Ninguno. El haz de luz viene marcado por unos cortes o topes, que hacen que termine ahí. Es para que no se difumine más allá de los límites marcados. Por eso se ve claramente donde termina uno y donde empieza otro. El color azulado se debe a la acumulación de luz en el corte, producido por el reflector. Pasa también con el xenón.