JORGE GOMEZ
@Yuri_HSI
Hace ya mucho tiempo que algunos dijimos que la estrategia chino-rusa consistía en generar conflictos en varios lugares del planeta para intentar dividir las fuerzas de Estados Unidos. Lo que nadie pensó es que EEUU también sabe hacer lo mismo que ellos y que ahora en Siria se ha producido algo que nadie pensaba, en tan solo 15 días ha caído el dictador sanguinario. Y muchos analistas no dicen ni un palabra al respecto de la retirada de las fuerzas sirias, de la retirada a la carrera, incluido el abandono de una base naval de los rusos, y de la importancia que tenían en la zona las acciones de Wagner, algo que no han podido recomponer después de la muerte de Prigodzhin.
Cuando el error es de EEUU o de la UE se producen reacciones y análisis o comentarios de inmediato, cuando es Rusia la que comete los errores o sale corriendo no se producen los mismos análisis. Parece que la balanza siempre está inclinada hacia el mismo lado.
Desde que se han intensificado los enfrentamientos entre los dos bloques hay una parte de analistas que dieron por muerto a EEUU, sin pensar en el gran potencial económico y militar que poseen, en algo que diríamos que se corresponde más con los deseos que con la realidad. EEUU no va a ceder su puesto de primera potencia mundial y su capacidad de plantear batalla a China o a Rusia es mucho mayor de lo que muchos quieren o pretenden plantear. El tiempo, afortunadamente, es el juez más implacable y las hemerotecas dejan por escrito lo opinado para la eternidad.