Pongo mi historial.
Comenzamos con 18 años, carnet recién sacado y un Megane I 1.6 de 110 cvs compartido con mi madre. Ella ponía la gasolina y yo los kms. Andaba muy bien, frenaba muy bien, pesaba poco y era inquietantemente cómodo. Además, fiable y barato de mantener. Poco gastón. Le hice muchas perradas y lo único que hubo que hacerle fue tensar el freno de mano, que hacía casi 90 grados. Por ponerle un pero, cuando te acercabas al corte en quinta se cerraban los espejos. No me gustaba ese susto, aunque me diera 2kmh extras.
(foto genérica, el mío era igual)
BMW 528i E39. Mi padre compró un E60 y me dio éste a mi. Ya lo conocía, obviamente, pero el hecho de que en ese momento fuera mío me parecía una pasada. Me encantaba ese coche. Para mi es EL Serie 5. Un motor elástico, potente, fiable y con buen consumo para el motor que es. Me encantaba por fuera y por dentro. Es un coche que tengo idolatrado. Buenos viajes rápidos me pegué con él. Recuerdo uno volviendo de Valencia picado con un E46 323i Touring. Íbamos muy a la par, a fondo, con algo de ventaja en punta para mi, cuando de repente nos dio largas un Touareg negro de los primeros, que acaba de salir al mercado. Flipé la facilidad con la que nos despachó yendo nosotros por encima de los 220. Era un V10 TDI de 313 cvs. Yo tenía 21 años y el del E46 se acercaba a los 50. Aflojamos, nos miramos y nos descojonamos. Qué humillación.
(foto genérica, el mío era igual)
Audi A3 SB 1.6 FSI 115 cvs. Amarillo. Discretito para salir de juerga y esquivar controles. También compartido con mi madre con la misma filosofía que el Megane. No corre (sigue en manos de mi madre), no emociona, no suena, pero tampoco gasta y es fiable. Cómodo para pasar las noches de fiesta fuera de casa, sólo o acompañado. A éste, igual que al E39, no le hice perradas, la mano de obra de Audi me daba respeto.
(foto genérica, el mío es igual)
Fiat 500 1.4 Sport 100 cvs. Éste ya era sólo mío. Muy divertido, ágil, bonito pero no lo bajaba de 8,5 l/100 de ninguna manera. Había que llevarlo alto o se moría. Aún no se veían muchos y me gustaba ir despacio por Madrid, M30 y M40 para ver cómo todos los tíos se acercaban “disimuladamente” para asomarse al interior a fichar a la tía que lo conducía. Cuando me veían a mí se alejaban como del demonio con cara de tremenda decepción. Tuve que ponerle algunas bandas de vinilo en las puertas y en el portón trasero para hacerlo más masculino. Lo vendí después de que me sacudieran 600€ por una revisión. Sumado al gasto de gasolina era un sinsentido mantenerlo.
(Foto genérica, el mío era igual)
VW Golf VI 1.4 TSI 122 cvs. Un coche del que quedé enamorado. Un motor que andaba muy bien para esa potencia, consumo ridiculo, todos los mandos suaves, nada de plásticos duros, amplio, bonito y barato de mantener. En cierto modo me recordaba al E39 por el tacto interior. Lo compré con intención de que me durara muchos años, pero afortunadamente sólo lo tuve un año.
(foto genérica, el mío era igual)
Lo vendí porque a partir de aquí me pusieron coche de empresa y de estos han desfilado ya bastantes. Clases C Coupe y Estate fundamentalmente. Unos cuando era feliz, otros cuando he sido padre. Mención especial para un CLS 350 CDI a tope de extras del modelo anterior al actual. Un auténtico Panzer alemán en el que se viajaba como en una alfombra mágica sin enterarte de los kms ni de la velocidad. Creo que ni mi mujer ni mi hija han dormido más en un coche que en ese. Es más, creo que han dormido más y mejor que en la cama. Habría agradecido tenerlo también cuando nació mi hijo.
