Dejadme que reconduzca un poco el debate. Yo creo que todos o casi todos coincidimos en que debe de haber algunos límites porque si no, sería un desmadre.
Incluso en Alemania, los tramos de velocidad libre son relativamente escasos y, ni aún así, puedes correr siempre en ellos porque por alguna razón pueden estar limitados temporalmente.
Y para hacer respetar esos límites, nos guste o no, debe haber un elemento coercitivo. Que normalmente sería un radar en cualquiera de sus modalidades.
Sin discutir la existencia de esos límites, lo que se pide es que sean razonables y no necesariamente restrictivos, para que sean creíbles y, por tanto, exigibles.
Para conseguir eso, hay que tener en cuenta que en los últimos años los coches han ido evolucionando a mejor. Y si se decidiera apostar por las carreteras, manteniéndolas de forma correcta, apuesto a que también tendría una incidencia muy positiva sobre la siniestralidad.
Si un coche y un trazado, por diseño, permiten circular a 200 km/h, hacerlo a 120 km/h ya supone introducir un margen de seguridad más que conservador.
Encontrarte en un tramo de éstos una señal de 90 km/h no es creíble. Y éstos son los casos en que puedes caer en el radar.
Peor aún, si en ese trazado en el que sería esperable circular a 120 km/h en condiciones estandar, resulta que a más de 80 km/h es peligroso porque está en mal estado, cierto es que el conductor debe (debemos) adaptar nuestra velocidad a las circunstancias, pero eso no exime para que la administración tome medidas para que restaure las condiciones iniciales lo antes posible. ¡Cosa que hace tarde, mal y nunca!
Y los que no cumplen con su parte del compromiso, se permiten transpasarnos a nosotros, los ciudadanos, la responsabilidad de nuestra seguridad que obviamente debería ser compartida.
Me reitero y sostengo que los radares son principalmente un negocio para las administraciones. Que la velocidad elevada no es lo mismo que excesiva. Y, a las pruebas me remito, ni siquiera en España hay un problema de indisciplina generalizada en cuanto a la velocidad (cito el vídeo de Juan Carlos Toribio al comienzo) Ni siquiera los accidentes de tráfico (que siempre son trágicos, no lo discuto) son el mayor de nuestros problemas.
Nos manipulan haciéndonos creer que el problema es mucho mayor de lo que es en realidad: que si se pierden no sé cuantos millones al año, que si el fiscal de seguridad vial está hasta arriba de trabajo, que si en el hospital de parapléjicos de Toledo no dan abasto, que si la carrerita ésta de "Ponle freno" y tal... Pero, ¿qué nos están contando?
Simplemente me voy al INE (cuelgo aquí el enlace para que lo consultéis si queréis
https://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?tpx=55779#_tabs-tabla)
Tráfico - 760
Caídas accidentales - 1811
Ahogamiento - 1784
Otros accidentes - 1021
Suicidio - 1967
Entonces las muertes de tráfico son un drama nacional que debemos combatir con todos nuestros medios incluso sacrificando nuestra LIBERTAD para desplazarnos en nombre del interés general... ¿y luego nos importan un carajo los ahogados, los suicidas, los precipitados y demás fallecidos?
El argumento de que los radares salvan vidas no se sostiene por ningún sitio. Que no lo digo yo porque esté en contra de ellos sino porque analizando las cosas de manera rigurosa las cuentas no salen, porque no pueden salir. Las que tampoco salen son las económicas de la DGT porque no está nada claro que hacen con lo que recaudan por multas.
Lo que tenemos es lo que hay. Pero el cuento no nos lo tragamos.