Descubrieron el Ferrari más antiguo del mundo en circulación por casualidad y esta es su intrincada historia 25 Jul 2024 Es el cuarto coche de serie jamás fabricado por Ferrari, corrió en Monza, también en la Mille Miglia, tuvo un accidente en una montaña y pasó de mano en mano durante décadas. A veces en un granero y otras tirado en el campo, este Ferrari 166 Inter de 1948 tuvo que esperar a que una pareja de Nueva Zelanda lo encontrase en los 90 para darle la segunda vida que merecía. Lo guay es cómo se descubrió esta historia de manos de la propia Ferrari. Fueron a por cobre y encontraron oro En un recorrido reciente por Nueva Zelanda en una pequeña flota de Ferraris Purosangue, un grupo de periodistas automovilísticos se topó con una joya del motor: un Ferrari 166 Inter de 1948. Sus dos dueños actuales son Amanda y Philip, una pareja de jubilados que adoptaron el 166 hace unos 30 años. Lo mejor de todo es que ellos usan el coche sin reparo para ir a todas partes y numerosos eventos. ¡Esto es verdadera pasión por el mundo del motor! La enrevesada historia de este ejemplar (número de serie 007-S) se reveló solo después de una investigación detallada por parte de los actuales custodios. Algo tanto o más difícil que el proceso de restauración Uno de los primeros hijos Nacido en el segundo año de existencia de la fábrica, el 166 era una máquina sofisticada. Su motor V12 de aleación generaba un alto rendimiento para la época (110 CV a 6500 rpm). Albergaba una capacidad de 2 litros, o 166 cc por cilindro, de ahí el nombre. El 007-S fue el primer 166 que llevó el nombre «Inter». En 1949 se expuso en el Salón del Automóvil de Ginebra y en mayo corrió en Monza en la Copa Inter Europa. Los primeros números de serie reservaban los dígitos impares para los coches de carretera y los pares para los de carreras, lo que convirtió el 007-S en el cuarto coche de serie de Ferrari jamás fabricado. Lamentablemente, el 001-S y el 003-S se han perdido para siempre, y el 005-S se encuentra en el Museo Enzo Ferrari de Módena, por lo que esta joya especial de la zona rural de Nueva Zelanda es el Ferrari más antiguo del mundo en circulación. En la nomenclatura 007-S, ese 7 impar indica que se trataba de un coche de serie para carretera. Con sus hermanos 001-S y 003-S perdidos para siempre y el 005-S guardado en un museo, este Ferrari es el más antiguo del mundo en circulación regulada La aventura que empezó emocionante, pero continuó aburrida (para el coche) En julio de 1949, el coche encontró su primer propietario en Génova y después, en 1951, un segundo en Florencia. Su tercer custodio fue Pietro Barbetti quien, a pesar de su número de serie impar, corrió con el 007-S en la Mille Miglia de 1952, en la que terminó vigésimo en su categoría. En 1953, Henry Bartecchi, capitán del ejército estadounidense destinado en Italia, adquirió el 166, con el que tuvo éxitos y desgracias, incluido un mes de hospitalización tras accidentarse en una carrera de montaña. La reparación pasó factura al exterior tricuerpo de Carrozzeria Touring de Milán. Entonces, el coche cruzó el Atlántico en 1954 para que un rico abogado separase la carrocería del chasis para completar la reparación. El proyecto se estancó y la carrocería quedó olvidada en un campo durante 2 años, hasta que en 1956 un tal Thomas Wiggins tomó la difícil decisión de deshacerse de la carrocería Touring debido a su lamentable estado. El coche participó en la Mille Miglia de 1952, pero un accidente un año después dejó el coche en fatal estado. Pasó de manos, pero nadie pudo completar la reparación. Un par de años a la intemperie dejaron la carrocería en tan mal estado, que tuvieron que desecharla Años de espera, un rayo de luz, más años de espera y, al fin, un buen puerto Wiggins tardó 15 años en encontrar un armazón adecuado, una carrocería coupé que estaba entre las 5 únicas fabricadas para Ferrari por Stabilimenti Farina, la factoría de Turín creada por Giovanni Farina, cuyo hermano, Battista, fue el Battista que después fundaría la renombrada Pininfarina. Esta carrocería de Farina, rescatada del chasis de un 166 que atravesaba tiempos difíciles en Estados Unidos, necesitaba una cuidadosa restauración. La magnitud de la empresa hizo que el proyecto se paralizara nuevamente durante 23 largos años. En 1994, Wiggins finalmente abandonó su sueño de conducirlo. Aquí es donde entra Amanda en la historia. Ella y su marido Philip ya poseían dos modelos de Ferrari de 1966 (un 330 GT y un 330 GTC). Recién mudados de Alaska a Nueva Zelanda, leyeron en una revista el anuncio del 166 Inter. Tras 6 meses de negociaciones, recibieron