Off Topic Hilo del seguimiento del conflicto entre Ucrania y Rusia. Año 3 Y 4

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Pokrovsk, a vista de dron: «Esos rusos ya no bailarán más»​

EL MUNDO acompaña a una unidad ucraniana mientras abate a sus enemigos​

  • El Mundo Primera Edición
  • 6 Nov 2025
  • FRENTE DE POKROVSK
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ALBERTO ROJAS‘Abogado’, sargento mayor de la unidad Peaky Blinders, a los mandos del puesto de coordinación de ataques de la unidad, a pocos kilómetros de Pokrovsk.


Una figura solitaria aparece en uno de sus monitores, caminando a ritmo de paseo junto a una línea de árboles, en plena mañana gris, avanzando hacia la destruida ciudad de Pokrovsk. En su ruta deja atrás cadáveres de compañeros que cayeron antes que él y a los que ni siquiera quiere mirar. La resolución del dron es tan precisa que podemos ver su expresión, la mochila cargada de víveres, el arma a la espalda, sus botas llenas de barro, sin que él sienta aún que le estamos observando. Si no supiéramos que es la nueva estrategia del Kremlin, enviar a sus militares uno a uno para infiltrarse en las líneas ucranianas, diríamos que el tipo se ha vuelto loco.
Estamos en una construcción rural destinada hasta hace unas semanas a guardar herramientas de labranza, pero tenemos delante un muro de pantallas, aparatos de comunicación, cascos, chalecos antibala, armas capturadas a los rusos, cajas de munición y un termo de café. A los mandos de ese Halcón Milenario de la guerra se sienta un antiguo abogado –de ahí su nombre de guerra– que ahora ejerce como ángel de la muerte, o sea, como coordinador de los equipos de drones que participan en la batalla de Pokrovsk, cuyo olor a ciudad quemada podemos paladear. Las normas son: modo avión en el teléfono y prohibido fotografiar las pantallas.
Nos reciben en una aldea cercana al frente, desértica y semidestruida, los Gostry Kartuzy, o traducido, los
Peaky Blinders, una de las unidades de drones más célebres (y letales) de la guerra de Ucrania. Todos sus miembros visten sus gorras planas al estilo de los hermanos Shelby, pero con tela de camuflaje multicam. Aquí manda Olexander Spitsyn, de nombre de guerra Zaliznyak, que es el líder de esta extraña band of brothers compuesta sólo por un grupo de amigos de Járkiv y fundada por su hermano Anton, muerto en combate.
Ahora toda la atención de la sala y del resto de posiciones se centra en ese soldado que avanza solo. «Es una rutina para ellos. Tratan de infiltrar a su gente todo el tiempo», dice Abogado. «Ya hemos liquidado a unos cuantos en esta ruta pero los siguen enviando por el mismo sitio», añade, mientras contacta con sus unidades en las cercanías usando la batería habitual de tacos irreproducibles y jerga militar. «Tenemos un pidar caminando hacia el foso antitanque. ¿Quién se encarga de él?».
En pocos segundos uno de ellos contesta y, en otra pantalla a su derecha, un operador nos muestra la imagen en primera persona del ataque, en tiempo real. El dron kamikaze busca su objetivo como un depredador. La radio crepita con mensajes nerviosos. «¡Lo veo!», grita alguien al otro lado de la línea. Cuando detectamos al soldado ruso ante el dron, él escucha el siniestro silbido de las hélices que le persigue. Entonces distinguimos su cara de pánico. Intenta correr hacia los árboles para esconderse. El dron pega en una rama y estalla.
El soldado ruso se ha salvado por ahora, pero de nuevo el dron espía lo detecta en las alturas. Ahora más apa
ratos se unen a la cacería. El tipo corre con todas sus fuerzas, mira arriba desesperado y vuelve a huir. Podemos ver su cara, cómo respira con dificultad, cómo trata de esconderse. «Lánzale una granada», ordena Abogado a otro operador. El ruso vuelve a moverse mientras el aparato lanza el explosivo y estalla a unos metros de él. La presa ahora permanece quieta. «¿Está muerto?», pregunta el operador. «Voy a ver por visión termal», dice Abogado. Entonces la pantalla pasa a monocromo.
El hombre, bajo un árbol, emite una huella blanca de calor entre el gris del bosque. «Está vivo, pero se está haciendo el muerto. Remátalo». Una segunda granada cae y esta no falla. Tanto Abogado como Zaliznyak gritan al unísono como los madridistas celebran un gol de Mbappe: «¡Davaiblyat!» («¡Vamos, j*der!»).Abogado ve nuestra cara de asombro, entre fascinados y aterrorizados, porque es la quinta muerte que presenciamos en tiempo real sólo en una hora y sólo en una pequeña fracción del frente, lleno de cadáveres boca arriba. «Estos ya no bailarán más», dice encogiéndose de hombros, como el funcionario que liquida a tiempo los asuntos del día.
–¿Esta táctica les funciona a los rusos?
–A ellos les da igual el número de muertos: envían soldados mañana, tarde y noche. A la mayoría los localizamos y los matamos rápido. Muy pocos consiguen llegar, pero al final consolidan posiciones.
No podemos seguir con la conversación porque uno de los recuadros del Gran Hermano de la guerra se ilumina en rojo: de nuevo, algo se está moviendo. Otro militar ruso trata de infiltrarse junto a un lago. Los abejorros zumban hacia el objetivo, que trata de esconderse en un agujero donde, atención, ¡hay otro ruso de un intento anterior! Ambos intentan correr cuando son detectados. «¡Dos pidars! [insulto ucraniano para los rusos] Ahora hay drones de varias unidades aquí», cuenta Abogado, que moviliza a los suyos por radio para que no dejen escapar a la presa.
Los dos hombres corren enloquecidos de un lado al otro, sin árboles para taparse, y acaban de nuevo en el mismo agujero sin salida. Cae una granada, no les da. Cae otra, tampoco... pero la tercera, de un piloto de los Peaky Blinders, los tumba a ambos. Cuando se disipa el humo, se aprecian los dos cuerpos inertes. Estallido de alegría en las líneas de comunicación. «Les hemos quitado los puntos a los Pájaros de Madyar y a Aquiles, dos de las unidades que compiten con nosotros», comenta orgulloso Zaliznyak. Se refiere a la gamificación de la guerra: los pilotos compiten por hacerse con el mejor material proporcionado por el Ministerio de Tecnología. Cada ruso que matan son 12 puntos. Los que más puntos consiguen reciben los drones más modernos. Sólo en septiembre han eliminado a 18.000 invasores registrados en vídeo gracias a esta competición.
– ¿Qué les pasaría si intentan rendirse antes de viajar a la muerte de esa manera?
–Desde que estamos aquí, ninguno lo ha intentado. Sabemos por nuestra Inteligencia que una vez que salen ya no pueden volver atrás. Si lo intentan, los suyos los fusilan al instante, igual que en la época de Stalin.
–¿Qué nos puedes decir de los soldados rusos a los que combatís?
–Son soldados fuertes. Te puedo enseñar un vídeo en el que uno de nuestros drones le arranca la pierna a un ruso; él se pone un torniquete y trata de derribar nuestro dron. Minutos después muere desangrado.
Después de asistir a una sesión de pornografía bélica, los Peaky Blinders nos ofrecen un café que podría firmar el mejor barista de Nápoles junto a una chimenea y una cachimba que circula entre los presentes. La conversación gira en torno al acto de matar, cosa que aquí se hace con largueza. Todo se resume en el lex talionis: ojo por ojo, sin arrepentimiento ni clemencia. Abogado se explica: –Nadie les ha invitado a venir. La mayoría son voluntarios que se han enrolado por dinero para matar y saquear.
–¿Qué culpa tiene la propaganda que consumen en su comportamiento?
–No es sólo la propaganda. El ciudadano ruso siempre será agresivo con Ucrania porque el imperialismo y el fascismo ruso van más allá de Putin. Es algo histórico.
Las tazas de café se rellenan varias veces mientras el sol desciende y una luz dorada se filtra por las ventanas entre el humo aromático de la cachimba. La extraña paz de ese salón, en el que se comparte una conversación tranquila sobre la guerra, contrasta con las detonaciones de artillería que hacen vibrar los cristales.
Por un momento, los presentes recuerdan en silencio a los compañeros que, en ese instante, luchan por su vida a unos kilómetros de allí, en algún lugar de las ruinas de Pokrovsk y Myrnograd, las dos ciudades que Rusia intenta capturar desde hace más de un año para antes del 15 de noviembre, la fecha límite marcada por Putin a sus generales. La diferencia de recursos humanos entre ambos ejércitos hace que la pregunta no sea si lograrán conquistarla, sino cuándo.
«Tenéis que iros ya. Por la noche los pidars sacan los drones con visión nocturna y atacan a los coches», dice Zaliznyak. En el camino de vuelta, a toda velocidad por sendas infames, recibimos otro mensaje de un operador de drones. «Yo no soy un asesino en serie, pero ¿por qué marchan ellos hacia su muerte?», se pregunta.

