alvaro320
Interceptor
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La generación "i" de BMW ya está aquí. A partir del 14 de noviembre arranca oficialmente la comercialización del primer eléctrico de la firma alemana, el i3. Desde luego ha empezado con buen píe a juzgar por los más de 8.000 pedidos registrados en el periodo de preventa, por lo que podría convertirse en un duro rival para el líder actual, elNissan Leaf.
Durante la presentación internacional en Ámsterdam, BMW puso a disposición de los medios varias unidades del i3, siempre en su versión sencilla sin el generador adicional alimentado por gasolina. Quizás la ciudad holandesa esté mucho más preparada para este tipo de automóviles que cualquiera en España, lo que lógicamente condicionará su éxito.
Por diseño y presentación, materiales empleados o su concepto, el i3 se aleja mucho del típico coche sobrio fabricado por BMW. Al igual que el modelo de Nissan, tiene un diseño propio fácilmente reconocible entre el tráfico y lo aleja de los anteriores BMW Active E desarrollados sobre el Serie 1 Coupé.
Si quieres conocer todos los detalles del nuevo polivalente eléctrico, sólo tienes que dar el salto y seguir leyendo. ¿Sorprenderá? ¿Aporta algo nuevo y diferente al segmento?

Introducción
El i3 es un vehículo que ha tardado bastante en su gestación. Sus particularidades han requerido esfuerzos especiales por parte de BMW en todo su desarrollo. Para que te hagas una idea, el "Project i" se activó en 2007 y no es hasta ahora, finales del 2013, cuando llegarán las primeras unidades a los concesionarios.
El primer BMW i sin embargo no es el primer vehículo eléctrico del Grupo. La firma ha aprendido mucho de los Active E y los MINI eléctricos, de modo que se han mejorado aquellos problemas iniciales, apostando por ofrecer un producto más completo e interesante tanto para los particulares como para las empresas. A lo largo de la experiencia eléctrica de BMW, se han recorrido más de 32 millones de kilómetros y han participado más de mil personas, lo que ya dice mucho de la envergadura del proyecto.
Con el nuevo i3, nace la nueva marca BMW i y también sale el primer vehículo eléctrico vendido en grandes series del grupo. Tanto por diseño como por concepto, nada tiene que ver con el resto de modelos ofertados en la gama BMW tradicional.
Desde el principio, el i3 ha sido concebido para la movilidad eléctrica. Esto implica que se hayan utilizado materiales poco habituales, se haya buscado una diferenciación estética y se incluyan soluciones anteriormente no vistas en la marca.

Diseño personal
Exótico y diferente. Así es el nuevo i3 de BMW, un vehículo reconocible al primer vistazo
Estéticamente el i3 es un coche diferente. Calificarlo de bonito o feo es una cuestión muy personal, pero creo que a todo el mundo le resultará raro y distinto. El frontal es posiblemente la zona más emparentada con el "gen BMW". Los riñones de su calandra y el logotipo lucen en un conjunto bicolor atractivo y más agraciado al natural que en foto.
Saliendo de esta vista frontal, todo es distinto. El perfil está marcado por las formas de las puertas posteriores, de apertura en sentido contrario a la marcha como en el MINI Clubman, y las enormes llantas de aleación de 19 pulgadas montadas sobre unos estrechos neumáticos eficientes. La caída del techo, muy marcada y que dibuja las formas del tercer cristal lateral, son otras señas de identidad.
Y en cuanto a la zaga, es raro haya donde se mire. El portón va en negro y casi consigue esconder los grupos ópticos con tecnología LED. Sólo la parte inferior del paragolpes recibe el color elegido por el cliente, siendo el negro el tono predominante.
Dependiendo de la tonalidad elegida, el BMW i3 puede contar con ciertos detalles pintados en azul que tratan de añadir ese toque "ecológico" que tanto gusta a los usuarios de este tipo de vehículos. Para que no quede raro y combine, sólo se incluye sin coste en los tonos más clásicos y neutros (no pega la mezcla de naranja y azul por ejemplo).

