COCHES DE JUGUETE, LAS RÉPLICAS DE LOS AUTOS QUE TODOS QUEREMOS TENER Un coche de juguete con más de 5.000 años de antigüedad La pasión por el desplazamiento cómodo y la diversión por la velocidad se originó desde el invento de la rueda, el hombre desde tiempos remotos ha estado siempre imaginando cómo perfeccionar su utilización y aplicaciones, para el trabajo, pero también para el juego. De acuerdo con historiadores, el coche de juguete más antiguo (con ruedas) apareció en Turquía, un carro de caballos encontrado en la tumba de un niño con más de 5.000 años de antigüedad. El primer coche de juguete de la historia Ciertamente, desconcierta el diseño del juguete debido a su parecido con un vehículo actual, pero posiblemente no sea más que la representación de un carro tirado por animales o incluso hombres que se usaría antiguamente para transportar objetos, o incluso para el transporte de muertos, como parte de algún tipo de ceremonia fúnebre. La pasión por los juguetes con ruedas Los niños siempre han deseado juguetes con ruedas: carros, diligencias o trenes y, con la llegada del siglo XX, los coches. Los primeros se tallaron en madera. Después aparecieron materiales como la hojalata y el cartón, hasta llegar al plástico, un material que los popularizó debido a la facilidad y rapidez con la que podía ser modelado en relación con los demás materiales. Caballito de cartón con ruedas (foto de 1963) Los coches a pedales En los años veinte, aparecieron tres puntos principales de producción de juguetes: Barcelona, Onil e Ibi. La fábrica fundada por Fernando Sauquillo en Denia crea en 1929 la colección de coches de juguete “Sport”. Una línea de biplazas a pedales fabricada en metal y que causaron sensación en la Exposición Internacional de Barcelona de ese mismo año. Los vehículos imitaban conocidos modelos de la época. Sauquillo y uno de sus coches a pedales Los coches de hojalata de Juguetes Payá Pero los verdaderos pioneros de la industria juguetera levantina fueron los hermanos Payá, que en 1909 transformaron su fábrica de canalones, cubos y otros utensilios de hojalata en una próspera industria juguetera, que solo en 6 años se convertiría en la fábrica de juguetes más productiva de España. De ella salieron numerosos automóviles de hojalata y parte de su éxito se debió a que fue una de las primeras marcas en incorporar mecánica de cuerda a los coches. Todavía hay, tras el cierre de la industria en 1984, siguen fabricando series limitadas para coleccionistas. Realizan estos juguetes usando la misma matricería, sistema artesanal y materiales de antaño, tratando así, de acercar al público piezas anteriores a la guerra, difíciles de encontrar por su rareza. De los 2.000 juguetes fabricados por "Payá" entre 1906 y 1940 se han recuperado 50 modelos, cada uno de los cuales se produce en serie limitada numerada de 5.000 piezas, acompañando cada uno de ellos por un certificado de autenticidad. Reproducción del Bugatti T35, coche de hojalata (Payá 1905) El éxito del Scalextric Hay juguetes que no pasan de moda y que, por muchos años que lleven en el mercado, siguen presentes, año tras año. A principios de la década de 1960, los productos Scalextric llegaron a España. En 1961, Lines Bros Group, la empresa británica creadora de uno de los juguetes más populares del mundo, firmaba un acuerdo con Exin para su distribución en nuestro país. Una serie de coches de carreras en miniatura que podían circular por una pista con una ranura que les servía de guía, además de toma de corriente, para sus pequeños motores eléctricos. Después de una etapa de consolidación, en la que los productos Scalextric eran made in UK, en 1965 llegó el primer modelo fabricado en España, el Cooper, aún de diseño y conceptualización británicos. Pero Exin ya estaba preparada para lanzar coches propios: solamente un año después, en 1966, se lanzaba el primer modelo íntegro del fabricante catalán. ¿Y cuál podría ser el modelo elegido para iniciar la nueva era de coches diseñados y producidos en nuestro país? No podía ser otro que el Seat 600, el coche más popular de España en su época, uno de los iconos automovilísticos por antonomasia y símbolo de la motorización de un estado que se asomaba tímidamente a la modernidad. El 600 fue el primer modelo que Exin fabricó de principio a fin: desde la realización del modelo en madera por parte de los modelistas, siguiendo con el desarrollo y fabricación de los moldes y culminando en la inyección y posterior montaje. Los primeros coches teledirigidos Junto a Payá, Rico fue una de las primeras en fabricar vehículos teledirigidos entre los años 70 y 80. Eso sí, con cable, todavía