Primera prueba con la SRK 400 de la nueva marca que llega a nuestro país, QJ Motor. Una naked de estética deportiva para carnet A2 a un precio de 5.699 €. MARCOS ABELENDA 5 de diciembre de 2022 (14:21 CET) QJ Motor SRK 400. Ver más fotos Aunque el nombre de QJ Motor sea conocido en el mundo de la moto en nuestro país desde hace solo un par de meses, desde aquél anuncio de su desembarco en España gracias al acuerdo de importación con el Grupo Motos Bordoy, su bagaje como fabricante de motos cuenta nada menos que con tres décadas de experiencia. Esta marca china es propiedad de la empresa matriz de la misma procedencia, Qianjian Motorycycles, uno de los mayores fabricantes de vehículos de dos ruedas en China. A su vez, Qianjian pertenece a otro gigante de la automoción como lo es el Grupo Geely, que controla importantes marcas como Volvo, Polestar, Lotus, Proton y otras. QJ Moto aspira a promover el acceso a las motos a todo tipo de usuarios Todo este respaldo supone un caldo de cultivo idóneo para que QJ Motor haya decidido adentrarse en los mercados occidentales para demostrar que, el nivel “premium” de su tecnología, no está reñido con un coste ajustado para promover el acceso a las motos a todo tipo de usuarios. La gama inicial con la que QJ -o “kiu llei” como se pronunciaría en inglés-, está integrada por un total de 8 motos que comprenden modelos adventure (los SRT), street (SRK) y custom (SRV) en cilindradas que van desde los 800 hasta los 125 cc, pasando por varias motorizaciones intermedias. En la red de concesionarios, implantada bajo la dilatada experiencia del Grupo Motos Bordoy, ya es posible encontrar al completo la nueva gama de motos (a excepción de la SRV 125 que llegará en enero de 2023), incluida la SRK 400 que es la primera QJ Motor que hemos podido probar en MOTOCICLISMO. QJ Motor SRK 400. PARA JÓVENES Y NO TAN JÓVENES El segmento de las motos naked de media cilindrada, y destinadas en gran medida a los usuarios con carnet A2, es desde luego uno de los más competidos por el número de usuarios potenciales y la gran variedad de motos y marcas en liza. Dentro de su categoría, clasificándola como naked deportiva con motor bicilíndrico de en torno a los 30-35 kW caballos, se pueden considerar modelos como la Benelli 502C (6.390 €), la Honda CB500F (6.650 €) la Kawasaki Z400 (6.650 €), la Keeway M502N (5.590 €), la Voge 500R (5.689 €) o la Yamaha MT-03 (5.899 €). Incluso, con un poco de “calzador”. también se podrían sumar otras opciones monocilíndricas como la KTM 390 Duke (4.950 €) o la Zontes R350 (4.789 €). Por eso mismo, el hecho de que QJ Motor haya decidido darse a conocer en el mercado español presentado primero un modelo destinado a este segmento es toda una declaración de intenciones de su confianza y ambición. Un ejemplo de ese cambio de tendencia en los fabricantes asiáticos que quieren dejar de ser los fabricantes del mundo para los “demás” y convertirse ellos en los protagonistas con sus marcas propias. La SRK 400 aspira a captar la atención de los usuarios jóvenes que se adentran en las motos de media cilindrada y que buscan una movilidad de carácter deportivo, con tecnología vanguardista y un estilo que no pase inadvertido. Pero, también, con capacidad de convencer a otros perfile de motorista, como por ejemplo a esos ya experimentados en modelos de mayor cilindrada pero que han comprendido que una moto práctica y económica encaja mejor con sus necesidades reales. QJ Motor SRK 400. SOLIDEZ ESTRUCTURAL Para alcanzar sus objetivos, QJ Motor ha dotado a la SRK 400 de una estructura con soluciones contrastadas junto a otros detalles de vanguardia. El apartado ciclo se sustenta sobre un omnipresente chasis multitubular, acompañado de un basculante asimétrico formado también por tubos y unido, de forma directa, a un amortiguador trasero en posición diagonal y escorado al lateral derecho. Un amortiguador, que ofrece 20,5 mm de recorrido (del pistón, no de la rueda) y ajustes de precarga de muelle y el hidráulico de extensión. Está fabricado por la propia QJ Motor, como también la horquilla, la cual luce barras de 41 mm de diámetro y ofrece recorrido de 125 mm, aunque carece de regulación. Similar proceder, en el equipo de frenos, que es de factura propia y apuesta por un doble disco delantero de 260 mm de diámetro, algo poco común entre las naked de su categoría. Detrás encontramos un solo disco en medida de 240 y, por supuesto, no falta el ABS en ambos ejes. Los neumáticos, por su parte, están suministrados por la firma americana Maxxis y recurren a unas acertadas medidas de 110/80-17 y 150/70-17. QJ Motor SRK 400. En lo que respecta al motor, la SRK equipa un bicilíndrico de 400 cc con refrigeración líquida, inyección electrónica, sistema de distribución DOHC y 4 válvulas por cilindro, que declara una potencia de 30,5 kW (41 caballos) a 9.000 rpm y un par de motor máximo de 37 Nm a 7.500 rpm. El sistema de escape destaca por recurrir a dos colectores (cada uno con su sonda lambda) que se reúnen en un silenciador con salida por la parte inferior del conjunto. En el plano electrónico e instrumental, la SRK 400 presenta una generosa pantalla TFT de 5 pulgadas y cuya presentación se puede ajustar en función de las condiciones lumínicas. También cuenta con conectividad por Bluetooth, aunque pensada más bien para las herramientas de diagnosis del servicio técnico, pues aunque sí es posible sincronizarlo con nuestro teléfono móvil, en verdad no serviría más que