"El coche eléctrico no se impondrá si es a costa de dejar a los europeos sin trabajo": Alemania y Francia empiezan a ir en contra de la prohibición del coche gasolina en 2035
14 junio 2025
En 2035, según la legislación europea, ya
no se podrán vender coches nuevos con motor de gasolina o diésel. La fecha se ha convertido en inamovible para unos, y sólo un objetivo para otros. Entre medias,
Alemania y Francia empiezan a plantearse si una prohibición
de facto pura y simple de coches con este tipo de motorizaciones no sería finalmente
una mala idea.
La asociación alemana de la industria automovilística (
VDA) ha instado a los responsables políticos de Bruselas y Berlín a permitir "flexibilidad y apertura tecnológica" para cumplir los objetivos climáticos, y para lograrlo han
pedido la anulación de la prohibición de la venta de nuevos modelos de coche de gasolina y diésel a partir de 2035. Mientras tanto, el
Gobierno francés se muestra dispuesto a ser flexible con la fecha de 2035.
La prohibición de los coches gasolina en 2035 se está agrietando
La
propuesta estrella de la VDA implica sustituir el requisito de cero emisiones de 2035 por un objetivo de
reducción de las emisiones del 90%. El 10% restante, argumenta la VDA, se podrían "compensar con objetivos más ambiciosos en relación con la proporción de
combustibles renovables [los eFuels] en la Directiva sobre energías renovables".
Dado que las normas de la UE establecen un promedio en las emisiones de toda la flota de una marca, el cambio propuesto por la patronal alemana permitiría a las marcas seguir produciendo un número considerable de coches de gasolina o diésel, siempre y cuando que se compensen con modelos de bajas o nulas emisiones.
Por otra parte, el plan de la VDA sugiere que determinados modelos
híbridos enchufables sean considerados vehículos de “emisiones cero” a partir de 2035, "independientemente del combustible" que utilicen. En ese sentido, la propuesta de la patronal alemana hace suya la nomenclatura internacional,
como la china, en la que los PHEV y eléctricos de rango extendido con motor de gasolina como generador son considerados coches eléctricos.
La formación democristiana CDU del
canciller alemán, Friedrich Merz, rechaza de plano la eliminación progresiva de los motores de combustión. Sin embargo, su aliado en la coalición de gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD/S&D), lo ve de otra forma y apoya las normas de la UE en vigor.
La flexibilización de las normas que pide el VDA repercutiría negativamente en las emisiones de CO2, rebate el grupo de presión medioambiental
Transport & Environnement.
Se emitirían entre 0,5 y 1,4 gigatoneladas más de CO2, según los cálculos del lobby.
Mientras tanto, en
Francia, el Gobierno considera que el desplome de las ventas de coches nuevos en su país y en Europa, está en parte relacionada con el elevado precio de los coches eléctricos, más caros que sus versiones con motor de combustión interna. Si el coche eléctrico despegara demasiado deprisa, se vería como una amenaza para el tejido industrial europeo y francés.
“Estoy dispuesto a reflexionar sobre una mayor flexibilidad”,
declaró el miércoles el Ministro de Industria, Marc Ferracci, a los diputados de la Comisión de Asuntos Económicos. Oficialmente, la posición de Francia sobre la fecha de 2035 no ha cambiado, París apoya este plazo. Pero la ralentización del crecimiento de las ventas de coches eléctricos y sus consecuencias sobre el tejido industrial hacen dudar al gobierno francés.
“La transición energética no será sostenible si se consigue a costa del empleo europeo”, subraya el Ministerio de Industria. No sólo sufren los fabricantes de automóviles, sino sobre todo la industria auxiliar.
Es algo que se aprecia en el peso de la mano de obra, por ejemplo. La mano de obra puede suponer hasta un 39 % del coste total de producción del coche, pero la del fabricante supone tan sólo entre un 10 y un 12% del coste total de producción, el mayor peso lo asume la industria auxiliar, sus proveedores.
Por ello, Francia pide en paralelo la introducción de un requisito mínimo de piezas de fabricación local en los coches a escala europea. Esta idea ha sido presentada por representantes de fabricantes de equipos auxiliares.
La razón por la que fabricantes, gobiernos y ONG han empezado a discutir sobre el objetivo de 2035 en estas fechas es porque en 2026 la Comisión Europea tiene
previsto aplicar la “cláusula de revisión”. En esta ocasión, las autoridades europeas deberán hacer balance con la industria del estado de avance y los obstáculos hacia la electrificación.
A tenor de las ventas de eléctricos en Europa, con diferencias tan dispares y a pesar de una remontada en los últimos meses, los fabricantes han casi todos abandonado la idea de vender sólo coches eléctricos.
Es muy posible, por tanto, que se acabe modificando la normativa y
se abandone la idea de una prohibición total.
En 2035, según la legislación europea, ya no se podrán vender coches nuevos con motor de gasolina o diésel. La fecha se ha convertido en inamovible para unos,...
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