no existía el radiocontrol en el mundo del juguete y era tan corto que hacía que te tuvieras que desplazar sin alejarte demasiado del coche. El mando era bastante voluminoso, ya que tenía que albergar en su interior un montón de pilas, e incluía un volante, acelerador, freno y encendido de luces, como mínimo. Mando de coche teledirigido de los años 70 y 80 Aquellos coches teledirigidos causaron furor, pero era un lujo al que pocos podían acceder. Si tuviste la suerte de tener uno estoy seguro que todavía no lo has olvidado. Entre los modelos más codiciados de Rico estaban: el camión Pegaso, el Superbólido, el Rico Bus y el Mercedes. Entre los de Payá, el Citroën Tiburón, el Ferrari y el coche de bomberos. Coche teledirigido Pegaso de Rico Coche teledirigido Ferrari de Payá Y llegó la velocidad con Hot Wheels Antes de su existencia, no existía la inquietud de reproducir con gran exactitud los coches de verdad. La intención de Mattel de crear una marca de coches a escala comenzó a tomar forma en 1963, el plan era que el equipo de Mattel trabajara en ello y Harry Bradley, diseñador de General Motors, fue el encargado de crear los primeros bocetos. El primero que dibujó un coche parecido al suyo, un Chevrolet “El Camino” 1964 Custom. En 1968 se presentó su primera edición, la cual constaba de 16 modelos conocidos por los coleccionistas como Sweet Sixteen. Mattel sabía que había un enorme mercado potencial para réplicas a escala de esos autos de ensueño que todos querían tener. Se distinguían de la competencia por que su acabado estaba muy cuidado, los detalles habían sido minuciosamente elaborados y algo muy importante: eran más veloces que cualquier otro auto de juguete. Su nivel de rozamiento bajo los hacía perfectos para jugar a alcanzar grandes velocidades Estos coches, además de individualmente, se comercializan en sets relacionados con el automovilismo: pistas de carreras, garajes, centros de lavado o parkings, entre otros. Sus detalles exclusivos y su llamativo diseño han hecho que estén pensados sobre todo para el coleccionismo. Hot Wheels llegó a España en los años 90. Para los coleccionistas, uno de los modelos más deseados es el 1969 Pink-Rear Loading Volkswagen Beach Bomb. Una combi rosa que cargaba unas tablas de surf a través de su ventanilla trasera. El motivo es que la carrocería resultó muy costosa para Hot Wheels y sólo se produjo un prototipo “Conducir” tu propio coche de juguete A partir del año 2000 se empezaron a ver por los parques y plazas de las ciudades a niños montados sobre modelos a escala de coches de marcas conocidas. La marca Feber fue una de las primeras marcas de juguetes en producir estos modelos. Este tipo de juguetes han terminado cautivado incluso a las marcas de coches y muchas de ellas han sacado versiones de sus automóviles más representativos para el deleite de los pequeños conductores. Por otra parte, la marca Pekecars, permite incluso que estos coches puedan ser pilotados por un adulto a través de control remoto, con lo cual evita los choques de los más pequeños. Lego y los kits de coches para construir Como os empezamos contando en este artículo, la nueva Volkswagen T2 Camper Van llegará muy pronto a la familia Lego Creator Expert. Lego se rinde así al encanto que las campers han recuperado en los últimos tiempos. Hablamos de un kit compuesto por 2.207 piezas que está recomendado de hecho para personas mayores de 18 años. Nos encontramos con un modelo que incluye un techo extensible como el de las campers actuales y un interior que incluye todas las comodidades habituales para ser un hogar sobre ruedas, desde una zona con cocina completa (incluyendo fregadero, muebles, nevera y gas) hasta un pequeño comedor con una mesa y asientos plegables para formar una cama. En las ventanas hay cortinas de tela para ocultar el interior cuando llega la noche. También hay toda clase de accesorios, como tazas y demás piezas para hacerlo aún más realista, mientras que para el exterior hay sillas plegables de playa y tablas de surf. Con todo hay que recordar que es un vehículo, así que también encontramos una cabina con volante funcional y una vistosa parte exterior en tono bicolor a la que no le falta la icónica rueda de repuesto en el frontal sus paragolpes, e incluso una serie de pegatinas para adaptarla aún más a un estilo sesentero. Interior de la Volkswagen T2 Camper Van de Lego No es la única réplica de un coche que ha hecho la famosa compañía de bloques de construcción, algunos de ellos basados en vehículos de películas famosas como el Batmobile, el Delorean de Regreso al futuro o el divertido vehículo ECTO-1 de los Cazafantasmas.