para recibir notificaciones de llamadas, pero sin poder contestar ni hacer otro tipo de acciones. Además, el cuadro también está preparado para informar de la presión de los neumáticos aunque las ruedas no incorporan de serie los sensores de medición por lo que habría que adquirirlo como accesorios. No falta una iluminación full LED y piñas de mandos retroiluminadas. QJ Motor SRK 400. CARÁCTER PROPIO La presentación hispano-portuguesa de la SRK 400 ha tenido lugar en la ciudad andaluza de Málaga, cuyo encanto natural y sus preciosos entornos se vieron un poco ensombrecidos por una aciaga jornada de lluvia que, si bien condicionó un poco el test dinámico en su vertiente más deportiva, no impidió una toma de contacto válida con la QJ Motor. La carta de presentación de la SRK 400 nos invita desde luego a acercarnos a ella, gracias a un diseño deportivo y muy llamativo, con especial protagonismo para la parte trasera por el colín minimalista y el portamatrículas “volante”. Sin minusvalorar, el chasis multitubular a la vista, que destaca sobre manera en la versión con carrocería en color gris y bastidor en verde “fluo”, la segunda opción frente al acabado negro con llantas en dorado. Ambos acabados están disponibles al mismo precio de 5.699 euros. Aunque esta QJ Motor transmite una gran compacidad y el asiento está situado a solo 785 mm del suelo, a sus mandos encontramos buen acomodo con espacio suficientemente holgado para las piernas y un manillar muy bien configurado por ubicación y formas. Los únicos puntos discordantes los encontramos en unas manetas que, pese a ser regulables en distancia, siempre parecen quedarse alejadas, especialmente la del freno delantero para la mano diestra, la misma que va a percibir un recorrido de acelerador excesivo. QJ Motor SRK 400. Más nos han convencido el manejo de la piñas de los mandos (la lluvia nos hizo agradecer la retroiluminación) y el cuadro de instrumentos, de presentación atractiva, moderna y la información bien ordenada. Aunque nuestra recomendación es que dejéis el control de la iluminación del fondo en modo manual, pues en automático cambia de negro, a blanco y a otras intensidades de forma un tanto errática… La mayoría de estos detalles pasan a un segundo plano una vez que estamos en marcha sobre la SRK 400, que ofrece un dinamismo de lo más entretenido. El motor es sin duda uno de los grandes responsables, gracias a un comportamiento tremendamente equilibrado. Dentro de los modelos de su clase, y sabiendo que en la misma conviven cilindradas muy diversas, la QJ Motor se sitúa en punto casi equidistante: sin una entrega en bajos sobresaliente, pero sí por encima de la media y más que suficiente para acelerar sin pereza; ni tampoco goza de una entrega especialmente puntiaguda, pero que no renuncia a ser estirada sin desfallecer hasta el corte. QJ Motor SRK 400. El empuje nos ha parecido completamente progresivo y muy lineal en bajos y medios, hasta que a partir de las 7.000 revoluciones surge un brote de alegría y deportividad que se prolonga durante tres mil vueltas más antes del corte de encendido –franja en la que claramente es más prestacional este motor-. El escalonamiento del cambio se aprecia muy equilibrado, con las cuatro primeras relaciones juntas entre sí para dar versatilidad en la conducción, seguidas de una 5ª y una 6ª claramente más largas para mantener cruceros ligeros en vías rápidas sin tener que ir muy altos de vueltas -y de consumo, pues en los casi 100 km recorridos apenas bajó dos rayas el indicador de nivel-. El bicilíndrico asiático no puede ocultar ciertas vibraciones a 5.500 rpm, palpables pero tampoco muy molestas. A cambio, otro de los puntos fuertes de la SRK 400 lo tenemos en el bonito sonido que nos brinda, de tono profundo y rasgada deportividad, que sensorialmente nos hace creer que estamos en una moto de mayor cilindrada o incluso ante un motor muy deportivo, aunque sin pasarse de decibelios ni ser para nada estridente. Interesante toque de personalidad y carácter, que sienta fenomenal a un motor de respuesta tan progresiva que, a veces, nos hace añorar el juego que daría algún modo de motor diferente. QJ Motor SRK 400. La valoración del comportamiento del chasis ha sido lo que más se vio condicionado por las condiciones lluviosas de la jornada, especialmente en cuanto a las capacitaciones más “deportivas” de la naked de QJ Motor. Una pena, pues el bastidor muestra indicios de una gran manejabilidad para sus 186 kilos de peso, sin faltar aplomo y seguridad en un tren delantero que se apoya en una horquilla de firme tarado. Un reglaje que contrasta con un amortiguador bastante más blando y que, en nuestra opinión, conviene llevar bastante cerrado de extensión pues tiende a generar bamboleos. En lo que respecta a los frenos, estos también van sobrados de potencia en ambos ejes, especialmente en el delantero con su doble disco y una bomba de tacto excesivamente recio y directo. Por último, señalar el sorprendente buen hacer de las gomas Maxxis, sobre todo ante las exigentes condiciones de la prueba. En resumen, la SRK 400 es una excelente carta de presentación de la nueva marca QJ Motor, gracias a un conjunto eficiente en lo dinámico y, sobre todo, muy atractivo en lo estático, no solo por su trabajado diseño sino también por su bonito precio.
Chula es, pero a que precios se esta poniendo todo, poco mas pague yo por la GSX650F en su momento, antes por un millón ya tenias motos en condiciones......
