Editado el 25/8/2021
En las pasadas dos semanas hemos estado de vacaciones y hemos hecho un viaje largo con el 535d. Hemos ido de Pamplona a Málaga (y vuelta), con algunas paradas intermedias, lo que hace algo más de 2000 kms. Con esto ya tengo más criterio para hacer comentarios sobre el coche. El primer viaje, de Ourense a Pamplona, ya me dejó muy buena sensación, pero tras estas dos semanas, estoy aún más contento.
En este viaje hemos ido toda la familia, 4 humanos bastante grandes, junto con el equipaje para las 2 semanas. Para que os hagáis una idea de cómo íbamos:
La experiencia nos dice que, para organizar bien el maletero, lo mejor es llevar bolsas pequeñas. Aún así, debajo de todas esas bolsas y mochilas, llevábamos dos maletas de las de ruedas: una pequeña (trolley) y una mediana. El Volvo XC70 tiene más espacio, pero el BMW no se queda corto. Para meter todo ese equipaje, la bandeja va recogida debajo del suelo del maletero y las tapas de detrás de los asientos traseros van abiertas hacia adelante. No hizo falta desplazar los asientos traseros hacia adelante ni poner demasiado verticales los respaldos traseros. O sea, que aún hay margen para meter algo más (que no me oiga mi mujer jeje).
En el viaje nos tocaron algunos de los días de la ola de calor, con temperaturas exteriores que superaban los 40ºC. En el interior ni nos enteramos, tanto por el buen funcionamiento del climatizador, con control individual en las 4 zonas, como porque la aguja de la temperatura del aceite no se inmutó de su posición central. Os pongo una foto de una de las paradas que hicimos, en la que coincidimos con un G30 nuevecito de un color muy parecido, si no es el mismo:
La rodadura de este coche es muy cómoda. Pero, ¡ojo!: NO ES una alfombra voladora. La plataforma, basada en la del serie 7 F01, podía hacer pensar que este coche iría sobre algodones. Pero esta unidad no está configurada precisamente para eso. Con la suspensión M y las ruedas run-flat de 19" con rodillos de 245 delante y 275 detrás, este coche es bastante durito. Y transmite el asfalto. Cuando el asfalto es bueno, la rodadura es suave y silenciosa. Pero si el asfalto es rugoso, las ruedas hacen bastante ruido. Los baches se notan, aunque tampoco es que te salten los empastes, ni mucho menos. Eso sí, la estabilidad y la respuesta al volante, a cualquier velocidad, son alucinantes.
Me dejo para el final los comentarios sobre el motor y la caja de cambios. Yo tenía un poco de miedo sobre cómo iba a responder el coche con la caja automática. Mi experiencia anterior no es muy positiva, siempre he sido muy forofo de las cajas manuales. Pero la combinación de este motor, con 300 CV y 600 N/m, y la ZF de 8 velocidades, es realmente buena.
Para una conducción relajada, el cambio automático es bastante inteligente y siempre responde con suavidad. Si quieres un poquito más de vidilla, te traes la palanca hacia tí y se pone en modo Sport, llevando el motor más alegre. Y, cuando te apetece más control, el modo secuencial funciona muy muy bien. Solemos venir por el tramo de carretera entre Almazán y Ágreda, por Ólvega, donde suele haber muchas ocasiones en las que hay que adelantar camiones. He disfrutado con este motoraco y el cambio secuencial tanto como lo he podido hacer con otros coches de cambio manual. La curva de par que te proporciona este biturbo desde las 1500-2000 rpm es flipante. Y, además, el motor estira con alegría hasta las 5000 rpm, sin dejar de empujar. Con el cambio secuencial, que es rapidísimo en el paso de una marcha a otra, y sin resbalamiento de convertidor que se pueda apreciar, las recuperaciones son muy cañeras.
Todo esto, en un habitáculo comodísimo, muy amplio, muy luminoso, muy agradable. Y con una cifra de consumo (según el ordenador de a bordo) de 7,5 litros cada 100 kms, lo que me parece bastante poco para el ritmo y la carga con las que íbamos rodando.