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Giampaolo Dallara: La historia del ingeniero precoz que dio vida al Lamborghini Miura
Con sólo 27 años de edad Giampaolo Dallara, el hoy fundador de Dallara Automobili, se vio ante un encargo único: crear el primer supercoche de la historia.11/08/2025

Giampaolo Dallara es una leyenda viva, pero no se comporta como tal. A sus 88 años de edad, como fundador y presidente del gran emporio de la competición que lleva su apellido, charla en su despacho con un encanto genial, prueba de la fina agudeza mental que conserva. Aun así, el paso del tiempo le ha dejado como uno de los últimos vínculos vivos a un pasado muy diferente. A una época donde un joven ingeniero, en solitario, fue capaz de transformar por completo la automoción.

Dallara tuvo un comienzo brillante en su trayectoria como ingeniero, realizando trabajos de aerodinámica y túnel de viento para Ferrari antes incluso de graduarse en el Politécnico de Milán, lo cual le granjeó en 1959 un puesto a tiempo completo bajo las órdenes del legendario Carlo Chiti. Pero, pronto, Dallara terminaría frustrado por su vida como ingeniero júnior, poco o nada diferente a la de un oficinista, haciendo números la mayor parte de su tiempo. "Quería competir", recuerda. "Y en Ferrari, eso no lo hacías hasta que no tenías la experiencia". Así, después de poco más de un año en la Scuderia y a pesar de las objeciones de su padre (alentadas en segundo plano por el mismo Enzo Ferrari), dimitió y se marchó a Maserati.

Lorenzo Morandi
El Miura personal de Dallara reposa en el museo de la Dallara Academy, adyacente a la fábrica y las oficinas de la compañía.
Si bien los días de gloria de Maserati en las carreras eran ya cosa del pasado, Dallara se las apañó para quitarse el antojo por la competición. Aún hoy recuerda aquellas 12 Horas de Sebring de 1962 y el primer viaje en avión de su vida, para poner a punto un Cooper-Maserati que terminó en quinto lugar con Bruce McLaren y Roger Penske (dos nombres más que se convertirían, también, en dinastías de la automoción). Pero Maserati ya encadenaba las crisis, y el dinero para correr se terminó. A la búsqueda de un nuevo patrón, Dallara aceptó la oferta de Ferruccio Lamborghini, el fabricante de tractores que estaba tratando de convertirse en constructor de automóviles.
"Lo primero que le pregunté fue '¿Vamos a competir?'. Y Lamborghini me dijo que sí", recuerda Dallara. "Incluso fui a ver las 24 Horas de Le Mans, porque estaba previsto que corriéramos allí. Pero empecé, y había tanto por hacer que no teníamos tiempo para pensar en carreras".

Lorenzo Morandi
Dallara muestra los entresijos del Miura en privado a Jim Clark y Colin Chapman.
El nuevo y flamante director técnico de Lamborghini tenía sólo 27 años y, a la vez, era uno de los empleados más experimentados de la compañía. "Empezamos realmente desde cero", cuenta. "Cada día aprendíamos una nueva lección. Los únicos con experiencia estaban en la parte de producción, porque venían de la fábrica de tractores".

Lorenzo Morandi
Giampaolo continúa ejerciendo como presidente de la empresa que fundó. Dallara posee una plantilla de más de 800 empleados.
El 350 GT, el primer coche de producción de Lamborghini, estaba ya en camino. Aparte de su suspensión independiente posterior y su V12 con cuatro árboles de levas, obra de Giotto Bizzarrini, el 350 GT no ofrecía más innovaciones frente a los deportivos de calle de la Ferrari de entonces, cuya configuración emulaba. Para poner realmente su nombre en el mapa, Lamborghini necesitaba crear algo mucho más transgresor. Definitivamente, lo que iba a ser el Miura, el primer supercoche de la historia con motor central.
"Cuando le dije lo que queríamos hacer, [Ferruccio] me dijo que creía firmemente en que podíamos hacerlo", recuerda Dallara. "Pero si hubiese sabido lo que sé ahora, le hubiera dicho que no, que no era capaz. He ahí la diferencia, no sabía cuánto me quedaba todavía por aprender".

Lorenzo Morandi
A sus 88 años, Dallara es uno de los últimos vínculos vivos entre la actualidad y un pasado automovilístico donde todo era más sencillo.
La idea de un deportivo con motor central trasero no era realmente la revolución. Matra y Porsche, con el Djet y el 904, lo habían hecho ya en pequeñas series, y el Lola MK6 que serviría como base del Ford GT40 ya competía. El problema era injertar en este esquema un V12 lo suficientemente grande como para superar las prestaciones que ofrecía Ferrari.
"El coche no podía ser demasiado largo, y la distancia entre ejes no podía superar los 2,5 metros, más o menos". recuerda Dallara. "Pero así no quedaba espacio para poner atrás un motor de doce cilindros junto a la caja de cambios".

