El colapso ruso en Ucrania desconcierta a los “expertos” que desde febrero predicen una victoria rusa en el desayuno y explican sus erroes en la cena. Repasemos los errores de Putin para entender el curso actual de la guerra con la eficacia que no tienen las miradas tuertas.
Primero definamos si Rusia va ganando o no. Lo esencial es que el objetivo de Putin al iniciar la invasión el 24 de febrero no era solo ocupar el Donbás, sino que fue directo a Kiev para controlar el resto de Ucrania e instalar un gobierno propio. Falló, sin atenuantes
Por mas contorsiones que se hagan, el objetivo de Putin era reclamar su señorío sobre Ucrania y alejar a la OTAN. Con la alianza ampliada proveyendo de armas a discreción a Kiev y Rusia aislada y en retirada, insistir que hay una victoria rusa ya es un tema hormonal, no analítico.En marzo, su momento de mayor expansión, Rusia controlaba el 22% de territorio de Ucrania y disputaba un total del 28%. Luego vino la 1° contraofensiva ucraniana en Kiev. En Septiembre, Putin ocupaba el 19,4% de Ucrania. Con la actual contraofensiva, la cifra se redujo al 18%.
Puede argumentarse que Putin anexó territorios superiores a los 45.000 km2 del Donbás y que controla unos 80.000 km2 de Ucrania. Pero en ese trámite sufrió bajas inmensas y hoy esa posesión está en duda ante la retirada constante de sus fuerzas desde el 6 de septiembre.Desde entonces, Rusia perdió sus mejores regimientos y se desarmaron unidades enteras que ahora deben ser parcheadas con reclutas. Y esos soldados profesionales perdidos, tampoco pueden entrenar a las 300.000 nuevas tropas. Putin perdió muchos argumentos de potencia.
¿Dónde está la victoria si perdió gran parte de sus profesionales y armas mas modernas y resintió quizás de manera definitiva el mito que agitaba desde 1945 respecto a su carácter de potencia invencible en un conflicto convencional?¿Comprenden sus consecuencias estratégicas?
Ok, ok, relax, el arsenal nuclear de Putin; Rusia quiere ganar ocupando Ucrania y eso se hace con tropas. Cuando EEUU bombardeó Japón, tenía millones de soldados listos para invadir. Y Occidente suma hoy mas ojivas que Rusia y en la disuasión no hay victorias. Y en la guerra atómica, menos.
De los 900.000 soldados del ejército ruso, gran parte se dedican a tareas ajenas al combate. Burócratas, logísticos, mecánicos y una larga lista de tareas que sostienen el aparato castrense, dejan a unos 300.000 profesionales disponibles para el combate. El resto, son reclutas, si, reclutas.Si un 30% de bajas hacen imposible sostener una ofensiva y Putin envió 200.000 soldados en febrero, perdió ya el 45% de su fuerza inicial, entre muertos y heridos, según fuentes ucranianas claro, según fuentes rusas, solo 5000 soldados rusos han muerto en combate.Eso explica por tanto la movilización de un 50% más de tropas respecto a febrero como el “reagrupamiento” en “reverse” que lo motivó.
Midamos pérdidas de materiales. Putin envió unos 2.700 tanques a invadir, de acuerdo a la cantidad de batallones tácticos desplegados. La verificación de Oryx indica que Rusia perdió un 50% de esa fuerza, es decir 1.350 tanques. Por encima del 30%, las bajas son insostenibles. Pero además dentro de ese 43%, hay 463 tanques capturados por los ucranianos sin llegar a ser destruidos. Implica que Putin le cedió a Zelensky el 17% de sus tanques. No es un dato menor, porque implica que lejos de haber destruido al ejército ucraniano, Rusia lo reconstruyó.
Antes que los vladimiros protesten, el cálculo se hizo sobre bajas verificadas visualmente por Oryx, por lo que su número tiene que ser mayor y por lo tanto la derrota más contundente. Y tomo la cifra de bajas mas equitativas. Acordemos no discutir qué forma tienen las nubes
El mayor error militar de Putin, fue Putin. El líder ruso concentró el poder de decisión en su persona y la orden de invadir un país ajeno sin prever las consecuencias no tuvo el filtro de un sistema institucional que le advirtiese de las consecuencias que tendría tal estupidez.Convencido que Occidente iba a reaccionar como en 2014 cuando se apoderó de Crimea, Putin supuso que vendrían nuevas sanciones pero que de todos modos les iba a seguir vendiendo materias primas como si nada. No le avisaron que Merkel y Trump ya no estaban para “negociar”.
