíamos tener presente conceptos como el de:
Fraude de ley:
"Se denomina
fraude de ley o
fraude a la ley al método de incumplimiento indirecto del
Derecho (objetivo) en el sentido de que supone la obtención de un resultado contrario al conjunto del orden jurídico determinado alcanzado a través de la puntual observancia de los dispuesto en la
norma jurídica."
Traducido para los mortales como yo: cuando seguir la ley lleva a lo que se quiere evitar: el abuso por una de las partes, en este caso, sea una u la otra.
"Una de las primeras formulaciones al fraude a la ley la encontramos en un libro de
Paulus, comentando la Ley
Cinciam (al parecer en una obra pequeña, pues no cuenta con división de libros). En ella se recoge que: «Obra contra la ley el que hace lo que la ley prohíbe;
y en fraude, el que salvadas las palabras de la ley elude su sentido» (Digesto 1, 3, 29). Sobre este escueto comentario es que se han venido dando los sucesivos trabajos, en diversas direcciones, tanto para aceptarlo como figura autónoma, como para rechazarlo."
Fraude de ley - Wikipedia, la enciclopedia libre
Esto apoya el hecho de que aún cumpliendo los preceptos de una norma, finalmente se consiguen los hechos perniciosos que la misma trataba de evitar, y eso un juez puede identificarlo y fallarlo. Además, está estrechamente ligado: el ánimo de la ley y su uso fraudulento. Luego el uso fraudulento no es un derecho.