*NANO*
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El Stop-Start vuelve a levantar polémica: Esta agencia de EE UU dice que va a "arreglarlo"
El máximo responsable de la EPA, la agencia que decide sobre las emisiones de los vehículos en Norteamérica, se explaya a gusto en las redes sociales contra esta tecnología que ya forma parte de todo coche moderno.
La tecnología Stop-Start es, de entre todas las estrategias que utilizan los fabricantes para ahorrar combustible y rebajar emisiones, una de las más polémicas. Y ahora, el administrador de la EPA Lee Zeldin lo ha puesto en el punto de mira con la publicación que realizó el pasado lunes en su cuenta de X.
Por desgracia, todavía no se conocen más detalles sobre lo que quiere decir Zeldin con "arreglarlo", y por el momento desde la EPA no han declarado nada más al respecto. Road & Track intentó contactar con esta agencia, si bien todavía no ha recibido una respuesta.
En su publicación, Zeldin afirma que los fabricantes "se ganan la medallita" al incluir el Stop-Start en sus vehículos. Pero, aunque no sea técnicamente lo mismo, la propia EPA ofrece a los fabricantes los llamados créditos pasivos que incentivan el uso de esta tecnología, entre otras, para reducir los niveles de emisiones. En su sitio web, la EPA habla así del Stop-Start:
"Los sistemas Stop-Start (a veces llamados Idle-Stop, Smart Start o cualquier otro nombre específico por los fabricantes) ahorran combustible al apagar el motor cuando el vehículo se detiene y, automáticamente, lo vuelven a arrancar cuando pisas el acelerador. El Stop-Start puede mejorar el consumo entre un 4% y un 5% y proporciona su mayor beneficio en situaciones como los arranques y paradas de la conducción urbana donde el motor, de otro modo, se mantendría al ralentí".
¿Pero el Stop-Start puede reducir de verdad el consumo? Un experimento real firmado por Jason Fenske en Enginnering Explained mostró en su día que sí existe ese beneficio cuando el coche permanece parado por largos periodos de tiempo, como por ejemplo en un semáforo en rojo que se alarga. Sin embargo, cuando se trata de detenciones más breves, ese beneficio se desvanece.
También cabe mencionar que no todos los sistemas Stop-Start son iguales. La mayoría de los que equipan los motores de combustión cortan la ignición cuando el coche se para del todo, y vuelven a arrancar cuando se levanta el pie del freno para moverse de nuevo. En cambio, los vehículos híbridos ligeros van un paso más allá y apagan el motor para aprovechar la inercia antes de la detención, eliminando la abrupta sensación del motor que se para de repente.
Estos mismos vehículos híbridos también suelen ofrecer un arranque más suave, ya que sus propulsores eléctricos ayudan en el primer impulso, dando una oportunidad al motor principal para ponerse en marcha cuando el coche ya está en movimiento. Muchos híbridos e híbridos ligeros llegan a apagar el motor también mientras ruedan con la inercia, ahorrando más combustible en silencio.
Todavía no está claro a dónde conducirá esta nueva polémica ya que, incluso en el supuesto de que la EPA elimine cualquier incentivo para incluir el Stop-Start en los coches, no está garantizado que los fabricantes abandonen esta tecnología.
Hoy por hoy, los fabricantes de automóviles no están obligados a incluir Stop-Start en sus modelos, y prácticamente cualquier coche a la venta en la actualidad permite desconectarlo. La única molestia, comentada hasta la saciedad por los conductores, es que en la mayoría de coches es obligatorio pulsar el botón de desconexión cada vez que se arranca el motor, ya que por defecto permanece siempre activado.