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El último salón de Ginebra ha sido un fracaso absoluto. Lo que antes era un escaparate de referencia en Europa para promocionar los modelos nuevos de las marcas más importantes de la automoción, se ha convertido en una feria descafeinada de marcas de segundo orden. Es bastante probable que sea la última edición de este Salón.
Para llenar el espacio no ocupado de los pabellones y para atraer un poco al público no profesional (que es el que paga las entradas y rentabiliza un poco la cosa), han tenido que tirar de exposición alternativa de coches deportivos llamativos y clásicos de competición.
En este vídeo de Coches.net explican bastante bien la situación del salón de Ginebra y el oscuro futuro de este tipo de salones internacionales:
Sobre el tema de los salones hay mucha tela que cortar. Mucha.