cybermad
Clan Leader
Conducir al Amanecer: Ruta circular por la Sierra Oeste de Madrid y Ávila con Alpine
Hay que empezar el finde de semana con buen pié, y además a quién madruga Dios le ayuda. Nos aplicamos ambas cosas y os proponemos una ruta deliciosa para hacer en tres horitas un Sábado por la mañana. Nos lleva un Alpine cedido por la marca, ¿te vienes?
20 marzo 2022
Lo normal -y lo fácil- es salir a dar una vuelta con los amiguetes por las carreteras de siempre, las que conocemos todos y que nos quedan relativamente cerca. También se da el caso de nuevos aficionados que se están iniciando en este mundillo y no saben muy bien por dónde poner a rodar la máquina que se han comprado. Y bueno, también pasa que cuando uno quiere sencillamente salir sólo, sea curtido o neófito, no sabe muy bien como hilvanar los distintos puntos del mapa por los que le gustaría pasar. La semana es dura y a menudo nos deja el cerebro como una pasa.
Incluso, una vez que se ha elegido la ruta, si se se va por intuición o recomendación puede que al final consideremos que hemos perdido el tiempo. ¿Y si nos equivocamos? ¿Y si aquel conocido que nos dijo no tiene la misma idea de lo que es una buena carretera que nosotros? Un poco con todo esto en mente es por lo que se nos ocurrió lanzar esta serie de reportajes que comenzamos hoy. La idea es no sólo crear itinerarios que se puedan navegar fácilmente a través de Google Maps o Roadstr (si no habéis probado esta app no dejéis de descargarla), si no enseñároslos antes para que podáis decidir de antemano si queréis recorrerlos o no.
Vale nos vamos de ruta pero… ¿Y en qué coche vamos?
Respecto a las monturas que utilizaremos para grabar, hemos optado por los nuevos Alpine A110. Máquinas bonitas, efectivas y de corte indudablemente clásico. Para esta primera entrega tenemos un A110 Pure, la variante más sencilla; pero ojo que, para el que escribe, fan como sabéis de los hierros viejos, es el más atractivo de la gama. Aun a riesgo de abusar de Saint-Exupery, lo esencial es invisible a los ojos.
Nuestra unidad trae como equipamiento opcional sólo los baquets, y carece de cosas como sensores de aparcamiento, hoy en día ubicuos. Tiene la tecnología justa para no ser anacrónico, como por ejemplo el cambio robotizado, pero a los mandos se tiene la sensación de ir en un coche y no en una nave espacial. Y fijaos en ese color, y en esas llantas de pequeño diámetro rematadas con neumáticos con balón. ¡Cómo manda la tradición!
Volviendo al aviador y escritor, lo verdaderamente especial de este coche es su conducción. Sin animo de dar más la brasa -ya intenté transmitiros mis sensaciones en esta prueba-, nada más decir que en este caso concreto me sentí más que nunca como en un clásico. ‘Youngtimer’, por supuesto, pero la misma complicidad, el mismo respeto, el mismo reconocimiento y cuidado mutuo. En definitiva, el mismo baile, porque el automóvil siempre ha sido el mismo, por mucho que ahora nos intenten vender otra cosa. El A110, desde mi punto de vista, es fiel a esta premisa. Hasta luego bazofia tecnológica y equipamiento innecesario, hola a lo auténtico. Al menos en un auto de este perfil.
Carreteras bonitas de la Sierra Oeste: Un viaje por etapas
Bien, la idea, para que no perdáis más tiempo del necesario si no os interesa, es la siguiente: Ahora, al principio, os dejo los mapas, tanto de Google (que lamentablemente no permite activar la navegación) como de Roadstr, y un ejemplo del tipo de carreteras a las que llegaremos para ver si os engancha. En este caso el fragmento elegido es algo así como el bonus track de la ruta, el añadido al itinerario en el caso de que queráis desayunar o tomar el aperitivo en Ávila en lugar de volver directamente a Madrid.
*Sube bien el volumen para escuchar el coche.
