Video Renault Clio Sport 172/182, un futuro clásico / + Clio Sport Trophy, un gran trabajo en suspensiones

Tema en 'Foro General BMW' iniciado por cybermad, 28 Ago 2024.

  1. cybermad

    cybermad Clan Leader

    Registrado:
    11 Feb 2008
    Mensajes:
    104.304
    Me Gusta:
    92.414
    Ubicación:
    más p'allá que p'acá
    Modelo:
    Z3 2.8 / GR86
    Renault Clio Sport 172/182, un futuro clásico a revalorizar por comportamiento, prestaciones y versiones especiales

    Este primer modelo creado por la renovada Renault Sport incluyó constantes cambios y actualizaciones creando así una amplia saga de opciones y rarezas donde siempre destaca el comportamiento dinámico y una buena relación peso/potencia. Sin duda alguna un futuro clásico a tener en cuenta como en su momento lo fue el Supercinco GT Turbo.

    [​IMG]

    A una marca centenaria como Renault se le pueden adjudicar no pocas novedades. En este sentido una de ellas es la de asentar el concepto de utilitario deportivo gracias a las versiones más prestacionales de su R5.

    Asimismo tras la aparición del Alpine -Copa en España en referencia al trofeo monomarca que echara a andar con los R8 TS– la llegada de la sobrealimentación por turbocompresión elevó aún más la apuesta con modelos como el Alpine/Copa Turbo o el Supercinco GT Turbo.

    Todo ello dejando a un lado las versiones pensadas por y para la homologación en el WRC, capaces de modificar su configuración en grado sumo respecto a las unidades de base llegando al punto de colocar su motor en posición central-trasera. En suma, una amplísima panoplia deportiva llena de versiones capaces de abarcar desde un simple toque enérgico en el día a día hasta la posibilidad de contar con un vehículo fácilmente adaptable a un rallye.

    Además todo esto tuvo un excelente respaldo en el ámbito comercial, no sólo logrando un buen índice de ventas sino también una imagen de marca dinámica y desenfadada frente a la competencia ejercida por Peugeot, la cual también insistió con gran fortuna en este tipo de vehículos desde que empezara a cosechar éxitos con su 205 del Grupo B durante los años ochenta.

    LA ESCALADA DEPORTIVA DEL RENAULT CLIO SERIE I
    Tal y como evidencia hoy en día su cotización en el mercado de clásicos el Supercinco GT Turbo fue un modelo capaz de marcar una época en la casa francesa. No obstante todo tiene un final así que la propia desaparición del modelo base forzó su sustitución por una apuesta similar ya dentro de la gama del recién estrenado Clio.

    [​IMG]
    [​IMG]
    [​IMG]
    Así fue cómo en 1991 llegó al mercado europeo el Renault Clio 16V aun contando con características bien diferentes a las de su antecesor. Para empezar se prescindió de la turbocompresión para abrazar de nuevo lo atmosférico, siendo todo un “pasar página” respecto al uso obsesivo de este elemento durante los años ochenta.

    Eso sí, en contrapartida la cilindrada creció hasta los 1.8 litros llegando hasta los 140 CV gracias al uso de la inyección. En fin, una mecánica tomada del superior 19 16V y que junto a una caja de cambios con relaciones cortas, amortiguadores y muelles más rudos y un peso de tan sólo 950 kilos aseguraron un comportamiento dinámico en la línea de lo esperado al montar en un pequeño Renault deportivo.

    Asimismo tan sólo dos años más tarde la aparición del Clio Williams ejerció de mecanismo publicitario al crear un objeto de deseo. De todos modos, siendo sobrios -si usted nos lee regularmente sabrá sobre el gusto aquí reinante a la hora de hundir ilusiones al ritmo de “usted no es Jean Ragnotti” que (mire por dónde) hoy aparecerá en el artículo- esta versión con llantas doradas no dejaba de ser una evolución del propio 16V con tan sólo unos 10 CV más.

    LLEGAMOS A LA SERIE II
    De poco sirve un buen motor si no se instala en un chasis adecuado. Ésta es una máxima especialmente evidente cuando hablamos de modelos enérgicos, en los cuales gestionar adecuadamente el brío de la potencia se hace completamente esencial.




