Uno de los procesos más delicados y esenciales de un Gran Premio es la gestión y montaje de los neumáticos.
Cómo se transportan las gomas desde los camiones hasta los garajes, cómo se organizan los compuestos y cómo trabajan los técnicos para tener listas las ruedas antes de que los coches salgan a pista.
En la zona logística del 'paddock', donde los camiones de neumáticos –auténticos laboratorios rodantes– guardan todo el material que los equipos utilizarán durante el fin de semana. Allí se almacenan los compuestos lisos –duro, medio y blando– y los de lluvia, perfectamente clasificados y protegidos.
Cada juego tiene un destino concreto, un código y una función. Los técnicos los descargan y colocan en carritos especialmente diseñados para mover con rapidez múltiples ruedas a la vez. Desde ese momento, empieza una coreografía constante: subir, bajar, repartir, retirar... Todo con una sincronización que sólo la experiencia permite alcanzar.
Después llega uno de los momentos protagonistas del reportaje: el montaje. Las imágenes muestran cómo los mecánicos trabajan sobre las ruedas, desmontando los neumáticos usados y montando los nuevos con herramientas específicas capaces de manejar presiones, temperaturas y encajes con absoluta precisión.
La máquina de montar neumáticos es una pieza central del proceso: controla la fuerza, evita dañar la carcasa y garantiza que cada rueda cumpla los estándares exigidos por la Fórmula 1. Nada se deja al azar: cada neumático se equilibra, se revisa y se etiqueta antes de ir al box asignado.