Made in Spain: SEAT Málaga, el gran olvidado El SEAT Málaga se basó en la antigua plataforma del Ritmo para ir dando pasos hacia una mayor autonomía como marca. por Miguel Sánchez Si algo caracterizó a los años ochenta en SEAT fue la transición de Fiat a Volkswagen. Un proceso necesario tras las desavenencias dadas entre la dirección de Juan Miguel Antoñanzas y la casa italiana, las cuales dejaron al descubierto la -no por conocida menos triste- situación de SEAT: una empresa a años luz de ser una auténtica marca y no sólo un mero fabricante, total y absolutamente dependiente de las creaciones externas a la par que habituada a un mercado donde había estado protegida y blindada hasta la saciedad. En suma, los años de protección estatal a golpe de arancel estaban por desaparecer. Y no sólo eso, la mayor diversidad en la escena local obligaba a vender más en el exterior, donde obviamente no se aceptarían simples réplicas de diseños Fiat creadas bajo licencia. Una situación compleja -compleja cuando se ha vivido fuera de casi toda competitividad desde 1950- en la cual SEAT habría de generar no sólo lazos con un socio tecnológico solvente sino también ciertas muestras de independencia y carácter propio en sus diseños. Así las cosas, la aparición del Ronda en 1982 empezó a dar ciertos pasos en la dirección correcta aunque estos fueran tan escuetos que incluso acabasen en una más que razonable demanda por parte de Fiat respecto a lo mucho, muchísimo, que aquel nuevo modelo tenía en relación con el Ritmo. Un contexto realmente adverso en el cual se necesitaba con urgencia un nuevo y popular modelo capaz de proclamar la llegada de una etapa diferente para SEAT. CON EL IBIZA LLEGÓ EL INICO DE UNA NUEVA ÉPOCA Mientras SEAT se enfrentaba a un mercado cada vez más liberalizado y competitivo debía solventar la carencia de una red comercial eficiente al norte de los Pirineos así como las dudas en torno a poder -o no- cerrar un acuerdo de asociación tecnológica con algún fabricante internacional. No obstante, las negociaciones con Volkswagen parecían avanzar con premura tras un acercamiento frustrado a Toyota, cerrándose igualmente una drástica reducción de la plantilla apoyada igualmente en la fuerte subvención pública recibida por la marca durante aquellos años. Todo con la vista puesta en la supervivencia y adaptación tardía a los nuevos tiempos, los cuales al fin parecían abrirse gracias al lanzamiento del Ibiza en 1984. Basado en la plataforma heredada del Ritmo, éste fue el cimiento para la nueva SEAT con una planta motriz supervisada por Porsche al tiempo que su carrocería contaba con un acertado diseño a firma de Italdesign. Todo un éxito comercial apoyado en la amplísima red de concesionarios Volkswagen, empresa con la cual al fin había consolidado SEAT su asociación durante el verano de 1983. SOBRE UNA MISMA PLATAFORMA: RITMO, IBIZA Y MÁLAGA Redefinida en torno a los segmentos medios y bajos del automovilismo, SEAT debía completar la oferta de su Ibiza con la de un derivado familiar dotado con habitabilidad y excelente maletero. Premisas bajo las cuales apareció en 1986 el SEAT Málaga, basado en la misma plataforma que los Ritmo e Ibiza al tiempo que cumplía a la perfección con sus promesas de carga gracias a los 515 litros de su maletero asentado en un voladizo trasero necesariamente desproporcionado. Es más, dicha característica condicionó unas inercias complejas cuando se viajaba en familia y “hasta los topes”. Algo asumible para sus compradores, quienes obviamente buscaban mucho más la practicidad del día a día y los largos viajes ocasionales que la eficacia en situaciones de conducción al límite. Respecto a la primera oferta mecánica ésta resultó ser especialmente continuista para con lo ya visto en el Ibiza debido a la incorporación del System Porsche; cubicado en 1.2 y 1.5 litros -63 CV a 5.800 rpm y 90 CV a 6.000 rpm respectivamente- a fin de cubrir las opciones en gasolina junto a un diésel de origen Fiat con 1.714 cc y 55 CV a 4.500 rpm para satisfacer a quienes buscasen un diésel. CATALIZACIÓN E INYECCIÓN, DOS TECNOLOGÍAS APLICADAS AL SEAT MÁLAGA En lo referido a las motorizaciones gasolina la eclosión de la inyección y la catalización -la primera bajo el afán de la eficiencia en el gasto de combustible y la segunda persiguiendo el cumplimiento de unas medidas medioambientales cada vez más restrictivas en materia de emisiones- se conjugaron para crear la evolución mecánica del SEAT Málaga. Una prolífica genealogía de motores en la cual destaca el 101 sin catalizar responsable de equipar la versión Injection de 1987 capaz de rendir 101 CV 5.900 rpm; un incremento de hasta 16 CV en relación al primer ajuste visto en el primer Málaga 1.5 con 1.461 cc, el mismo cubicaje que en el Injection. Todo ello controlado por unos discos de freno en el eje delantero y de tambor en el trasero, lo cual daba también muestra sobre el intento de SEAT por ir poco a poco entrando en una época más moderna y competitiva. De hecho gracias al Málaga se coronaba una gama basada en éste, el Ibiza y el Marbella que, aun teniendo un bastidor con raíces en Fiat ya va separándose claramente del fabricante italiano a fin de buscar un nuevo tiempo con Volkswagen. En suma, SEAT supo pasar el trance dado durante aquellos años actualizándose, dando ciertas muestras de autonomía y racionalizando su gama. ¿Sabrá hacerlo ahora? Estaremos atentos.
