No fue la edición soñada para el
Ferrari de
Miguel Molina, Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen; ni siquiera antes de saber lo que estaba por venir.
Con media carrera por delante, el 499P #50 de Maranello lideraba; pero fue sancionado con un
drive through después de que el piloto danés no aflojase durante un periodo de banderas amarillas. Ese detalle les alejaba de la lucha por la victoria y les condenaba a una cuarta posición, que no fue su peor castigo en estas
24 Horas de Le Mans. Porque el verdadero golpe llegó en la noche del lunes, cuando los comisarios anunciaron
la descalificación del monoplaza tras identificar irregularidades en su alerón trasero.
La inspección técnica de los coches identificó una infracción técnica.
“El soporte del alerón trasero no cumplía con la prueba de deflexión”, se especificaba en el documento en el que se convocaba a un representante del equipo ante los comisarios. Los de
Maranello acudieron a su cita pero tras las escuchas, la decisión de la
FIA no se rebajó: el
499P de
Molina, Fuoco y Nielsen era descalificado y perdía la cuarta posición en la que vio meta, por no superar la prueba de carga del alerón trasero.