Coches de juguete: la entrañable historia del objeto más deseado por los niños El juguete más antiguo con ruedas apareció en Turquía, un pequeño carro de caballos encontrado en la tumba de un niño con más de 5.000 años de antigüedad. Los niños siempre han deseado juguetes con ruedas: cuadrigas, carros, diligencias o trenes y, al llegar al siglo XX, coches. Los primeros imitaban a aquellos automóviles clásicos de principios de siglo y estaban hechos de diferentes materiales: madera, hojalata, cartón, celuloide y finalmente plástico. El hecho es que podemos repasar la historia de los coches de juguete que más han deseado los niños de cada generación de principios del siglo XX hasta hoy. Payá Hermanos y los coches de pedales de Sauquillo En la década de los años veinte del pasado siglo aparecieron tres puntos principales de producción de juguetes: Barcelona, Onil e Ibi, estas últimas en Alicante. En estas fábricas fueron surgiendo fabricantes y empresas como Hispano-Alemana de juguetes, los talleres Sánchez, Serra, Riera, Lapeyra o Calabuig, y la fábrica creada por Fernando Sauquillo en Denia. Sauquillo crea en 1929 la colección de coches de juguete ‘Sport’. Una línea de biplazas a pedales fabricada en metal y que causaron sensación en la Exposición Internacional de Barcelona de ese mismo año. Los vehículos imitaban conocidos modelos de la época como un Chevrolet, que podemos visitar en el Museo del Juguete de Denia, entre otras piezas de Sauquillo. Pero los verdaderos pioneros de la industria juguetera levantina fueron los hermanos Payá, que en 1909 transformaron su fábrica de canalones, cubos y otros utensilios de hojalata en una próspera industria juguetera, que solo en 6 años se convertiría en la fábrica de juguetes más productiva de España. De ella salieron numerosos automóviles de hojalata que incluso hoy, tras el cierre de la industria en 1984, siguen fabricando como series limitadas. Parte de su éxito es que fue una de las primeras marcas en incorporar mecánica de cuerda a los coches. Coche desmontable de hojalata y plástico de Payá (años cincuenta) La llegada del Scalextric Al final de la década de los 50 la empresa Minimodels presentó una serie de coches de carreras en miniatura que podían circular por una pista con una ranura que les servía de guía, además de toma de corriente, para sus pequeños motores eléctricos. Así nacía el mítico Scalextric, uno de los juguetes más deseados por los niños desde la década de los 60 hasta nuestros días, donde, al tener que competir con videojuegos de conducción, se ha transformado más bien en objeto coleccionismo. Empezó con un circuito simple de dos pistas y fue ampliándose con incorporaciones tan aclamadas como las chicanes, los puentes, marcadores eléctricos, obstáculos de rally, curvas de varios grados y múltiples pistas conectadas a la vez. El primer coche de Barbie En la década de los 60 aparece una de las muñecas más solicitadas de las navidades, desde aquella época hasta hoy: Barbie. Una muñeca tan singular no podía dejar de tener su propio coche. El primero de todos fue un precioso descapotable Austin Healey. Más tarde llegaron un Corvette, un Ferrari, un Jeep y otros modelos de coches de distinto tipo. En este vídeo podemos ver la parte de la evolución de los vehículos de Barbie a través de su historia. El niño más envidiado de los ochenta Anteriormente mencionábamos a Payá como una de las industrias jugueteras más relevantes del levante español. Otra es Rico, que junto con Payá fue una de las primeras en fabricar vehículos teledirigidos entre los 70 y 80. Eso sí, con cable, todavía no existía el radiocontrol en el mundo del juguete. El mando, que era bastante voluminoso, tenía un volante, acelerador, freno y encendido de luces, como mínimo. Su envergadura se debía a que