Putin proviene de las entrañas de la KGB. Es un especialista en intrigas políticas y control interno. No tiene preparación académica militar, solo experiencia en insurrecciones. Rodearse de asesores eunucos es coherente con la lógica de construcción de poder personal persecutoria.En un entorno autocrático, es mas frecuente encontrar aduladores que consejeros capaces de revertir decisiones equivocadas de los líderes. Las purgas y el destino de los disidentes, suelen vaciar los Kehlsteinhaus de consejos y las críticas suelen salir volando por las ventanas.Esa mirada paranoica lo llevó a crear un sistema de control interno que ahogó todo tipo de disidencia y por lo tanto a las criticas que le advirtieran de sus errores. Esto tuvo consecuencias militares porque su humor personal marcó el ritmo de la campaña y forzó su resultados.
El estilo de liderazgo sin disidencias colocó a Putin como una autoridad infalible en materia económica, militar y estratégica. Como en otras autocracias, el líder iluminado es incapaz de equivocarse y siempre hay una conspiración interna y externa que explica sus derrotas.Es más, en su afán de conservar poder forzó la propaganda interna para vender una operación militar especial de fácil resolución y ahora tiene que blanquear una guerra en la que recibió una tremenda paliza del mismo adversario que presentó durante meses como un débil inferior.
La invasión consolidó la idea de líder cuyas decisiones no pueden ser discutidas bajo riesgo de ser enviado al extremo opuesto de una mesa muy larga, a unas vacaciones permanentes en Siberia, perder el lugar en la cadena de mando o servirse un té que brilla en la oscuridad.
Putin tuvo años para preparar armas capaces de enfrentar a las que Occidente le entregó a los ucranianos antes de la invasión. Subestimó su poder o sobreestimó el de las suyas. El cementerio de chatarra de al menos 4.163 vehículos rusos destruidos y verificados es irrefutable. Ucrania usa un par de HIMARS para el mismo resultado que obtiene Rusia lanzando toneladas de municiones de artillería. Un misil moderno de 100.000 dólares, destruye un tanque de 4 millones La tecnología no es solo cuestión de precisión, es ahorro y anula la diferencia numérica.
Vamos por mas datos: en 2021 Rusia el vendió a Europa 2380 millones de m3 de gas. En el mismo periodo, 10,8 millones de m3 a China y 0,7 millones a India. Es sencillamente imposible que Putin pueda reemplazar a Europa con sus socios asiáticos. Menos aun con China en crisis.Entonces en el balance se tiene que considerar el dinero que le queda a Putin para sostener la ocupación, para seguir proyectándose como potencia y lo que podría perder ante un presente que en el campo militar y económico presenta signos negativos por donde se mire, el gobierno ruso afirma que su economía solo caerá un 3,9%, mientras, el banco mundial pronostica un 8,9%.
Podemos hanlar de tecnología que puede importar, lo que es capaz de fabricar a día de hoy, pero eso ya lo sabeís y es ridículo comentarlo.
El error de Putin comenzó antes de la guerra cuando aseguró que nunca iba a invadir a Ucrania y arrastró a sus seguidores en todo el mundo con su mentira. Herida la credibilidad, en adelante todo el esfuerzo de propaganda se vio afectado negativamente por ese pecado original.Fue otro error prometer una guerra rápida. Lo fue plantear nazismo y lanzarse con formato de Blitzkrieg para reemplazar a un presidente judío mientras dejaban un rastro de devastación y masacre a su paso. Demasiados errores que nacen de una Rusia moldeada al gusto de Putin.
Eficacia, precisión, adaptación a nuevos escenarios y autocrítica es lo que les faltan a Putin y a Rusia. Casualmente, lo mismo que le falta los análisis que predicen una victoria rusa desde febrero. Quizás esa coincidencia provenga que ambos nacen de la misma raíz cultural.