La otra cosa que os ruego que consideréis de antemano es que en fotografía y vídeo existe una cosa llamada profundidad de campo. Habrá partes de los vídeos que digáis estos tíos van a toda velocidad, pero os prevengo de que esa impresión es engañosa: Al haber grabado a 20mm todo parece más profundo, más largo de lo que es, y por eso parece que avanzamos más deprisa. Es decir, esto no es ni de lejos un rendez-vous en París; en realidad, íbamos mucho más tranquilos de lo que parece.
*Pulsad aquí –> para cargar el mapa de Google, y —> aquí para el de Roadstr. Google no me deja añadir el extra hacia Ávila, atentos a las indicaciones más abajo si escogéis este mapa. Y buenos, atentos en general, que ya sabéis que los navegadores os la pueden liar bien…
Etapa 1: Carretera M-522 a Quijorna
Pongamos que empezamos el itinerario saliendo hacia Quijorna desde la carretera de los pantanos, la M-501, viniendo por ejemplo de Brunete o de Boadilla. Entramos entonces en una calzada medianamente rápida que discurre entre encinares. Si al llegar arriba miráis a la izquierda, veréis el bonito emplazamiento en el que se encuentra el pueblo, al pie de suaves montañas. Esta primera y corta etapa no es más que el preludio de calentamiento de lo que está por venir, que iremos recorriendo a un ritmo de creciente intensidad.
Etapa 2: Quijorna – Navalagamella, por el Puerto
Al salir de Quijorna empieza realmente la diversión. Primero seguiremos llaneando pero, poco a poco, iremos trepando. Tras una curva a derechas bajo las encinas empezamos a subir por el puerto. No es empinadísimo porque, de nuevo, y en su estilo, es medianamente dinámico. Un lugar en el que disfrutar de las prestaciones -y el sonido- de la mecánica y de las bondades del chasis de la máquina que llevemos.
Etapa 3: Navalagamella – Fresnedillas de la Oliva
Esta stage empieza con unas curvas con bastante mala baba. Las he recorrido miles de veces, con diferentes coches y motos, de subida y de bajada, y el resultado siempre es el mismo: Aunque bonitas, no son bonitas de hacer. Aconsejo tomarlas con calma intentando mirar a la derecha, donde veréis un precioso valle. Una vez superados estos primeros virajes, adelante con confianza. Si medís bien, y siempre con seguridad, la carretera es divertida y variada.
Hay que empezar el finde de semana con buen pié, y además a quién madruga Dios le ayuda. Nos aplicamos ambas cosas y os proponemos una ruta deliciosa para hacer en tres horitas un Sábado por la mañana. Nos lleva un Alpine cedido por la marca, ¿te vienes?
20 marzo 2022

Lo normal -y lo fácil- es salir a dar una vuelta con los amiguetes por las carreteras de siempre, las que conocemos todos y que nos quedan relativamente cerca. También se da el caso de nuevos aficionados que se están iniciando en este mundillo y no saben muy bien por dónde poner a rodar la máquina que se han comprado. Y bueno, también pasa que cuando uno quiere sencillamente salir sólo, sea curtido o neófito, no sabe muy bien como hilvanar los distintos puntos del mapa por los que le gustaría pasar. La semana es dura y a menudo nos deja el cerebro como una pasa.
Incluso, una vez que se ha elegido la ruta, si se se va por intuición o recomendación puede que al final consideremos que hemos perdido el tiempo. ¿Y si nos equivocamos? ¿Y si aquel conocido que nos dijo no tiene la misma idea de lo que es una buena carretera que nosotros? Un poco con todo esto en mente es por lo que se nos ocurrió lanzar esta serie de reportajes que comenzamos hoy. La idea es no sólo crear itinerarios que se puedan navegar fácilmente a través de Google Maps o Roadstr (si no habéis probado esta app no dejéis de descargarla), si no enseñároslos antes para que podáis decidir de antemano si queréis recorrerlos o no.

Vale nos vamos de ruta pero… ¿Y en qué coche vamos?
Respecto a las monturas que utilizaremos para grabar, hemos optado por los nuevos Alpine A110. Máquinas bonitas, efectivas y de corte indudablemente clásico. Para esta primera entrega tenemos un A110 Pure, la variante más sencilla; pero ojo que, para el que escribe, fan como sabéis de los hierros viejos, es el más atractivo de la gama. Aun a riesgo de abusar de Saint-Exupery, lo esencial es invisible a los ojos.