usaba pilas grandes para funcionar. Entre los modelos más codiciados estaban: el camión Pegaso, el Superbólido, el Ricobus y el Mercedes, todos de la Marca Rico; y el Citroën Tiburón, el Ferrari y el coche de bomberos de Payá. En televisión comenzó a aparecer en los ochenta un niño que se llamaba Santi Rico que anunciaba esta marca. A los niños de esa época les daba una envidia terrible pensar que Santi Rico podía tener todos los modelos de coches teledirigidos más avanzados y deseados mientras el resto se conformaba con uno o ninguno. “Guisval, miniaturas en metal” Así finalizaban los anuncios de los coches en miniatura Guisval, una canción de esas que se quedan grabadas para toda la vida. Lo más atrayente era Play City, una pequeña ciudad con gasolinera, montaje de calles y hasta parking con elevador que pertenecía a la colección Chiquis. Este juguete ayudaba, de alguna manera, a comprender y organizar el tráfico a los niños de la época. En el catálogo de Guisval además podíamos encontrar modelos a escala de diversos vehículos y marcas, que siempre han estado bien considerados por su alto nivel de detalle y la calidad de sus materiales. Además venían montados en una cajita de plástico transparente con el nombre del modelo para facilitar el coleccionismo. Las mejores cajas eran los sets de vehículos de servicios públicos que configuraban una escena con los muñecos que traían y que podemos ver en la web del Museo virtual de Guisval. Mi Vespino Rosi “Súbete a mi moto, mi Vespino Rosi”. Si escuchas el anuncio ya no te quitas la canción de la cabeza. Injusa impactó brutalmente en el corazón de los niños, todo el mundo quería probar aquella moto. Era una de las primeras a batería y que se podía conducir de verdad que veíamos en España. El problema era aquello que aparecía al final del anuncio y que decía: “Más de 5.000 pesetas”. Una cantidad excesiva para la mayoría. https://youtu.be/YJWDTkVDlHA La supervelocidad de Hot Wheels Ya en la década de los noventa aparece una serie de coches diferentes, los Hot Wheels. Sus detalles exclusivos y su llamativo diseño han hecho que estén pensados sobre todo para el coleccionismo. Incluso se han sacado piezas especiales basadas en películas o series de TV. Además son coches con un nivel de rozamiento bajo por lo que se usan mucho para jugar a alcanzar grandes velocidades. Por otra parte, estos coches, además de individualmente, se comercializan en sets relacionados con el automovilismo: pistas de carreras, garajes, centros de lavado o parkings, entre otros. Los coches de batería recargable manejables A partir del año 2000 se empezaron a ver por los parques y plazas de las ciudades a niños montados sobre modelos a escala de coches de marcas conocidas. La marca Feber fue una de las primeras marcas de juguetes en producir estos modelos. El más conocido el Suzuki Vitara descapotable y biplaza. Este tipo de juguetes han terminado cautivado incluso a las marcas de coches y muchas de ellas han sacado versiones de sus automóviles más representativos para el deleite de los pequeños conductores. Por otra parte, la marca Pekecars, permite incluso que estos coches puedan ser pilotados por un adulto a través de control remoto, con lo cual evita los choques de los más pequeños. Y aparte de todo lo anterior, la historia del coche de juguete ha tenido muchos más protagonistas: los MicroMachines, esos diminutos cochecillos; el coche musical de Barriguitas; el juego de conducción Autocross Turbo, con aquella pista llena de curvas; las maquetas de Tamiya, para las que había que tener un don especial, buen pulso y mucha paciencia, o los coches radiodirigidos, entre otros muchos. Estos últimos tienen su prolongación actual en los drones o incluso en dispositivos rodantes conectados a móviles como Sphero y Ollie.
