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Conducir con calor extremo puede ser tan peligroso como bajo los efectos del alcohol.
En medio de una de las olas de calor más intensas de las que se tiene registro, con previsiones que podrían marcar un nuevo récord en algunas zonas de España, y con la previsión de que estas altas temperaturas se prolonguen por lo menos hasta el próximo fin de semana.
La Dirección General de Tráfico (DGT) lanza una seria advertencia: conducir con calor extremo puede ser tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. Y la combinación de ambos factores eleva significativamente el riesgo de sufrir un accidente.
El calor excesivo afecta directamente al conductor, provocando fatiga, somnolencia y una notable pérdida de concentración que alarga el tiempo de reacción ante imprevistos. Según algunos estudios, este riesgo de accidente puede aumentar hasta un 20%.
Además, el calor afecta negativamente a la visión, pudiendo reducir la capacidad de ver las señales de tráfico entre un 10% y un 20% cuando la temperatura supera los 35ºC. El RACE subraya que una temperatura inadecuada en el habitáculo, que debería estar entre 21 y 23 grados, pone en riesgo tanto al conductor como al resto de ocupantes.
El golpe de calor es la afección más grave causada por el sobrecalentamiento del cuerpo, que ocurre cuando el organismo no puede regular su propia temperatura y esta supera los 40 °C. Se produce principalmente por la exposición prolongada a altas temperaturas o por realizar una actividad física intensa en un ambiente caluroso y húmedo.
Cuando se sufre un golpe de calor, el cuerpo deja de sudar, lo que impide que se enfríe de manera natural. Esto puede dañar órganos vitales como el cerebro, el corazón y los riñones, y en casos severos, puede ser mortal.
Recomendaciones de la DGT y el RACE para un Viaje Seguro.
Preparar el vehículo: Las altas temperaturas pueden hacer que las deficiencias de mantenimiento se manifiesten con mayor facilidad.
Es fundamental revisar los niveles de líquidos y el estado de las piezas, como los neumáticos, que se desgastan hasta un 25% más en verano.
Evitar las horas críticas: Es aconsejable programar los viajes fuera del periodo entre las 13:00 y las 17:00, cuando se registran las temperaturas más altas.
Hidratarse y descansar: Beber agua frecuentemente, sin esperar a tener sed, es crucial para evitar la deshidratación. Se debe parar cada dos horas o cada 200 kilómetros para descansar. La fatiga y la somnolencia están detrás del 7% de los siniestros en carretera.
Ajustar el vehículo: Antes de arrancar, se deben bajar las ventanillas para airear el habitáculo. Una vez en marcha, el aire acondicionado debe mantenerse entre 22ºC y 24ºC para evitar cambios bruscos de temperatura.
Cuidado con el alcohol: La DGT insiste en no consumir ni una gota de alcohol antes de conducir, ya que sus efectos se multiplican con el calor, aumentando la deshidratación y elevando el riesgo de sufrir un golpe de calor.
Conducir bajo los efectos del golpe de calor es extremadamente peligroso, ya que afecta directamente a las capacidades físicas y mentales del conductor, lo que aumenta significativamente el riesgo de accidente. Los síntomas pueden confundirse con el cansancio o la deshidratación, pero sus efectos son mucho más graves.
El calor excesivo reduce la atención y la capacidad de reacción del conductor. Esto puede llevar a tomar decisiones erróneas o a tardar más en reaccionar ante un imprevisto. El golpe de calor puede causar confusión, mareos, irritabilidad y agresividad. Estos cambios de comportamiento son incompatibles con una conducción segura y prudente.
Las altas temperaturas pueden provocar una sensación de agotamiento extremo y somnolencia súbita, lo que aumenta el riesgo de quedarse dormido al volante. Además el calor puede causar fatiga ocular, visión borrosa y deslumbramientos, dificultando la visibilidad en carretera.
Efectos en el coche
El calor no solo afecta a las personas, sino también al vehículo.Las altas temperaturas pueden reducir la potencia del motor, aumentar el consumo y el desgaste de los neumáticos, y afectar el funcionamiento de la batería y el sistema de frenado.
Además, existe un riesgo grave y recurrente en verano: los olvidos de menores y mascotas dentro del coche. La Asociación Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) recuerda que en un día de 36ºC, la temperatura en el interior de un coche puede llegar a los 67ºC en apenas 15 minutos, con consecuencias fatales.
Por ello, han surgido dispositivos y aplicaciones como Child Reminder de Waze o Sensor Safe de EvenFlo, que avisan al conductor de la presencia de un menor en el asiento trasero para evitar tragedias.

Conducir con calor extremo puede ser tan peligroso como bajo los efectos del alcohol | Diario Sur
En medio de una de las olas de calor más intensas de las que se tiene registro, con previsiones que podrían marcar un nuevo récord en algunas zonas de España, y con la pr