Ferrari Meera S (1983): un one-off mitad Ferrari mitad Mazda RX-7 para el hijo del rey de Arabia Saudí 11 enero, 2022 Cuando dispones de un caudal económico tan grande como la familia real saudí, dueña de una de las mayores reservas de petróleo del mundo, puedes tener el coche que quieras, literalmente. Y tiene que ser precisamente un vehículo que esté en el mercado. Si no existe, pues te lo hacen. Y así lo hizo el rey de Arabia Saudí con este Ferrari Meera S, un one-off mitad Ferrari mitad Mazda RX-7 para su hijo. Dicho sea de paso, ya hay que tener mal gusto… pero, al final, no deja de ser un Ferrari único y exclusivo que saldrá a subasta el próximo 2 de febrero en RM Sotheby’s, en París. Ferrari Meera S: un one-off mitad Ferrari mitad Mazda RX-7 El Meera S fue un encargo del rey de Arabia Saudí para su hijo, el príncipe Saoud, con el nombre de la que era su mujer en aquel momento. Está basado en un Ferrari 400i, un coupé con motor V12 delantero lanzado en 1972 y diseñado por el legendario Giovanni Michelotti. Sin embargo, no parece que Michelotti fuera el responsable de esta obra, ya que el coche fue entregado en 1983 y el diseñador falleció en 1980. Así que, seguramente, el trabajo fuera liderado por su hijo, Edgardo Michelotti y el equipo de diseño que había trabajado con su padre. No obstante, sí es probable que Giovanni Michelotti sí tuviera tiempo de hacer algunos bocetos iniciales. Un prototipo único El encargo de la familia real saudí era hacer del Ferrari 400i una versión más radical y el resultado se asemeja bastante a un Mazda RX-7 de primera generación. Conserva el morro alargado y bajo, que alberga un motor v12 de 4.8 litros con 315 CV de potencia. También luce una rejilla frontal y unos faros escamoteables. Pero, aunque el frontal parece más deportivo que el modelo original, la zaga no está muy bien conseguida. Parece como si le hubieran añadido un tercer volumen, pero sin encajarlo perfectamente. Además, los grupos ópticos colocados demasiado abajo no parecen muy acertados. Dentro parece no haber recibido cambios, conservando la tapicería bicolor rojo y crudo, volante y salpicadero original. El aspecto del habitáculo no puede ser mejor, aunque hay que señalar que el coche fue sometido a una restauración en 2010. Se dice que el coche fue regalado por el comisionado real y que, más tarde, fue confiscado a un capo de la droga neerlandés. Nunca sabremos qué hay de cierto en esto. De lo que sí estamos seguro es de que el vehículo alcanzará una cifra alta en la subasta. Al fin y al cabo, no deja de ser un Ferrari único.
Un miembro de la realeza saudí pagó una fortuna para hacer que un Ferrari pareciera un RX7 por detrás 10 DE ENERO DE 2022 No existe el auto perfecto , así que cuando la gente normal como nosotros compramos uno nuevo, miramos cuánto dinero podemos juntar y vemos cuál hace la mayoría de las cosas bien, y la menos mal, para nuestro pan. Las cosas son ligeramente diferentes para los miembros de la familia real de Arabia Saudita. El presupuesto de su automóvil es efectivamente infinito, y si no pueden encontrar algo que cumpla con todos sus requisitos, en lugar de conformarse con el que está más cerca, simplemente le pagarán a alguien para que construya uno que sí lo haga. Y la realeza no identificada que encargó este Ferrari Meera S de 1983 obviamente quería desesperadamente hacer que un cupé de Ferrari pareciera una especie de Mazda RX-7 de primera generación al estilo del Grupo B. Comenzando con un Ferrari 400i , el cupé V12 con motor delantero lanzado originalmente en 1972 como el 365 GT4 2+2, la realeza enloquecida por los autos aparentemente encargó al legendario diseñador Giovanni Michelotti que transformara el GT de tres cajas en algo más radical. Al menos eso es según la información de cotización de RM Sotheby's, que subastará el automóvil en su venta de París el 2 de febrero . Pero Michelotti, quien fue responsable de varios Ferrari, Maserati y Triumph en las décadas de 1950, 1960 y 1970, murió en 1980 y este auto figura como modelo de 1983. Parece más probable que fuera el trabajo de su hijo, Edgardo, y el equipo de la casa de diseño de Michelotti que dejó atrás, en lugar del gran hombre mismo, aunque es posible que Giovanni haya trabajado en algunos bocetos preliminares. De cualquier manera, es un poco de una bolsa mixta. Se ve bastante elegante en la vista de perfil y mucho más deportivo que un Ferrari 400i estándar, aunque se parece mucho a un FB RX-7 que ha sido desviado hacia atrás, arrugando los paneles de los cuartos traseros. El morro cónico cae impresionantemente bajo