Seis curiosidades y datos históricos sobre los coches de juguete El Scalextric más rápido del mundo: En junio de 2008, una réplica de juguete de un Honda de Fórmula 1 alcanzó los 983 kilómetros por hora de velocidad en el famoso circuito Scalextric. Cabe destacar que debido a la escala de Scalextric, la velocidad se mide en una porción de 1/32 de una milla, de modo que la velocidad alcanzada por el coche de juguete fue de unos 49,79 km/h (30,94 mp/h, lo que dio como resultado una velocidad relativa de 983 km/h. Citroën, la primera marca en reproducir sus vehículos en coches de juguete: André Citroën fue el pionero en reproducir a escala sus propios modelos de coche con el objetivo principal de que los más pequeños/as de la casa jugasen con los coches de sus padres y que de mayores comprasen uno de sus vehículos gracias a su estrecha relación con la marca. La firma francesa lanzó al mercado distintos modelos que iban desde coches más grandes que se movían a pedales hasta reproducciones pequeñas de hojalata. El primer coche de Barbie: Una de las muñecas más famosas de la historia necesitaba tener su propio vehículo, de modo que en 1962 se lanzó al mercado el primer coche de Barbie. Se trataba de un descapotable Austin Healey de color rosa. Cabe destacar que a este modelo le siguieron un Chevrolet Corvette y marcas como Rolls Royce, Jeep, Ferrari, Porsche, New Beetle, Fiat, etc. Actualmente, Barbie cuenta con una amplia gama de vehículos, que se ha ampliado con autocaravanas, motos y hasta helicópteros. El coche de juguete más grande del mundo: En 2018, Lego Technic presentó un Bugatti Chiron fabricado con piezas Lego a tamaño real, por lo que se convirtió en el coche de juguete más grande del mundo. El vehículo cuenta con más de un millón de piezas Lego de 339 tipos distintos y costó más de 13.000 horas en construirse. Asimismo, cuenta con motores funcionales, por lo que puede conducirse y seguro que más de un adulto estaría encantado/a de probarlo. El coche de juguete más caro del mundo: El coche de juguete más caro del mundo es un Lamborghini Aventador Edición Oro a escala 1:8 que equipa todos los elementos y detalles del vehículo a tamaño real. Aunque los detalles le dan un valor increíble a este juguete, lo que realmente aumenta su valor es que está cubierto de oro. Esto puede explicar que su precio alcance los 7,5 millones de dólares frente a los 400.000 dólares que cuesta el vehículo real.
El coche de juguete más caro del mundo: El coche de juguete más caro del mundo es un Lamborghini Aventador Edición Oro a escala 1:8 que equipa todos los elementos y detalles del vehículo a tamaño real. Aunque los detalles le dan un valor increíble a este juguete, lo que realmente aumenta su valor es que está cubierto de oro. Esto puede explicar que su precio alcance los 7,5 millones de dólares frente a los 400.000 dólares que cuesta el vehículo real. El coche de juguete más rápido del mundo: El coche de juguete más rápido del mundo no corresponde a ninguna marca de superdeportivos reconocida a nivel mundial. Se trata de un coche de juguete fabricado hace unos años por un joven londinense. El vehículo, denominado SST-3B-Falcon, estaba propulsado por un cohete y alcanzó los 462 kilómetros por hora.
