Hace ya tiempo que la culpa no la tiene él. La tuvo en su tiempo, cuando engañó a todos la primera vez. Cuando te engañan, no ya la segunda, ni la tercera, sino la septuagésima vez, las culpa no es del mentiroso. La culpa es del país... de su amoralidad, de su despreocupación. Llegados esto, la culpa es del sistema, de los medios, del ciudadano, de la misma democracia defectuosa, de los jueces... la culpa no es de él. El pavo no tiene remordimientos, ni conciencia, ese error evolutivo de la especie humana. Es un escorpión y te va picar sí o sí por mucho que trates de sacarlo del fuego. Y la culpa no será suya. Es su naturaleza.