    Dicho esto lo cierto es que el Williams perfiló aún más en Dieppe -ciudad en la cual se encuentran los cuarteles deportivos de Renault desde la absorción de Alpine por parte de ésta- la idea de trabajar de forma denodada no sólo en relación a la curva de par sino también a las suspensiones, la rigidez, el chasis, las suspensiones y la ligereza.

    Así las cosas la llegada en 1999 del Renault Clio Sport -primero bajo el paraguas de la renovada Renault Sport- supuso una evolución evidente respecto al antiguo 16V gracias al nuevo motor de 2 litros con distribución variable, culata mecanizada por Mecachrome -colaborador clave para la casa del rombo en la F1-, amortiguadores y muelles específicos así como una dirección asistida hidráulica ajustada bajo la forma más directa y comunicativa.

    RENAULT CLIO SPORT 172, UN PASO ADELANTE RESPECTO AL 16V
    Todo ello para poner sobre el asfalto hasta 169 CV -172 CV en DIN, tomando de aquí el nombre de Clio Sport 172 con el cual se le identifica- para enfrentarse así a una competencia donde Peugeot con su 206 GTI -138 CV aunque con un comportamiento un punto más enérgico- y Citroën con su Saxo VTS 16v -120 CV- quedaban bastante atrás en cuestión de potencia.



    Por cierto, hablando de competidores acabamos de mencionar a los locales, pero en verdad bien valdría detenerse con calma en todo lo que estaba llegando desde Japón. País cuya industria automovilística estaba -literalmente- creando versiones de competición homologadas para calle incidiendo en motores ágiles al subir de vueltas junto a un peso bajo y un comportamiento sin concesiones.

    Lo trataremos en un artículo específico como en su día les hablamos del Ibiza II Cupra de 1996; un coche a no olvidar cuando tratamos a este tipo de vehículos desde la perspectiva de un coleccionista.

    UNA ESPIRAL DE MODIFICACIONES Y NUEVAS VERSIONES
    Al hilo de lo dicho en relación a los modelos japoneses -evidentemente nos referíamos a las creaciones ligeras de Honda- una de las cuestiones más relevantes durante los primeros años de Renault Sport fue su capacidad para hibridar las carreras con los coches de calle.

    Llegados a este punto en Dieppe no se limitaron a crear cada pocos años una nueva actualización del Clio más deportivo al tiempo que -en paralelo y de una hipotética manera estanca- trabajaban en unidades de competición para las copas monomarca o competiciones turismo. Lejos de ello las versiones presentes en los concesionarios recibieron actualizaciones casi año a año buscando mantenerse en alerta constante frente a la competencia.

    Debido a ello no resulta sencillo seguir la pista a la evolución en equipamiento de los Renault Clio Sport 172, los cuales van contando con nuevas características de fábrica a cada poco. Una tendencia aun más evidente en su sucesor el 182.



    Además a finales del 2001 se presentó el primer “restyling” del Clio, tocando al Sport 172 no sólo en lo referente a la apariencia -donde destacaban unos grupos ópticos más generosos en la delantera- sino también en un mayor agarre gracias a unos nuevos neumáticos. Eso sí, lo más destacable fue el lanzamiento de la versión 172 Ragnotti -llamada Cup fuera de Francia en referencia al trofeo monomarca-.

    Aligerada en todo lo posible, ésta fue puesta a punto por el mismísimo Jean Ragnotii (¡!) prescindiendo no sólo del aire acondicionado u otras comodidades “turismo” sino también del ABS. Y es que aquí todo iba encaminado a crear un Grupo N admisible para las homologaciones de calle; un auténtico coche de rallye al cual sólo le faltaba la jaula de seguridad.

    RENAULT CLIO SPORT 182, LA CONFIRMACIÓN
    Aun presentando novedades tan rabiosas como el 172 Ragnotti a Renault Sport no se le olvidaba presentar una nueva serie del Clio Sport. De esta manera llegó en 2003 el 182 evidenciando con su doble salida de escape en posición central cómo su cuatro cilindros estaba listo para entregar emociones fuertes.



    Asimismo, la ganancia en seguridad y acabados no supone un aumento excesivo del peso pues la recurrente preocupación por la ligereza -aquí se ve la impronta de Alpine- llevó a la fabricación en materiales ligeros de no pocos elementos. Todo ello a fin de sacar el máximo provecho a los 182 CV rendidos por su motor mejorado con nuevos colectores de escape así como con nuevos ajustes en la inyección capaces de presentar una entrega de par bastante progresiva y potente desde bajas vueltas.