j*der el primer coche teledirigido por mando con cable que castaña era…siempre se enredaba el p*to cable y cuando se le acababan las pilas me lo traía remolcao tirando del cable marcha a tras jajajajjaj se le escamoteaban los faros y se le encendían al abrirlos
Rompí al menos dos de esos heredados de mi hermano. Uno blanco, que supongo sería una ambulancia, y uno amarillo si mal no recuerdo, qué no sé qué sería, porque el rojo, por ejemplo, era de los bomberos. Lo primero que hice fue cortarles el cable para jugar con ellos, ya que los mandos estaban rotos. O eso pensaba yo en aquel entonces, porque era bastante pequeño
Yo tuve uno blanco que no se de quien era y a parte una fregoneta malacotonera Mercedes también de chapa que tenía hasta óxido... menos mal que no me llegué a cortar ( tenía algunas aristas cortadas) porque hubiera sido gangrena y muete en dos días
Quita quita, que a mi me tuvieron que poner 3 veces la antitetanica de niño... la verdad es que sobrevivimos a cosas en la infancia ... yo soy del 81, y en mi barrio, Moratalaz, de chico teníamos de todo en el parque donde jugábamos ( parque Z) ... botellas rotas, hierros oxidados, jeringuillas de todos los colores y tamaños... Que bonitos aquellos descampados llenos de escombros.... le daban emoción a dar una vuelta en bici... Y nos parecía normal la hostia... ahora ves algo parecido y nos da un telele ...
No, creo que era un corvette, tenía el mando cuadrado enorme, y aparte también tenia botón de claxon creo recordar era gris
Peor que los coches eran los aviones con mando de cable... que clase de mierda era esa???, como engañaban a la peña... que manera de quitar la ilusión... pensabas, despegarán???
A mi hijo de pequeño le compraría no menos de 10 aviones y 3 helicópteros….vaya cacharros guapos , jugué yo más con ellos que el
Pero con cable? Yo recuerdo correr con el cable enchufado al F18 para ver si despegaba y na.... por más que corría que no despegaba el mamon
Ese en mi manos habría terminado volando desde la terraza con un petardo dentro y explotando en el aire.
MATCHBOX Siempre llevábamos un autito en el bolsillo o en el puño cerrado. En el colegio osábamos exponer alguno de nuestros favoritos sobre el pupitre, usando la goma y la regla como rampa sobre la cartuchera. Y al volver, recorrían de nuestra mano cuanta pared se encontraban en el camino a casa. MATCHBOX - VauxHall. Nº45 Regular Wheels Uno de los mas raros Matchbox Los MATCHBOX, fueron los autitos que nos acompañaron durante aquellos años de infancia. Como su nombre lo dice, tenían el tamaño justo para entrar en una caja de fósforos (Match-box), y los primeros envases de la marca recreaban el diseño de las cajas de cerillas simulando los laterales como el material abrasivo para encenderlos. La esencia de estos cochecitos fabricados por la británica LESNEY, recaía en un cuerpo metálico de fundición (die-cast), que le otorgaba un peso específico al tenerlos entre los dedos. En sus orígenes en 1953 eran sólo el chasis unido a la carrocería, huecos en su interior y sin vidrios. Por lo general en escala 1:64, recreaban a vehículos reales de trabajo; como camiones, tractores, camionetas, para luego recrear todo tipo de autos de 4 puertas. La línea de vehículos en ese entonces era de 17 modelos. En 1958, ya nace la línea Yesteryear (Vehículos de Antaño) que reproducía modelos antiguos que ya no circulaban por las calles. La línea de vehículos Yesteryear se mantuvo hasta los años 80 del siglo XX. MATCHBOX fue líder de ventas de coches en miniatura llegando a vender 50.000.000 de unidades al año Pero con el paso del tiempo y sobre todo por la aparición de su principal competidor HotWheels en 1968, los modelos de LESNEY debieron transformarse permitiendo ciertas transgresiones sobre los modelos reales. La fantasía y la aventura tomó el diseño de los vehículos que se dejaban ver con motores cromados y nuevas ruedas. Era el origen de la