considerando que el capó tiene que esconder un V12 de 4.8 litros y 311 hp (315 PS), y la parrilla con listones y las luces emergentes son puros años 80. Pero la parte trasera se ve simplemente extraña. El cuarteto de luces parece estar montado demasiado bajo, lo que hace que parezca un R33 Skyline GT-R que aterrizó en su techo después de que una maniobra de adelantamiento en una carrera callejera salió mal. Y esperemos que el sistema de aire acondicionado funcione porque no me gustaría conducir por una calle saudita con solo esas pequeñas ventanas laterales empotradas bajadas para enfriar la cabina. Por dentro, se ve bastante común, hasta la palanca de cambios de la caja automática GM400 con sus cerdas de fuelle de máquina para lustrar zapatos. Pero una búsqueda del auto en línea revela fotos anteriores, presumiblemente tomadas antes de una restauración de Ferrari Classiche de €252k ($285k) en 2010, que muestran el auto con su tablero digital original y mucho más interesante. La misma búsqueda también arroja una historia interesante sobre el coche que la realeza regaló muy rápidamente a un amigo y luego se lo confiscó a un magnate de la droga holandés. No estamos seguros de cuánto de eso es cierto, pero de todos modos es interesante. Y los Ferrari únicos tienden a ganar mucho dinero, sin importar cuán cuestionable sea su estilo. Para el resto de nosotros sin presupuestos reales o de coleccionista, Hagerty cree que puede elegir un buen FB RX-7 por $ 10k. A Saudi Royal Paid A Fortune To Make A Ferrari Look Like A Rear-Ended RX7 JANUARY 10, 2022 There’s no such thing as the perfect car, so when regular folks like us buy a new one, we look at how much money we can scrape together and see which one gets most things right, and the least wrong, for our bread. Things are slightly different for members of the Saudi Arabian Royal Family. Their car budget is effectively infinite, and if they can’t find something that ticks all their boxes, rather than settling for the one that gets nearest, they’ll simply pay someone to build one that does. And the unnamed royal that commissioned this 1983 Ferrari Meera S obviously desperately wanted to make a Ferrari coupe look like some kind of Group B-style first-generation Mazda RX-7. Starting out with a Ferrari 400i, the front-engined V12 coupe originally launched back in 1972 as the 365 GT4 2+2, the car-crazed royal apparently commissioned legendary designer Giovanni Michelotti to transform the three-box GT into something more radical. At least that’s according to the listing info from RM Sotheby’s, which is auctioning the car in its Paris sale on February 2. But Michelotti, who was responsible for multiple Ferraris, Maseratis, and Triumphs in the 1950s, ’60s, and ’70s, died in 1980 and this car is listed as a 1983 model. It seems more likely that it was the work of his son, Edgardo, and the Michelotti design house team he left behind, rather than the great man himself, though it’s possible Giovanni might have worked on some preliminary sketches. Either way, it’s a bit of a mixed bag. It looks pretty slick in profile view, and much sportier than a stock Ferrari 400i, albeit very much like an FB RX-7 that’s been shunted up the rear, creasing the rear quarter panels. The tapered nose drops impressively low considering the hood has to hide a 311 hp (315 PS) 4.8-liter V12, and the slatted grille and pop-up lights are pure 1980s. But the rear looks plain weird. The quartet of lights appears to be mounted too low, making it look like an R33 Skyline GT-R that’s landed on its roof after a street racing passing maneuver gone wrong. And let’s hope the air conditioning system works because I wouldn’t fancy driving down a Saudi street with only those tiny inset side windows rolled down to cool the cabin. Inside, it looks fairly stock, down to the GM400 automatic box’s shifter with its shoe-shine machine gaiter bristles. But a search of the car online reveals earlier pics, presumably taken before a €252k ($285k) Ferrari Classiche restoration in 2010, showing the car with its original, and much more interesting digital dashboard. The same search also throws up an interesting tale about the car being given away to a friend by the commissioning royal very quickly, and later being confiscated from a Dutch drug baron. How much of that is true, we’re not sure, but it’s an interesting one-off, all the same. And one-off Ferraris tend to make strong money, no matter how questionable their styling. For the rest of us without royal, or collector-grade budgets, Hagerty reckons you can pick up a good FB RX-7 for $10k.