Courtesy of Lamborghini
El Miura inmortalizó el nombre de Dallara en la historia de la automoción junto a Bizzarrini y Gandini.
La solución llegó del lado más humilde del mercado con el esquema transversal y la caja de cambios a un lado que portaba el Austin Mini, el pequeño cochecito inglés. "Espero que conserven en Lamborghini el boceto que hicimos del coche con la mecánica del Mini en la parte de atrás", cuenta Dallara. "Eso fue exactamente lo que hicimos".
El chasis del Miura fue la primera parte del coche en estar lista, y causó sensación cuando se mostró por primera vez en el Salón de Turín de 1965. Pero aún necesitaba una carrocería que impresionase. "Creo que Lamborghini, probablemente, hubiera querido que la hiciera Pininfarina, pero desde luego no hubiese sido posible porque ellos realizaban muchos trabajos para Ferrari. Así que Bertone fue la mejor elección", recuerda Dallara.

Courtesy of Lamborghini
La clave del éxito del Miura fue colocar el V12 de forma transversal, aprovechando todo el ancho del chasis. Una jugada inspirada por el Mini.
La tarea la recibiría, finalmente, otro chico maravilla de 27 años, un Marcello Gandini que creó una propuesta sorprendente en sólo tres meses. Dallara fue, precisamente, uno de los primeros en verlo.
"La compañía cerraba una semana por Navidades, pero yo seguía trabajando", recuerda. "Un día estábamos solos Ferruccio y yo en la oficina, y [Nuccio] Bertone vino a enseñarnos el concepto. Desde el momento en que lo vimos, le dijimos: 'No le toques nada, sólo hazlo así'. No hubo discusión, ni lista de cambios, simplemente 'Hazlo'". Se construyó un único prototipo, y menos de un año después el coche definitivo ya estaba a la venta.
Claro está, el desarrollo tan acelerado del Miura trajo problemas. Utilizar el mismo tamaño de ruedas en ambos ejes originaba lo que Dallara admite como una "fuerte tendencia al sobreviraje". La decisión se tomó porque el coche sólo podía llevar una rueda de repuesto, y montar una rueda inadecuada por tamaño en un eje podía ser inseguro. El retorno del aceite del motor estaba deficientemente colocado para las curvas rápidas, y el Miura tendía a sobrecalentarse de por sí. Al final, se descubrió que en torno al radiador se generaba una bolsa de aire caliente que las tomas de ventilación no lograban disipar.
Mientras Dallara estuvo en Lamborghini, nunca llegó a competir. Abandonó Santa Ágata en 1969 para trabajar en el Fórmula 1 de De Tomaso y, tres años más tarde, fundó Dallara Automobili, la cual fue ascendiendo dentro del negocio hasta convertirse en el mayor fabricante de chasis de competición del mundo. Con una plantilla de más de 800 empleados Dallara produce de todo, desde monoplazas de Fórmula 3 hasta IndyCar o los hipercoches LMDh, además del limitadísmo deportivo Dallara Stradale.

El Dallara Stradale - Vídeo de Lorenzo Morandi
El propio Dallara jamás tuvo un Miura hasta que decidió regalarse uno por su 80 cumpleaños. Como él dice, "Me di cuenta de que no debía posponerlo mucho más". Localizó en Suecia una unidad en color gris hecha unos zorros, y la envió al Polo Storico de Lamborghini para una restauración completa. Un examen a fondo reveló que, en origen, el coche había sido blanco y lo había estrenado un hombre de negocios de Parma, a sólo 40 km de Varano de' Melegari, hogar de Dallara y sede de su fábrica. Ahora, se exhibe con orgullo en el propio museo de la compañía, la Dallara Academy.
¿Qué aprendió Dallara de aquellos años tan llenos de enseñanzas? "Sencillamente: que cada día trae una nueva lección. Si crees que lo que sabes ahora es suficiente, lo mejor es que lo dejes".

Lorenzo Morandi
Giampaolo Dallara: La historia del ingeniero precoz que dio vida al Lamborghini Miura
Con sólo 27 años de edad Giampaolo Dallara, el hoy fundador de Dallara Automobili, recibió el encargo de crear el primer supercoche de la historia.
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Giampaolo Dallara: La historia del ingeniero precoz que dio vida al Lamborghini Miura
Con sólo 27 años de edad Giampaolo Dallara, el hoy fundador de Dallara Automobili, recibió el encargo de crear el primer supercoche de la historia.
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