    Respecto a las suspensiones delante se equipa un sistema McPherson mientras que detrás iba un puente trasero torsional. No obstante a esta configuración clásica y nada disruptiva se le añadían ajustes en amortiguadores, muelles y geometrías capaces de adherirse como una lapa al asfalto. En suma, incluso con sus en torno a 1.100 kilos el Renault Clio Sport 182 era -y es- un deportivo en formato compacto extremadamente eficaz.

    VERSIONES ESPECIALES, UNA OPORTUNIDAD PARA COLECCIONISTAS
    Hace algunas semanas les reseñamos cómo Lancia y BMW habían elaborado una estrategia comercial consciente respecto a las ediciones especiales de los Delta HF Integrale y M3 E30 respectivamente. Bajo este contexto las diferentes series especiales y/o conmemorativas en ambos modelos están presentando hoy en día picos de cotización gracias al fetiche por las tiradas limitadas.

    https://youtu.be/lPb0eWjUKm8

    Pues bien, en el caso del Renault Clio Sport se ha llegado a la misma situación aunque desde un punto de partida radicalmente distinto. Y es que como ya indicamos anteriormente el departamento deportivo de la casa del rombo actualizó a su modelo estrella constantemente desde el primer momento; una vía de trabajo aun más clara en el 182, el cual sumó opciones y versiones hasta crear una multiplicidad capaz de enloquecer a cualquier genealogista del motor.

    [​IMG]
    Movida más por la necesidad publicitaria que por cubrir un nicho comercial rentable Renault lanzó posteriormente el V6 con motor central-trasero.
    Para empezar hemos de tener en cuenta cómo se llegan incluso a ofrecer dos tarados de suspensión -el Cup y el “normal”- mientras que asimismo las versiones Team llegan a presentar unos 20 kilos menos gracias a cambios en el chasis, las suspensiones y las barras estabilizadoras.

    Además -y sólo para el mercado británico- la variante Trophy portaba en los amortiguadores una botella de aceite segregada con tope hidráulico a firma de la casa Sachs; una solución realmente exótica cuando hablamos de automóviles disponibles en los concesionarios. En fin, como vemos el Clio Sport 172/182 contiene todos los atractivos necesarios para hacer del mismo una de las futuras estrellas del mercado de clásicos. Estemos atentos.
     
    A marcoastur y Laduqui les gusta esto.
  2. cybermad

    cybermad Clan Leader

    Registrado:
    11 Feb 2008
    Mensajes:
    104.304
    Me Gusta:
    92.414
    Ubicación:
    más p'allá que p'acá
    Modelo:
    Z3 2.8 / GR86
    Renault Clio Sport Trophy, la serie limitada con un gran trabajo en materia de suspensiones

    Los Clio Sport 172 y 182 recibieron constantes actualizaciones año a año pero también alguna que otra serie especial como la Trophy; una versión dirigida al mercado británico con un trabajo estupendo en materia de suspensiones.

    [​IMG]

    Hace unos años la revista del motor EVO presentó un vídeo en el que podía verse una estupenda colección con modelos clásicos y contemporáneos. En ella destacaban algunos superdeportivos como el Countach junto a canónicos V12 entre los cuales brillaba un 550 Barchetta sin dejar de lado a los ágiles y ligeros Lotus carrozados en fibra de vidrio.

    Una panoplia deportiva en la cual aparecía a forma de remate un Renault Clio. Un sencillo y popular utilitario que -a priori- no parecía entonar con el resto del garaje. No obstante éste no era un Clio cualquiera sino un Sport 182 Trophy; una versión dirigida al mercado británico con una tirada marcada en 500 unidades -550 si tenemos en cuenta una partida creada especialmente para el mercado suizo con el volante a la izquierda-.

    Pero, qué hace tan especial a este Renault Clio como para compartir pedestal junto a semejantes iconos prestacionales. Bueno, para empezar resulta indudable la calidad expuesta por la casa del rombo en sus deportivos más pequeños; aquellos que desde los tiempos del R5 han venido conformando una saga expuesta en los concesionarios, los rallyes y las copas monomarca capaz de ejecutar una conducción briosa y pura en sensaciones.