línea MATCHBOX Superfast que a partir del año 1970 estaba preparada para competir no sólo en las habitaciones de juego de los niños sino también con las compañías internacionales como MAJORETTE, TOMICA, CORGI y por supuesto HotWheels de MATTEL. Nuestra infancia, en los años '70 y '80 estuvo ya dominada por los vehículos de la línea 1-75 de MATCHBOX Superfast. Los envases seguían siendo de cartón pero habían abandonado el concepto clásico de caja de fósforos para tomar un diseño mucho más dinámico con ilustraciones realistas y coloridas. Los MATCHBOX contaban con algunas piezas móviles, generalmente puertas; pero la novedad en esta década fueron los elementos que se movían con el movimiento del vehículo. Un mecanismo interno vinculado a las ruedas permitía hacer girar motores, torretas, discos y demás artilugios. Eran los vehículos MATCHBOX ROLLAMATICS. A partir de 1975 MATCHBOX vuelve a cambiar el diseño de sus envases coincidiendo con el nuevo logotipo que lo acompañaría durante la década de los 80. Incluye de manera destacada el 75 en los laterales que representa los 75 modelos disponibles de la serie. En Argentina, la marca MATCHBOX estaba muy arraigada y competía a nivel nacional con marcas nacionales como Buby, JET de Gillette, y también con los Muki, que copiaban la matricería de los propios HotWheels. La calidad en algunos casos decantaba la balanza hacia los vehículos importados del Reino Unido mientras que en otros lo hacían los vehículos fabricados en el país; por tener modelos exclusivos que circulaban en Argentina (FIAT 600, Renault 4, Citroën 2cv, Estanciera, Pick-Up Ford, etc…) MUKI - McLaren MGA Turbo Clon del modelo Chaparral de HotWheels Made in ARGENTINA (provincia de Entre Ríos) JET - Camión Frigorífico Chevrolet 714 Made in ARGENTINA by Gillette Buby - Camión Mezcladora de Hormigón Transmix Made in ARGENTINA En los años '70 también hace su aparición bajo la marca MATCHBOX la línea SUPER KINGS. Modelos mucho más grandes en escala y con infinidad de elementos extraíbles y móviles. Son parte de esta innovación los aviones metálicos SKYBUSTERS, los barcos SEAKINGS y los modelos militares BATTLEKINGS. En 1980, con problemas sobre su cabeza, LESNEY desplaza parte de la fabricación a Macao con el consiguiente descenso de la calidad. Los modelos comienzan a envasarse con burbuja de blister dejando ver el vehículo como lo hace la competencia. Pero en 1982 la compañía entra en bancarrota y en 1984 se discontinúa la producción de modelos en el Reino Unido. Como suele suceder con la mayoría de empresas, con LESNEY ENGLAND arruinada, la marca MATCHBOX fue vendida. Paradójicamente, luego de una carambola con TYCO TOYS que la había comprado previamente, es MATTEL, el gigante americano, dueño HotWheels quien en 1997 se queda con el paquete. Pero en lugar de borrar del mapa a su antigua competencia o simplemente absorberla para mantenerla de manera residual, MATTEL continúa apostando por la emblemática marca británica. Al ser MATCHBOX una marca entrañable, y con un arraigo especial en el coleccionismo, la empresa decidió mantenerla viva con la serie completa 1-75 y 1-100 para el mercado americano. Renovando sus modelos año tras año, como lo hacía en el pasado. En 2020, de repente, la presencia de MATCHBOX se vuelve habitual en las jugueterías y en las grandes superficies. Casi tanto como HOTWHEELS. Los nuevos modelos de MATCHBOX invaden comercios distribuyéndose en burbujas de blister, packs combinados y sets de juego. Es un gran momento para comenzar a coleccionar MATCHBOX.
Éste lo tuve: Entre lo poco que duraban las pilas y lo mal construídos que estaban apenas pude jugar con él.
Lo tenían mis vecinos de arriba cuando yo era muy pequeño, mayores que yo, y me causaba mucha impresión verlo, me parecía enorme a esos años
Pues yo tengo una colección bien maja en escala 1/64... https://www.instagram.com/carretera164?igsh=MThpNGZxdTNjbTFwNA==&utm_source=qr