un chasis rodante con un motor y una carrocería suelta, junto a cinco cajas de madera llenas de diversas piezas. El coche pasó 15 años esperando la carrocería adecuada (una de las 5 fabricadas por Stabilimenti Farina para Ferrari procedente de un 166 accidentado). El coste y meticulosidad de la restauración paralizaron el proyecto otros 23 años, hasta que Amanda y su marido Philip se hicieron con el proyecto Manos a la obra, la pasión se abre paso (con ayuda de algo de dinero) Amanda y Phips llamaron a un taller de restauración especializado que confirmó que la mayoría de los componentes originales del motor todavía eran utilizables. Cuando la restauración finalmente se completó en 1997, la pareja hizo realidad el sueño de devolver el coche a sus raíces. Una aerolínea patrocinó el transporte del 166 a Roma, desde donde Amanda y Phips condujeron hasta la Emilia-Romagna para que su automóvil ocupara un lugar destacado en las celebraciones del quincuagésimo aniversario de Maranello. Desde entonces, la pareja ha recorrido más de 50 000 kilómetros en su querido 166 Inter y hoy siguen tan apasionados por él como a su llegada hace tantos años. «No tenemos reparos en conducirlo», asegura Amanda. «Nunca nos ha importado demasiado exhibir el coche en eventos. Nos gusta compartirlo con la gente conduciéndolo». Por suerte, estos dos auténticos ferraristas usan el 166 sin reparo y lo llevan a toda clase de eventos. De esta manera las generaciones futuras puedan apreciar y disfrutar de este pedazo de historia irreemplazable que ha quedado preservado
que maravilla, hay que alabar y agradecer a estas personas la pasion de invertir su dinero en esta empresa, sin ellos, se hubiese perdido
Esto puede batir el record de tiempo en terminar un "Project car" pero de lejos... desde 1957 en el garage "ya lo arreglare" Y gracias a que quedan amantes de la historia automobilistica y les han ayudado desinteresadamente
A Ferrari Story - The oldest road-going Ferrari in the world Ferrari 25 jul 2024 During the #FerrariTour in #NewZealand Amanda and Philip joined the Ferrari convoy, greeting us with their own Ferrari. That’s how we met this 1948 #Ferrari166Inter, the oldest road-going Ferrari in the world. Get ready to be ignited by Amanda's passion for her unique Ferrari and its spectacular story.
Este Ferrari 166 Inter «chasis 007» es el Ferrari más antiguo en circulación legal Tras una vida azarosa y restauraciones medidas en décadas este 166 Inter de 1949 se ha confirmado como el Ferrari más antiguo de entre todas las versiones de calle en uso y circulación. Al hablar de modelos históricos relativos a la alta gama mencionar cómo muchos de ellos se han convertido en objetos de especulación es algo -desgraciadamente- muy recurrente. Así las cosas el automovilismo de colección al más alto nivel ha experimentado una deriva similar a la del mundo del arte, siendo así un nicho de inversión donde las piezas muchas veces son valoradas como “valores refugio”. Un hecho capaz de desvirtuar completamente su carácter, haciendo que mientras no pocas pinturas queden custodiadas libres de impuestos en los depósitos de la zona franca de Ginebra -el llamado “freeport” contiene posiblemente la concentración pictórica más costosa del mundo- muchos de los mejores GT subastados en casas como RM Sotheby’s queden guardados en contenedores especiales sin rodar ni un sólo kilómetro. Algo especialmente sangrante pues, más allá de no hacer funcionar una máquina creada por y para devorar kilómetros, estos siquiera se muestran al gran público en ferias del sector, museos o concursos de elegancia. Dicho esto no podemos más que sorprendernos y alegrarnos al conocer la historia del Ferrari 166 Inter con número de chasis 007; reconocido como el Ferrari más antiguo en circulación esta unidad de 1949 ha realizado ya más de 50.000 kilómetros con sus últimos propietarios, quienes no dudan en utilizarlo con plena normalidad realizando viajes a todo tipo de eventos automovilísticos. FERRARI 166 INTER, DE LOS CIRCUITOS A LAS CALLES Curtido en la gestión de su propia Scuderia -en la cual Alfa Romeo había delegado su presencia en carreras- Enzo Ferrari no tenía especial interés en comercializar automóviles de calle siquiera siendo estos fueran un derivado directo de los diseñados para la competición. No obstante los gastos inherentes a participar en las citas deportivas más prestigiosas obligaron a la producción de los mismos como la única forma posible de financiar las carreras. Llegados a este punto a mediados de los años cincuenta Ferrari ya había labrado la que iba a ser su duplicidad inicial: