El Renault de Fernando Alonso tendrá más caballos en Francia
La carrera de Montreal dejó alguna noticia agradable en cuanto a la evolución del R28 se refiere. Esperado para Francia o Gran Bretaña, el amortiguador inercial, conocido en la jerga inglesa como J dumper, se estrenó con cierto éxito este fin de semana en un circuito en el que el paso por los bordillos era fundamental para encontrar el mejor tiempo.
Ese nuevo sistema de suspensión trasera, que se probó sin éxito en el Gran Premio de Mónaco, se convirtió en la clave del renacer del R28 en Montreal. Con esa mejora el coche de Fernando Alonso volvió a ser competitivo y llegó a dejar por detrás a un Ferrari, a un McLaren y a un BMW, algo impensable tras comprobar los enormes problemas que arrastró el coche francés en el comienzo de la temporada, algo que se comenzó a solucionar en parte en el Gran Premio de España y que tiene visos de continuar evolucionando hacia mejor.
Francia volverá a ser un trazado en el que el nuevo artilugio, que limita el cabeceo del tren trasero cada vez que el coche transita por un escalón, irregularidad o bache, se antoja vital, pues sus pianos son quizás los más altos de toda la temporada. No será la única ayuda, porque Renault está decidida a echar el resto en la carrera de casa, esa en la que premian a miles de sus empleados con un viajecito a Magny Cours como incentivo laboral.
Para su Gran Premio emblema, Flavio Briatore ya ha avisado que tienen preparado "otro saltito, con novedades aerodinámicas y mecánicas". "Y el que no salte no es francés", dijo en tono jocoso, tras embriagarse con el cuarto en parrilla que luego destrozaron los acontecimientos de carrera. Si en Canadá fueron las suspensiones, en Francia llegará otra evolución aerodinámica del nivel de la que se apreció en Barcelona con la nueva tapa del motor y un pequeño salto de motor.
En Canadá faltaron caballos
A Fernando se le vio durante 13 vueltas pelear por adelantar a Nick Heidfeld en la carrera del domingo. Era capaz de ir más rápido en algunas fases que el alemán, pero la falta de caballos limitaban su capacidad a la hora de poder sobrepasarle. De hecho, en cada aceleración, el mejor par del motor BMW le proporcionaba más caballos partiendo desde bajas y medias revoluciones. La horquilla lenta era la prueba palpable de cuál era el potencial con el que contaba cada uno. La parte buena es que hace dos meses la escena hubiera sido impensable.
En Renault llevan trabajando desde enero en poder ganarle algún caballo a su motor RS27, el motor congelado en evolución por orden de la FIA (al igual que el de el resto de equipos) que siempre ha tenido retraso respecto a sus rivales. Ahora, a través de nuevos mapas de potencia integrados en la nueva centralita estándar y con un trabajo exhaustivo de los sistemas de refrigeración, parece que Renault va a poder obtener unos mínimos caballos de ganancia. Hablamos de entre 3 y 5, aunque pueden resultar vitales.
Los expertos de motores de Renault cifran el progreso total del año en tres décimas de mejora por vuelta, aunque eso es algo que el resto de equipos también consigue. Quizás el año próximo la FIA acceda a una revisión de la norma para igualar a los equipos que más dificultades tienen, como Renault y Toyota. Hasta entonces, habrá que conformarse con lograr pequeños pasos que los acerquen a los grandes.
Renault arrastra un problema con esta congelación de motores, ya que cuando la evolución era libre eran la marca que mejor desarrollaba mejoras durante la temporada. Eran las famosas especificaciones de antaño, pero ahora deben adaptarse a los nuevos reglamentos, aunque parece que el paso adelante será importante en las próximas carreras.
Fuente Marca.
La carrera de Montreal dejó alguna noticia agradable en cuanto a la evolución del R28 se refiere. Esperado para Francia o Gran Bretaña, el amortiguador inercial, conocido en la jerga inglesa como J dumper, se estrenó con cierto éxito este fin de semana en un circuito en el que el paso por los bordillos era fundamental para encontrar el mejor tiempo.
Ese nuevo sistema de suspensión trasera, que se probó sin éxito en el Gran Premio de Mónaco, se convirtió en la clave del renacer del R28 en Montreal. Con esa mejora el coche de Fernando Alonso volvió a ser competitivo y llegó a dejar por detrás a un Ferrari, a un McLaren y a un BMW, algo impensable tras comprobar los enormes problemas que arrastró el coche francés en el comienzo de la temporada, algo que se comenzó a solucionar en parte en el Gran Premio de España y que tiene visos de continuar evolucionando hacia mejor.
Francia volverá a ser un trazado en el que el nuevo artilugio, que limita el cabeceo del tren trasero cada vez que el coche transita por un escalón, irregularidad o bache, se antoja vital, pues sus pianos son quizás los más altos de toda la temporada. No será la única ayuda, porque Renault está decidida a echar el resto en la carrera de casa, esa en la que premian a miles de sus empleados con un viajecito a Magny Cours como incentivo laboral.
Para su Gran Premio emblema, Flavio Briatore ya ha avisado que tienen preparado "otro saltito, con novedades aerodinámicas y mecánicas". "Y el que no salte no es francés", dijo en tono jocoso, tras embriagarse con el cuarto en parrilla que luego destrozaron los acontecimientos de carrera. Si en Canadá fueron las suspensiones, en Francia llegará otra evolución aerodinámica del nivel de la que se apreció en Barcelona con la nueva tapa del motor y un pequeño salto de motor.
En Canadá faltaron caballos
A Fernando se le vio durante 13 vueltas pelear por adelantar a Nick Heidfeld en la carrera del domingo. Era capaz de ir más rápido en algunas fases que el alemán, pero la falta de caballos limitaban su capacidad a la hora de poder sobrepasarle. De hecho, en cada aceleración, el mejor par del motor BMW le proporcionaba más caballos partiendo desde bajas y medias revoluciones. La horquilla lenta era la prueba palpable de cuál era el potencial con el que contaba cada uno. La parte buena es que hace dos meses la escena hubiera sido impensable.
En Renault llevan trabajando desde enero en poder ganarle algún caballo a su motor RS27, el motor congelado en evolución por orden de la FIA (al igual que el de el resto de equipos) que siempre ha tenido retraso respecto a sus rivales. Ahora, a través de nuevos mapas de potencia integrados en la nueva centralita estándar y con un trabajo exhaustivo de los sistemas de refrigeración, parece que Renault va a poder obtener unos mínimos caballos de ganancia. Hablamos de entre 3 y 5, aunque pueden resultar vitales.
Los expertos de motores de Renault cifran el progreso total del año en tres décimas de mejora por vuelta, aunque eso es algo que el resto de equipos también consigue. Quizás el año próximo la FIA acceda a una revisión de la norma para igualar a los equipos que más dificultades tienen, como Renault y Toyota. Hasta entonces, habrá que conformarse con lograr pequeños pasos que los acerquen a los grandes.
Renault arrastra un problema con esta congelación de motores, ya que cuando la evolución era libre eran la marca que mejor desarrollaba mejoras durante la temporada. Eran las famosas especificaciones de antaño, pero ahora deben adaptarse a los nuevos reglamentos, aunque parece que el paso adelante será importante en las próximas carreras.
Fuente Marca.