Wayne Rainey monta de nuevo en su Yamaha YZR500 casi tres décadas después de su fatídico accidente El 'Goodwood Festival of Speed' será el marco elegido para ello Rainey se reencontrará con la moto que le llevó a la gloria y con la que logró alzarse con tres títulos mundiales de la categoría reina... Y que a su vez fue juez y parte en su trágico accidente en Misano de 1993 con las consecuencias que ya todos conocemos. WAYNE RAINEY YAMAHA YZR500 Casi tres décadas han pasado ya desde que Wayne Rainey nos hizo encoger el alma con aquel fatídico accidente acontecido en el GP de Misano de 1993, cuando lideraba la carrera por delante de su compañero de equipo Luca Cadalora. Hasta ese momento el piloto californiano había logrado tres títulos mundiales consecutivos en la categoría reina y se postulaba como favorito para la cuarta corona a los mandos de su Yamaha YZR500 decorada con la ya mítica librea de Marlboro. Aquella caída le supuso la fractura de la sexta vértebra y lo postró en una silla de ruedas para siempre, pero eso no ha impedido al estadunidense mantener la ilusión y seguir ligado directamente con el mundo de la competición. Actualmente cuenta como embajador de Moto GP y es el presidente de la MotoAmerica, la organización más importante en cuanto a competiciones de las dos ruedas se refiere en EEUU. Wayne Rainey en su casa con sus Yamaha YZR500 Pero Rainey hoy es noticia porque hemos conocido por medio de nuestros compañeros de Cycleworld, que el piloto estadunidense volverá a subirse a la moto de su vida, la Yamaha YZR500 de 1992 en el festival 'Goodwood Festival of Speed', que se celebrará entre el 23 y el 26 de junio en la Goodwood House, propiedad del duque Charles Henry Gordon-Lennox, situada en el condado de West Sussex al sureste de Inglaterra. Este evento es considerado uno de los mayores y de más nivel dentro del mundo de la automoción, tanto por los personajes del deporte que allí se dan cita como por los vehículos que se pueden ver. Automóviles clásicos, F1 y motocicletas como la Yamaha YZR500, son parte del plantel que hará el deleite de los aficionados en la muestra y además habrá exhibiciones de estos con pilotos legendarios como nuestro protagonista de hoy, que en palabras de la organización encaja con el lema de este año: "Los innovadores: mentes maestras de la automoción". Pero para que Rainey pueda volver a pilotar su amada 500 cc Yamaha ha tenido que adaptar tanto la mecánica de la moto como algunos de sus componentes, entre los que se incluyen la caja de cambios y la frenada, y claro, el americano no puede estar más contento con ello tal y como ha declarado el mismo: "Estoy increíblemente emocionado no solo de asistir a mi primer Festival de la Velocidad de Goodwood este verano, sino también de estar montando mi Yamaha YZR500 de 1992 en la famosa subida de la colina". Wayne Rainey con la GPZ 750 de 1983 "Realmente es una oportunidad única en la vida y una que no podía dejar pasar. Quiero agradecer a Yamaha Motor Company por preparar mi YZR500 de 1992 y adaptarla para que la condujera, a MotoAmerica por ayudarme a hacer que todo el proyecto volara y al Duque de Richmond por hacer que esto sea una realidad. No veo la hora de conocer a los fans que vienen de todo el mundo para el Goodwood Festival of Speed". Recordemos que no es la primera vez que Rainey se sube a una moto tras su accidente de 1993. En 2019, gracias al trabajo que realizó la marca nipona sobre una Yamaha YZF-R1, el piloto norteamericano volvió a sentir que es pilotar una moto en el circuito de Willow Springs en su California natal, hecho que se repitió poco después y junto a algunos de sus rivales y amigos de su época como piloto profesional, Kenny Roberts y Eddie Lawsonen el festival 'Sound of Engine' acontecido en Suzuka.
Muy grande Rainey y toda aquella generación de domadores de caballos salvajes. Cierro los ojos y escucho esos dos tiempos de 500cc aullando, la voz de Requena con sonido “telefónico” y los comentarios de Nieto…. Si era de madrugada mejor todavía. No se si será la mejor época, pero para mí fue la más bonita.
Era tan bueno que hacia aburridas muchas de las carreras, salvo cuando aparecía el "pajarito" a ponérselo difícil... Aún recuerdo aquel domingo de carreras cuando vi acabarse su carrera en directo
