Desguaces ilegales: Al otro lado de la ley
Los datos están sobre la mesa. Según el Ministerio de Medio Ambiente, de los 3.500
desguaces que existen en España,
la mayoría son ilegales (unos dos tercios), tanto desde el punto de vista ecológico como desde el punto de vista jurídico y administrativo.
Hasta la entrada de la nueva normativa europea, los desguaces basaban su actividad en la
chatarra o en la
venta de piezas de segunda mano. No estaban obligados a rendir cuentas sobre cómo gestionaban los residuos, sobre todo los productos tóxicos y contaminantes.
Es decir, que en la mayoría de los casos estos residuos acababan siendo abandonados o vertidos en los alcantarillados, con destino a los ríos, mares u océanos. Lo que suponía un atentado fragrante contra el medio ambiente.
La situación empeoraba no sólo por el escaso control medioambiental de estas instalaciones, sino porque un gran número de ellas no eran legales.
Con la nueva ley, las cosas han cambiado en muchos aspectos. Primero, ha obligado al sector a una reconversión, en la que
se ha hecho imprescindible la homologación de los desguaces por la Dirección General de Medio Ambiente, convirtiéndose así en Centros Autorizados de Tratamiento de residuos de vehículos al final de su vida útil.
Esto ha supuesto para los propietarios tener que invertir grandes cantidades de dinero. La inversión media ha sido de unos
300.000 euros y el coste de la adaptación del sector ha estado cerca de los
100 millones de euros.
Por no hablar de la ampliación y especialización de las plantillas. Pero las ventajas están ahí, tal y como señalan los mismos empresarios, que consideran que así se lucha contra el intrusismo en el sector, ya que poner un desguace no es tan fácil como era antes.
Ya no se trata de cercar un terreno y comenzar a ejercer la actividad de cualquier modo, ahora se exigen
una serie de requisitos, entre ellos disponer del correspondiente permiso de apertura, tener la licencia de actividad de Industria, pero también la de Medio Ambiente.
Con estos requisitos, se contribuye tanto a la
sostenibilidad ambiental como a la lucha contra las instalaciones fraudulentas. En lo que llevamos de año, la policía ha desmantelado en todo el país un buen número de desguaces que servían de tapadera a las mafias internacionales para el tráfico de vehículos robados o piezas con destinos como África o Europa del Este.
Y es que para poder estar al frente de un desguace, hay que tener los papeles en regla. Es necesario que los empresarios cumplan con la normativa sanitaria y medioambiental, y adecuen sus instalaciones con zonas de almacenaje de pavimento impermeable, equipos para tratar aguas residuales, zonas de descontaminación cubiertas, contenedores adecuados para el almacenamiento de las baterías... Trabajo no les va a faltar.
Según el plan del Gobierno, referente al cumplimiento de la legislación europea en materia de desguace, serán necesarios 1.085 C.A.T., así como tres fragmentadoras, para poder gestionar el casi millón de vehículos que son retirados de la circulación cada año.
No sólo eso. Por ley, los propietarios deberán
gestionar la baja del vehículo a través de los C.A.T. y los vehículos abandonados en la vía pública o en el campo deberán ser recogidos y llevados obligatoriamente a dichos centros.
Acabar con los cientos de desguaces ilegales que pueblan extensas zonas (se calcula que la actividad de desguace ordinaria requiere de aproximadamente unos 15.000 metros cuadrados) no será tarea fácil, pero la ofensiva ya lleva años en marcha con muy buenos resultados.
La actividad del desguace está consiguiendo
profesionalizarse como industria y su compromiso con el reciclaje y la reutilización alcanzará, si se cumplen los propósitos y las predicciones de la normativa europea,
el 95% del peso del vehículo en 2015. Sin olvidar que los procesos de reciclaje están consiguiendo resultados asombrosos.
Por poner un solo ejemplo, la Federación Española de Reciclaje (FER), la Asociación para el Tratamiento Medioambiental de los Vehículos Fuera de Uso (Sigrauto) y la patronal cementera Oficemen han puesto en marcha una iniciativa que persigue utilizar los residuos no reciclables en la producción de cemento.
Se sustituiría así a los combustibles fósiles, recursos que no son inagotables y que cada vez resultan más caros. Y es que con este proceso existe la posibilidad de
convertir las 120.000 toneladas de residuos que se producen al año en una fuente de energía alternativa a la convencional. Algo en lo que países como Francia, Alemania y Holanda llevan la delantera. España todavía está calentando motores.
En cualquier caso, desde
Desguaces.net recomendamos que antes de realizar cualquier tipo de transacción relacionada con la baja de un vehículo o con la compra de
recambios de segunda mano, es importante que nos aseguremos de que se trata de una empresa de desguaces legal, con todas las certificaciones correspondientes homologadas.
Se trata no sólo de luchar contra las instalaciones ilegales que tanta mala fama dan al sector, sino también de evitar formar parte de una estafa, delito o engaño.
Más información en:
http://www.desguaces.net/desguacepedia/desguaces-ilegales#ixzz2wci3YZhq