Nuestra unidad trae como equipamiento opcional sólo los baquets, y carece de cosas como sensores de aparcamiento, hoy en día ubicuos. Tiene la tecnología justa para no ser anacrónico, como por ejemplo el cambio robotizado, pero a los mandos se tiene la sensación de ir en un coche y no en una nave espacial. Y fijaos en ese color, y en esas llantas de pequeño diámetro rematadas con neumáticos con balón. ¡Cómo manda la tradición!

Volviendo al aviador y escritor, lo verdaderamente especial de este coche es su conducción. Sin animo de dar más la brasa -ya intenté transmitiros mis sensaciones en esta prueba-, nada más decir que en este caso concreto me sentí más que nunca como en un clásico. ‘Youngtimer’, por supuesto, pero la misma complicidad, el mismo respeto, el mismo reconocimiento y cuidado mutuo. En definitiva, el mismo baile, porque el automóvil siempre ha sido el mismo, por mucho que ahora nos intenten vender otra cosa. El A110, desde mi punto de vista, es fiel a esta premisa. Hasta luego bazofia tecnológica y equipamiento innecesario, hola a lo auténtico. Al menos en un auto de este perfil.
Carreteras bonitas de la Sierra Oeste: Un viaje por etapas
Bien, la idea, para que no perdáis más tiempo del necesario si no os interesa, es la siguiente: Ahora, al principio, os dejo los mapas, tanto de Google (que lamentablemente no permite activar la navegación) como de Roadstr, y un ejemplo del tipo de carreteras a las que llegaremos para ver si os engancha. En este caso el fragmento elegido es algo así como el bonus track de la ruta, el añadido al itinerario en el caso de que queráis desayunar o tomar el aperitivo en Ávila en lugar de volver directamente a Madrid.
*Sube bien el volumen para escuchar el coche.
La otra cosa que os ruego que consideréis de antemano es que en fotografía y vídeo existe una cosa llamada profundidad de campo. Habrá partes de los vídeos que digáis estos tíos van a toda velocidad, pero os prevengo de que esa impresión es engañosa: Al haber grabado a 20mm todo parece más profundo, más largo de lo que es, y por eso parece que avanzamos más deprisa. Es decir, esto no es ni de lejos un rendez-vous en París; en realidad, íbamos mucho más tranquilos de lo que parece.


*Pulsad aquí –> para cargar el mapa de Google, y —> aquí para el de Roadstr. Google no me deja añadir el extra hacia Ávila, atentos a las indicaciones más abajo si escogéis este mapa. Y buenos, atentos en general, que ya sabéis que los navegadores os la pueden liar bien…
Etapa 1: Carretera M-522 a Quijorna
Pongamos que empezamos el itinerario saliendo hacia Quijorna desde la carretera de los pantanos, la M-501, viniendo por ejemplo de Brunete o de Boadilla. Entramos entonces en una calzada medianamente rápida que discurre entre encinares. Si al llegar arriba miráis a la izquierda, veréis el bonito emplazamiento en el que se encuentra el pueblo, al pie de suaves montañas. Esta primera y corta etapa no es más que el preludio de calentamiento de lo que está por venir, que iremos recorriendo a un ritmo de creciente intensidad.
Etapa 2: Quijorna – Navalagamella, por el Puerto
Al salir de Quijorna empieza realmente la diversión. Primero seguiremos llaneando pero, poco a poco, iremos trepando. Tras una curva a derechas bajo las encinas empezamos a subir por el puerto. No es empinadísimo porque, de nuevo, y en su estilo, es medianamente dinámico. Un lugar en el que disfrutar de las prestaciones -y el sonido- de la mecánica y de las bondades del chasis de la máquina que llevemos.
Etapa 3: Navalagamella – Fresnedillas de la Oliva
Esta stage empieza con unas curvas con bastante mala baba. Las he recorrido miles de veces, con diferentes coches y motos, de subida y de bajada, y el resultado siempre es el mismo: Aunque bonitas, no son bonitas de hacer. Aconsejo tomarlas con calma intentando mirar a la derecha, donde veréis un precioso valle. Una vez superados estos primeros virajes, adelante con confianza. Si medís bien, y siempre con seguridad, la carretera es divertida y variada.