JAGUAR XKR Y XKR-S: Plus sobre un plus. Fernando Gómez Blanco. Con 510 CV, el XKR de Jaguar impone lo suyo. Cuando lo pruebas y disfrutas a fondo de su enorme potencial y sus fulgurantes prestaciones tienes claro que no hace falta más. También queda patente que puede ser difícil contar con más músculo sobre el chasis del refinado coupé británico. El XKR-S, sin embargo, te demuestra que estás en un claro error. En realidad el XKR-S representa un plus sobre algo que ya supone un extra, es decir, otro plus. El XKR era hasta ahora la versión más potente de la familia XK, dotado del poderoso V8 de 5.0 litros realizado en aluminio y sobrealimentado por compresor. Sus cifras resultan sobrecogedoras vistas en el papel. Y lo son más cuando conduces el coche. Sobre todo si lo haces prescindiendo de las ayudas electrónicas a la conducción, algo solo recomendable en un entorno seguro, como un circuito, por ejemplo. Pasa de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos… Estuve también en Kotarr para experimentarlo. Porque estas bestias, como el Camaro y el Corvette, sólo se pueden pilotar a fondo en pista o a tramo cerrado. El XKR lo había conducido también en el INTA, donde era muy complicado hacer tiempos competitivos, pura y simplemente porque es casi imposible no sucumbir a su facilidad para derrapar. Con el XKR-S pasa lo mismo, pero a mayor escala si cabe; corre tanto como promete su aspecto, pero derrapa más aún que su hermano "pequeño" cuando te pones a ello, algo complicado de evitar si te gusta practicar tanto como a mí el maravilloso y adictivo arte del contravolante. La diferencia que hay que pagar para ello es de poco más de 25.000 euros, algo que no parece demasiado cuando hablamos de coches que están entre los 120.000 y los casi 150.000 euros. Más fuerza para correr más todavía. Viendo los datos, parece que estos dos Jaguar sólo se distinguen por contar el XKR-S con 40 CV más de potencia, es decir, 550, y con 55 Nm más de par máximo. Pero la realidad es mejor todavía. Porque la relación de compresión sube de 9,1:1 a 9,5:1, lo que se traduce en mejoras termodinámicas que traen consigo mayor eficiencia, o lo que es lo mismo, progresos en consumo. Se cifran estos últimos en un 20% inferiores con relación al anterior V8 que animaba la gama. Pero al final, aunque el XKR-S presume de ello, no es este su fuerte. Al igual que tampoco lo es en el XKR. No hay en este motor elementos tan de moda como la desconexión de cilindros automática que tanto contribuye a rebajar consumo y emisiones, aunque pienso que no tardará mucho en llegar. Por eso quizás en los dos casos es difícil bajar de 10 litros a los 100 km en un uso normal y a velocidades legales, alcanzando cifras que superan los 20 cuando te pones a exprimir al máximo -que es decir mucho- ambas mecánicas. Eso sí, te importa poco este tema hablando de coches así, aunque sea políticamente incorrecto decirlo en los tiempos que corren. Porque el placer supremo que supone pisar a fondo el pedal de gas y sentir la fuerza abrumadora del motor en vivo, así como la manera en que se estremece el coche mientras te conviertes en un misil rodante, no se paga con dinero. En el XKR-S, además, las sensaciones se multiplican. Disfrutas de más músculo y de una sinfonía más bronca y grave, muy al estilo de los V8 americanos, algo que te regala los oídos mientras vas subiendo de marcha con el efectivo cambio automático de mando secuencial experimentando un empuje brutal en la espalda. El sistema de escape ha sido retocado para la ocasión, emulando las notas que componen los V8 de carreras. 4,4 segundos para pasar de 0 a 100 es una cifra que da idea de cómo acelera este Jaguar, que prescinde de la autolimitación de velocidad máxima y se atreve a superar la barrera de los 300 según los datos oficiales; no he podido ir a Alemania para comprobarlo, pero todo apunta a que sí lo hace. La forma responde a la función Las mejoras que aporta el coche para mejorar prestacionalmente son más de las que parece por su similitud con el XKR. El XK es el coupé de Jaguar, su modelo más deportivo, el niño mimado. De hecho supuso en su día la primera entrega de la nueva saga de modelos que ha permitido reinventarse a la marca, adaptarse a las exigencias del complicado Siglo XXI. Por algo dispone de una ligera carrocería de aluminio. Y el XKR-S es su máxima expresión: deportividad pura, pero fiel a la tradición de elegancia, lujo y esplendor de la firma británica. Es tan exquisito en su ejecución como sus hermanos, pero su plus de fuerza queda patente ya en su figura de manera evidente: el frontal delata que es un XK especial, de la misma manera que los estribos laterales, la menor altura de casco (10 mm) derivada de unas suspensiones más bajas y duras, a lo que se suma el faldón posterior con su deflector de carbono y el alerón del mismo material. Todo se ha trabajado en el túnel de viento para conseguir mejores flujos aerodinámicos para mecánica, frenos y estabilidad. Se ha mejorado así el coeficiente de sustentación a alta velocidad en un 26%, algo importante en un coche así. La dirección ha sido recalibrada, siendo más rápida y precisa. Mientras que la suspensión adaptativa cuenta con nuevos reglajes, recibiendo amortiguadores y muelles más duros y estabilizadoras más gruesas que se suman a la mencionada altura al suelo inferior en 10 mm. Y por si fuera poco, la electrónica también ha sido revisada, resultando más permisiva en todos los programas, sobre todo en el denominado “Track”, que es el recomendado para pista. A mí, sin embargo, me ha gustado más ir "a pelo", sin ayudas, gozando de la eficiencia del autoblocante para realizar largas derraparas, interminables diría yo, a los mandos de este rey del drift. La factura en neumáticos crece así de la misma manera en que has de emplearte a fondo con volante y gas en todo momento para vencer las enormes inercias que genera el elevado peso del coche. Es el precio que hay que pagar por contar con tan profuso equipamiento, lo que te lleva a pensar cómo sería el resultado final si no se contara con carrocería y motor de aluminio. Pero es inmenso el placer de conducción que experimentas al volante del XKR-S en tales circunstancias. Porque cuando uno se sienta a sus mandos y goza de su refinado habitáculo, no se espera lo brutal que puede llegar a ser su mecánica. El poderío del V8 Supercharged es abrumador; la aceleración, tremenda, la respuesta al gas inmediata y la velocidad que alcanza vertiginosa. Por algo es el Jaguar de serie más rápido y potente jamás fabricado, con permiso del mítico XJ220, que era de edición limitada y casi de competición.
Un coche que vale lo que cuesta. Desarrollado con una plataforma monocasco propia de aluminio, no como BMW que nos vende un Serie 5 de dos puertas llamado Serie 6 por 25.000 euros mas a igualdad de motorización con respecto a un Serie 5. En fin Serafín...
El diseñador del Jaguar XK, Ian Callum es el autor de bellas obras como el Aston Martin DB7 o el Vanquish, ahí es nada. Se trata de uno de los mejores diseñadores del mundo a mi parecer, igualito a bangle vaya... :mus-
Todo un lujazo de prueba! :xray: Por qué estos Jaguar siempre salen cruzados? Recuerdo verlos en Nurburgring cuando estuvimos en verano, cómo rugían!