utilizar los circuitos como un ámbito de desarrollo y publicidad, usar los concesionarios como la vía para sufragar la competición. Dicho esto el Ferrari 166 Inter ocupa un puesto destacado en el echar a andar aquella vía de trabajo siendo la adaptación a las calles del 166 S estrenado con éxito por la Scuderia durante la temporada de 1948, año en el cual una unidad berlinetta se hizo con la victoria en la Mille Miglia mientras otra unidad -barchetta- ganaba el Giro di Sicilia. Un excelente palmarés deportivo continuado con el desarrollo del 166 MM, el cual necesitó de los ingresos dados por una versión comercializada nombrada 166 Inter. Carrozada según la conveniencia del cliente por Ghia, Stablimenti Farina, Bertone, Vignale o Touring, ésta tuvo en el último de todos estos talleres al responsable de las más de las unidades y, por tanto, al artífice de su imagen más canónica. UN EJEMPLO DE PRIMERA HORA Más allá de la apariencia dada por sus nuevas carrocerías -las cuales se asentaron sobre el bastidor tubular genérico creado por Aurelio Lampredi-, lo más interesante del Ferrari 166 Inter es sin duda su motor. Primer 12 cilindros de la casa italiana en alcanzar los 2 litros -aumentando tanto la carrera como el diámetro en el cilindro- éste rendía 90 CV en caso de contar con un único carburador, 115 CV con dos y bastantes más si nos vamos a un tercero. Y es que a fin de entender las historias y especificaciones de aquellos 166 Inter no cabe más que tener en cuenta cómo, aun siendo vehículos de calle, estos se producían en una tirada tan corta y exclusiva que sus características finales obedecían a un proceso de personalización donde el cliente resultaba ser parte activa. Debido a ello no sólo el aspecto sino también la propia mecánica de cada uno de estos primeros Ferrari de calle puede representar todo un reto para genealogistas. Algo, por cierto, todavía más enrevesado cuando nos encontramos con casos como el del chasis 007; receptor durante uno de sus procesos de restauración de una carrocería previamente montada en otra unidad. CHASIS 007, EL FERRARI DE CALLE MÁS ANTIGUO EN CIRCULACIÓN Una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta cuando abordamos la historia de Ferrari es saber cómo mientras los números de chasis pares estaban reservados a las unidades de competición los impares pertenecían a las de calle. Dicho esto el chasis 007 con el cual queda marcada este Ferrari 166 Inter no es sólo el primer del modelo en sí, sino incluso el cuarto en relación a los automóviles turismo salidos de Maranello. No obstante, como si esto no fuera ya de por sí un enorme atractivo para los fetichistas de la genealogía la unidad también participó en la Mille Miglia de 1952 quedando vigésimo en la categoría relativa a los GT con dos litros. Tras esto el chasis 007 no sólo experimentó un nuevo cambio de propietario -sería el cuarto- sino también un accidente capaz de dañar de forma irremediable a su carrocería Touring. A partir de aquí comenzó una historia compleja en la cual viajó hasta los Estados Unidos -con otro propietario- a fin de realizarse una restauración completa. Restauración que nunca llegó como tal pues los daños en la chapa original eran tan grave que finalmente -y tras tres lustros buscando- fue reemplazada por otra firmada por Stablimenti Farina y, afortunadamente, también procedente de un 166 Inter. Tras esto el proyecto languideció durante más de veinte años hasta toparse con los actuales propietarios neozelandeses. FERRARI 166 INTER, UNA VIDA ACTIVA EN NUEVA ZELANDA Tras descubrir las piezas relativas al proyecto de restauración de este Ferrari 166 Inter en un anuncio de la revista Hagerty el matrimonio actualmente poseedor de la unidad sabía que no iba a tener las cosas fáciles. De hecho la recepción desde Estados Unidos de una enorme caja en la cual se encontraba el chasis, el motor, la carrocería y multitud de piezas sueltas no sonaba precisamente prometedor. Sin embargo iniciaron un concienzudo trabajo en el que no sólo lograron devolver a la vida a aquella unidad, sino incluso hacerlo de una manera tan excepcional que pudiera ser utilizada como es: de manera habitual e incluso intensa, habiendo cubierto miles de kilómetros en lo que no supone un uso nada habitual -desgraciadamente- para estos modelos tan señeros y concretos. Asimismo la intensa labor de documentación pudo certificar cómo, sin lugar a dudas, el chasis 007 es el más antiguo de entre todos los Ferrari de calle en circulación. Una auténtica delicia para quienes sientan la pasión que merecen estos primeros ejemplos creados por la factoría de Maranello.