    Justo en sintonía con la forma y manera en la cual pilotaría estos coches el genial Jean Ragnotti, quien a la sazón participó en la puesta a punto de una versión nombrada con su propio apellido dentro de la generación Clio Sport 172. Y es que al igual que lo acaecido con los M3 E30 o los Delta HF Integrale los Clio Sport 172/182 -a los cuales ya dedicamos un análisis en referencia a sus posibilidades como vehículo de colección– desplegaron una interesante lista con versiones especiales y limitadas cada vez más revalorizadas.

    RENAULT CLIO SPORT, MUCHO MÁS QUE UN MOTOR

    Aunque aquí somos dados a realizar contextualizaciones amplias lo cierto es que no sabemos si ustedes son a leerlas dada la inmediatez exigida por el formato digital. Asimismo, en caso positivo ya habrán advertido cómo durante los últimos meses hemos prestado una atención singular a ciertas rarezas deportivas firmadas por Renault en sus gamas más compactas.



    Así las cosas realizar una semblanza sobre los inicios de la deportividad en la casa del rombo sobra completamente, razón por la cual nos situaremos de manera concreta en 1999 y la presentación del primer Renault Clio Sport; continuador de lo marcado por los 16V y Williams de la pretérita Serie II, éste no sólo mostró un interesante trabajo en su motor -con 2 litros y distribución variable para entregar hasta 172 CV DIN- sino también una cuidada puesta a punto en peso, rigidez, suspensiones y dirección.

    Todo ello en clave espartana, perfilando así un deportivo con ambiciones de carrera capaz de plantar cara a los pequeños y rabiosos del momento. Aquellos que -tal y como también pretendía Renault Sport- hibridaban el desempeño en carreras con la homologación para las calles y la rentabilidad inherente a una gran serie para seducir así a un mercado de nicho marcado por un carácter “racing”.

    VERSIONES ESPECIALES

    Dado que Renault Sport -heredera de la antigua Alpine, asentando incluso sus despachos en Dieppe- contaba con una vocación sincera en esto de diseñar unidades del Clio aptas para la competición las actualizaciones recibidas por el Sport 172 fueron constantes.

    [​IMG]
    [​IMG]
    [​IMG]

    Además durante el año 2001 el primer retoque estético del modelo se acompañó con la presentación de la versión Ragnotti; aligerada al máximo ésta hizo las delicias de los compradores más enérgicos gracias a ser la base perfecta para un Grupo N llegando a prescindir de innovaciones de calle como el aire acondicionado o incluso el ABS a modo de “manifiesto por la vieja escuela”. Una primera y excitante serie limitada -Cup fuera del mercado francés- que vería su renovación sólo dos años más tarde gracias a la aparición de la siguiente generación del Clio Sport: la 182.

    Caracterizada por los 182 CV DIN de su bloque con cuatro cilindros y un vistoso doble escape en posición central, ésta destacó no sólo por un motor progresivo y sobrado de par desde bajas vueltas sino también por un ajuste en las suspensiones capaz de garantizar un agarre excepcional. Es más, de fábrica se ofrecían dos tarados diferentes; algo a lo cual sumar lo interpretado por el Clio Sport 182 Trophy en el Reino Unido con su amortiguación a cargo de Sachs.

    RENAULT CLIO SPORT TROPHY, UN ICONO PARA COLECCIONISTAS

    Tal y como hemos señalado anteriormente los responsables de Renault Sport no dejaron de evolucionar al Clio 172/182 año a año. Hecho éste especialmente notable en las cajas de cambio -con relaciones cada vez más cerradas- o las suspensiones, donde todo lo relativo al confort quedaba sepultado a fin de lograr la mayor efectividad posible en aplomo, agarre y paso por curva.

    [​IMG]
    [​IMG]
    [​IMG]

    De hecho la aparición del Clio Sport Trophy redoblaba el esfuerzo en este último apartado al estrenar un sistema en cual se había trabajado codo a codo con la empresa Sachs. Caracterizado por el uso de una botella de aceite segregada, éste costaba según Renault unas diez veces más que el montado en los Ragnotti/Cup.

    Con todo ello el comportamiento de este excelente “hatchback” resulta excelente, haciendo posible especular incluso con la posibilidad brindada por su base a la hora de alojar un motor mucho más potente. No obstante, en esta fórmula con formato compacto el equilibrio es un fin en sí mismo, por lo que tal y como está resulta imposible no definir el Renault Clio Sport Trophy como uno de los mejores deportivos compactos del siglo XXI.
     
    A marcoastur le gusta esto.

Compartir esta página