La peculiar historia del Ferrari que ¿quiso parecerse al Mazda RX-7? Difícil de creer, pero muy cierto. En algún momento de la década de los '80, a alguien se le ocurrió que sería buena idea rediseñar un Ferrari 400i para crear un coche diferente y más exclusivo. Como no podía ser de otra manera, este encargo proviene del lejano oriente, de la familia real saudí, dando vida a un peculiar Ferrari Meera S del que solo se fabricó una unidad y que ahora busca nuevo dueño. Sin ser el Ferrari más bello de su época, lo cierto es que su diseño recuerda poderosamente a otros modelos de por aquel entonces como los Mazda RX-7 FB o Toyota Supra MKI. El próximo 2 de febrero la casa de subastas RM Sotheby's sacará a la venta un buen puñado de Ferraris de diferentes añadas, y dentro de esa colección ha llamado la atención el Ferrari Meera S de 1983. Se trata de un coche único, un one-off fabricado al más puro estilo de los actuales Special Projects, dando así respuesta a un encargo del rey de Arabia Saudí para regalar un Ferrari muy especial a su hijo. El encargo fue realizado al equipo de diseño de Giovanni Michelotti, y aunque éste falleció en 1980, parece que el proyecto arrancó con sus primeros bocetos y su propio hijo y equipo de diseño fueron los que culminaron el encargo. La particularidad de este Ferrari era que buscó reinterpretar las líneas y proporciones del 400i, adaptándolo a esa imagen de coupé que comenzaba a hacerse habitual a finales de los '70 y comienzos de los '80. Estas proporciones las encontramos en numerosos coches de la época como el Mazda RX-7 FB o el Toyota Supra MKI, sin embargo el diseño del Meera S parece que no buscó parecerse a ninguno de esos deportivos, sino más bien adaptarse a esos cánones. El resultado final de este Meera S no deja de ser bastante peculiar, pues el resultado final es un coupé que pretende lucir una carroceríad de 3 volúmenes independientes, aunque no demasiado proporcionada. Si bien la sección frontal es la parte más conseguida con un largo y bajo capó a pesar de esconder un V12 y el mecanismo de los faros escamoteables, la zaga es el punto más controvertido al no conseguir integrarse en el conjunto por culpa de la línea de cintura quebrada. Con todo, este one-off no se centró únicamente en el apartado estético, sino que además introdujo novedades importantes como fue el uso de un doble sistema de aire acondicionado (recordemos que es un 4 plazas), un retrovisor digital gracias al uso de una cámara que proyecta imágenes de la zona posterior en una pantalla, un sistema de 4 eyectores para limpiar los cristales y un habitáculo tapizado de forma artesanal en piel en colores cream y rojo. Para el exterior no deja de llamar la atención el uso del color blanco Fuji, una pintura poco habitual en modelos Ferrari, pero sí bastante común en este tipo de creaciones tan especiales. A nivel técnico no se realizaron cambios, por lo que el Meera S mantiene la configuración de motor del Ferrari 400i. A saber un 4.8 V12 atmosférico de 310 CV, siendo capaz de hacer el 0-100 Km/h en 8,2 segundos y alcanzar los 235 Km/h. En noviembre de 2010, este Meera S pasó por un proceso de restauración en Ferrari Classiche valorado en 252.100 euros, lo que permitió reconstruir el propulsor, el sistema eléctrico, el sistema de escape y otros elementos. RM Sotheby's ha fijado un precio de venta de entre 90.000 y 110.000 euros, aunque podría superar esa cifra si consigue hacer valer la categoría de one-off de este modelo.
Tanto que eligen a sus clientes y resulta que son sus clientes lo que hacen con ellos lo que quieren, a la vista está ésta aberración solo por dinero.