(igual que éste)
En paralelo a todos estos, y desde mis 14 años hasta hoy, con 37, ha habido en casa un coche que no es tal, sino que es un miembro de mi familia. Mi compañero de correrías. El coche con el que más he vivido y con el que conocí este foro y a mucha gente increíble que ha pasado por aquí y con la que tengo algunas de las mejores anécdotas de mi vida. El Z3. Un humilde 1.8 que heredé/le robé a mi padre y que con los años he ido reequipando hasta dejarlo a mi gusto. No fue el primer coche que conduje pero sí es con el que aprendí a conducir. Ese coche tiene alma para mi. Está vivo. Si la mierda de futuro automovilístico que nos plantean lo permite, lo heredarán/dejaré que me lo roben mis hijos. Desde que me saqué el carné lo cuidé para que así fuera, pero mucho me temo que no va a poder ser así...
(Foto real)
Aparte de los coches, he tenido algunas motos también. Me encantan.
La primera una Suzuki Adress 50 negra con llantas rosas del año 92. Era una moto que tenía mi padre y que no usaba, así que me la dio con 14 años. No me llegaban los pies al suelo y tenía que parar al lado de los bordillos. El casco sobresalía por los hombros. Acabó partida por la mitad en la puerta de la universidad nada más montarme en ella un día en el tuve que aprender a no tener vergüenza. Resulta que mi hermano la usaba para hacer motocross y el chasis dijo basta.
En paralelo, con casi 17 años, tuve una Aprilia RS50. Un sueño de chaval que cumplí mientras me lamentaba que no fuera de 125. Con esta empecé bien. A las 4 horas de estrenarla frené y embragué a la vez por costumbre de la scooter y pasé la barrera de un parking por debajo, de lado. Todos los chavales de la terraza de un McDonalds me aplaudieron como si no hubiera un mañana. Partí el pedal del freno y la maneta y volví al concesionario a que me pusieran unos nuevos. El del taller vió el negocio en mi. Yo ví la ruina en él. Más adelante tuve un accidente serio y me reventé la clavícula. Nunca he sabido si gracias a que fuera la de 50 sólo se quedó en eso o de haber sido la 125 me habría librado (mejores frenos y suspensión, básicamente). Toquemos madera, pero es la única moto con la que me he caído.
Aprilia RS125. Ahora si, pero sólo durante unos meses y a la vez que la 50. Realmente era de un amigo, pero le daba miedo y la usaba yo. Adoro esa moto. Volveré a tener una.
Kawasaki Ninja 636 05. Primera moto gorda. Aunque limitada, se veían los 21x en el marcador. Suave y fina. Era de mi amigo también. Le daba miedo pero pensó que sería más fácil que la 125 (...). Al poco de devolvérsela, ya por vergüenza torera, se metió un guantazo en Madrid y la dobló por la mitad. A él no le pasó nada por suerte, pero la moto impactó contra un bordillo y bolardos. Se compró un coche.
Ducati 749 06. Con mi amigo fuera de las dos ruedas, me tuve que comprar yo la moto. Mi sueño desde que la vi en directo en 2003. En fotos me parecía horrible, pero cuando la vi aparcada una noche en la calle flipé. Creo que pocos vehículos he visto cambiar tanto para bien de foto a realidad. Pude comprarme una de las últimas que quedaban en stock y a día de hoy la mantengo. Es la hermana del Z3. También la he ido reequipando hasta dejarla a mi gusto. No se me olvidará jamás el día que la estrené. Otro juguete que procuraré mantener para mis hijos, aunque creo que no van a tener moto... Que ahorren y se compren una casa con un buen salón para exponerla.
(Foto real)
Yamaha Jog R 92. Una moto que tenía mi mejor amigo en su pueblo y que no usaban. Me la quedé yo para mi hermana, que apenas usó también. A día de hoy tiene 2.800 kms reales y está de estricta serie. La pena es que se perdió la documentación. Son 400€ ponerla en marcha de nuevo y ahí sigue cogiendo polvo... La pondré en orden seguramente.
Con este historial, lo que echo en falta es un coche potente y deportivo. Algo que se acerque, aún lejanamente, a las sensaciones de la moto, pero con más seguridad. Si no ha caído ya es en cierto modo por el cariño que les tengo al Z3 y a la moto que me impide deshacerme de ellos. Los niños también tienen algo que ver.