Interior
El habitáculo del i3 es atractivo. Tiene un toque futurista impreso en cada detalle, pero no resulta excesivo y resulta sencillo en su manipulación. La palanca de cambios va situada en la propia caña de dirección y quizás sea el elemento al que más puedas tardar en acostumbrarte.
Para mostrar cualquier información, BMW ha confiado en dos pantallas LCD. La situada justo frente al conductor muestra los datos de velocidad, ordenador de viaje, nivel de batería, modo de conducción, etc. Es una instrumentación convencional adaptada al sistema eléctrico. En la pantalla de la consola central, más grande, se visualizan el navegador, radio y dispositivos auxiliares, acceso a internet, un ordenador de viaje más completo, etc.
El sistema de navegación, de serie en todos los i3, es específico y adaptado a las necesidades del modelo. Es capaz de recalcular las rutas para aumentar la autonomía en tiempo real, evitando zonas que podrían perjudicar el consumo. También aparecen los puntos de recarga más cercanos en los que se puede cargar y la distancia que puede alcanzar, sobre mapa, con la batería restante. Todo esto se controla desde un mando situado en la consola entre los asientos, intuitivo y similar al de otros BMW.
El sistema de climatización sólo cuenta con una zona, pero es automático y se adapta al tipo de vehículo que es. Por ejemplo en modo ECOPRO+ deja de funcionar y en modo ECOPRO lo hace gastando lo mínimo.
El freno de mano tiene accionamiento eléctrico. Esto permite que la consola inferior quede bastante libre y haya varios huecos porta-objetos, muy útiles en el día a día. También hay varios lugares para dejar refrescos o botellas pequeñas.


Habitabilidad
El i3 no es un coche grande y por tanto, el espacio disponible es limitado. Las plazas delanteras son amplias y no resulta agobiante pese a la buena altura al techo disponible no muy grande. El ancho, para ser un coche que podría catalogarse del segmento B, es holgado.
En las plazas posteriores la situación cambia algo. Yo, que mido 1,84 metros, sí tengo espacio para las piernas pero tampoco sobra. La anchura es limitada y la banqueta posterior, dividida en dos por un plástico, hace que el tamaño de cada banqueta sea algo justo. Además van situadas en una posición elevada.
La visibilidad es buena y los niños agradecerán las formas de las ventanillas traseras, rebajadas en altura y que les permitirá ver el exterior. Lo malo es que el acceso a estas plazas no es independiente, debiendo abrir primero las puertas delanteras y luego desbloquear las traseras.
La capacidad de maletero es justa. Parte de 260 litros que pueden ampliarse hasta los 1.100 abatiendo los asientos posteriores. Sin embargo el borde de carga está alto y para meter objetos pesados hay que realizar un sobre-esfuerzo.

Materiales y construcción
Aligerar el conjunto para reducir los consumos ha sido primordial. De ahí el uso de materiales como la fibra de carbono o el aluminio
Prácticamente todos los materiales empleados en el i3 tienen un enfoque ecológico. Desde la propia jaula de seguridad realizada en PRFC hasta el chasis de aluminio que permite hacerlo más ligero, todo ha sido pensado para una movilidad sostenible. Para la carrocería por ejemplo se emplea polímero reforzado con fibra de carbono y la elevada rigidez de esta permite que pueda carecer de pilar B, algo que facilita el acceso a las plazas posteriores. Parte de esa fibra queda visible al abrir las puertas como unión óptica entre el exterior e interior.
En el interior también se emplean materiales poco convencionales. Por ejemplo se han usado piel, madera veteada de eucalipto en color claro (opcional), lana y otros sometidos a tratamientos naturales. El soporte del tablero de instrumentos y los revestimientos de las puertas están realizados en fibra de cáñamo Kenaf. Son agradables al tacto y mejoran la impresión visual.