A ver, este coche estuvo en producción poco tiempo para lo que es habitual, del 85 al 91. Me suena que no llegó a los 200.000 coches fabricados, eso, sumado al poco valor como clásico y que no es especialmente bello...
Pocos coches se ven circulando ya con esas edades sean Ibizas, Málagas, Kadets, Audis o Merchis, y los que los conserven será para pasearlos como clásicos.
Un colega tenía uno, el primer coche con el que salimos de marcha. Un día se descolgó el tubo de escape por dentro del pueblo, menudo escándalo. Creo que aún se fue al desguace con el cacho de alambre que le pusimos para sujetarlo...
Mi abuelo tuvo uno en color granate y diésel, es de lo poco que recuerdo. Tuvo un accidente con su C15 y después apañó un Málaga, por desgracia no vivió mucho tiempo más para disfrutarlo o sufrirlo.
Creo que el Málaga tiene una mala fama injusta. Evidentemente nunca fue un coche premium ni de lejos. El motor diésel 1.7 daba para poco y además solía perder el depresor de freno porque el árbol de levas se desgastaba. Pero la relación calidad precio era bastante buena. Nunca sustituyó del todo al 131; era "menos coche" pero la línea de tres volúmenes gustaba mucho y el maletero era enorme. Y la línea yo creo que estaba bastante bien resuelta. Muy equilibrada y proporcionada. Por supuesto para gustos los colores pero nada que ver con otras cosas raras que ha hecho la SEAT después del Málaga. Los motores System Porsche eran muy buenos, lo mejor del coche, con diferencia. El ballestón trasero estaba obsoleto. El resto del coche pues yo creo que estaba a la altura de lo que costaba. Pues sí, una pena que se vean tan pocos, o casi ninguno, en orden de marcha...
Lo siento pero conducir esos coches era menos motivador que ponerse a remachar tornillos en jna cadena de montaje. Ergonomía pésima y tacto del cambio y dirección lamentables unido a un comportamiento nada interesante y a una sensación de cogido con alfileres ... Los motores System Porsche eran lo único decente del conjunto.
Mi abuelo tuvo un 1.5 y le recuerdo que andaba muy bien, con agujeros en el escape y petardeando al retener, me encantaba... Le vendió en el año 2003 o 4 porque dejó de conducir y poco después acabó en el desguace. No le dio mucha guerra.
Sufriste uno ? Lo digo por conocer el problema del servo. . Efectivamente cascaba y había que frenar con los 2 piés .
Glx ? Yo del interior del glx guardo grato recuerdo a nivel cerebro de abajo . El mil era verde junco , que tiraba a azul .. Hubo un GL , de primera generación también , el glx se hace más bonito , venía con elevalunas eléctricos (fin d extras ) . Aún con todo eso , creo que si tuviese oportunidad de volver a sentarme en uno con el mismo interior creo que me quedaría ahí un rato a coche parado hablándole . Aquellas cosas de la difícil juventud y el primer coche.
El Ibiza salió mejor .. al menos el de ghasoi no abría el chasis . Arrancar eso en frío aún tirándole del avance de vacío te cambiaba el reloj de hora .. Después me vienen los sibaritas de la vibración que si los 30d vibran .. jaa .. Pones una aguja en volante de un Málaga a ghasoi y puedes autotatuarte . Entre eso y un martillo percutor las diferencias son mínimas. Sensaciones .. a 140 , búsquemos llano con tiempo o cuesta abajo , susurreabas al diablo al oído ,, yo soy la tormenta . Según cedía la ballesta ibas teniendo un deportivo , tenía de bueno que podías hacerte un suv dando la vuelta a la misma , o mejorar el Cx , de delante no levantaba ni bajaba.
Mi padre tuvo el de 100 cv inyección su único coche que tuvo con aire acondicionado, tenía unos asientos muy cortos que dejaban gran parte pierna al aire, y era muy subvirador Me iba a quedar con él cuando mi padre dejó de conducir pero iba a tirones ( muy gordos), lo llevé al taller pero la reparación era cara así que se fue al desguace.
Era un coche pequeño (4273 / 1650 / 1345 / 2448 mm) y que a pesar del acertado "tuning de marca" con las llantas y los colores, nació ya algo viejuno en su concepto e imagen. Como un Renault 7, pero en vez de sacarlo a mediados de los 70, salió 10 años más tarde y aún se fabricaba a principios de los 90, cuando ya existían coches como el Audi S2, o mismamente el Kadett Gsi.
Era una berlina compacta, que estuvo en producción de 1984 a 1990, y no le fue mal frente a su competencia, ni por tamaño ni por prestaciones.