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El Gran Hermano de la guerra: EL MUNDO vive la batalla de Pokrovsk en tiempo real junto a los Peaky Blinders, una de las unidades que combaten a los rusos

Una figura solitaria aparece en uno de sus monitores, caminando a ritmo de paseo junto a una línea de árboles, en plena mañana gris, avanzando hacia la destruida ciudad de Pokrovsk
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Continuamos trabajando en la entrega de aviones de combate Gripen suecos a Ucrania.

En octubre, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, firmaron acuerdos que allanan el camino para la transferencia de los aviones a Ucrania.

Hoy, durante nuestra visita a Suecia, visitamos las instalaciones de Saab,

el fabricante del Gripen. Discutimos posibles vías de cooperación técnica con la dirección de la empresa y los próximos pasos para el suministro de los aviones a Ucrania. Los modernos cazas Gripen fortalecerán significativamente las capacidades de combate de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania y apoyarán la implementación de la Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Aviación según los estándares de la OTAN. Continuamos trabajando para acelerar su transferencia e integración en la Fuerza Aérea Ucraniana, de modo que los cazas Gripen puedan defender el espacio aéreo ucraniano a partir del próximo año.

 
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Denys Shmyhal

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El acuerdo político sobre el Mini-Ómnibus de Defensa marca otro hito hacia una Europa más fuerte y segura.
Ucrania celebra este paso, que abre la posibilidad de participar en el Fondo Europeo de Defensa (FED) de 7.300 millones de euros y de integrarse gradualmente en la Base Tecnológica e Industrial de Defensa Europea (BTID). Esta decisión refuerza la seguridad colectiva de Europa, su resiliencia industrial y nuestra capacidad conjunta para defender la paz. Agradecemos a
@vonderleyen
@KubiliusA el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE por impulsar esta iniciativa: un paso concreto hacia una Europa unida y capaz.
 
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Buenos días.
La picadora de orcos.
Pérdidas en combate del enemigo desde el 24 de febrero de 2022 hasta el 11 de noviembre de 2025.

 
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