Principios de los 90, españa en general y Barcelona en particular, se preparaban para recibir los juegos olímpicos. Había cierta alegría en el ambiente y la economia funcionaba bien. El jefe del taller en el cual mi padre trabajaba (y en el que se metió 25 años de oficio), tenia también un concesionario de coches, además de ser uno de los primeros puntos oficiales Toyota de la peninsula. Mi padre tiene el dudoso honor de ser quizás, la primera persona que se quedó tirada en españa con un supra MKIII 3.0i Turbo por falta de gasolina, cuando lo recogió para la preentrega Pero vamos a lo que interesa. Un cliente habitual del taller, con ya bastantes coches, quiere darse un homenaje, y compra un fabuloso 520i de color islandgrün -metallic . Además, pidió que llevara llantas de panel de abeja en 15" y el interior en madera, kit que costó la friolera de 100.000 ptas de la época. Asi que el coche llegó al taller con los extras para montar, más una alarma Autosonik. Mi padre se enamoró nada más verlo. Pasaron los años y el coche solo pisaba el taller para las oportunas revisiones, porque fallar, no fallan. Cada vez que entraba por la puerta mi padre soñaba con el. Hasta que, diez años después, el dueño se compra dos perros, y por no meterlos en la preciosa berlina, decide cambiarla por un 325i e36 ranchera. -Angel, en el concesionario me dan 1.400.000ptas por el serie 5 ¿que dices? -Yo no llego a eso Josep, lo siento mucho pero lo tengo que dejar -¿A cuanto llegas tu? -Yo solo te puedo dar 800.000ptas (y era verdad, solo podia dar eso) -Bah, quiero seguir viendo el coche y se que tu estás enamorado, y a mi no me viene de ahi, asi que por 800.000ptas es tuyo Y asi fue como aquel 520i e34 con 180.000km entró en mi familia. Recuerdo que mi padre estaba feliz feliz feliz como pocas veces. Esta pasada Semana Santa, como de costumbre mi chica y yo nos fuimos a pasar unos dias por el sur de Francia, la bella Niza. Y mi padre, en vista de que el Z no es la mejor opción para esos kilometros, y que el Jaguar aun no estaba a nuestro nombre, nos dejó el BMW. Yo ya no recordaba que era conducir ese coche. Que maravilla, que gozada de chasis, que finura de motor, que regalo de sonido bronco emanan los seis cilindros, poderoso, metalico, empujando desde cualquier rango. He llevado muchos, muchos coches, y aparatos muy serios. Pero este coche es una absoluta gozada para viajar. Subió hasta el Col du Turini: Y se paseó por las calles de Mónaco: Pero como es de bien nacido ser agradecido, y todo favor ha de ser devuelto, a la vuelta del viaje, le regalé un detallado completo a esta belleza. No estaba para nada mal, pues mi padre es muy pulcro con los coches, pero 25 años se notan El viaje dejó mella: Las llantas són preciosas...pero una pesadilla para limpiar Iron-X haciendo de la suyas: Una vez lavado: Pasamos a ver el estado de la pintura: Descontaminamos con la clay bar: Y después del pulido en tres pasos, aplicamos sellante: Y retiramos:
El resto del coche simplemente necesitó un pequeño detallado: Por cierto, los kilometros del bicho a dia de hoy: Saludos!!
Otra entrañaba historia de un 34.Me ha encantado con que cariño nos hablas de este bonito viaje y de las sensaciones que transmite el 520.Pienso que muchas veces es tratado injustamente por su escasa potencia y la verdad es que evidentemente no es ningún deportivo , pero como buena berlina para viajar tiene la esencia 6 cilindros Bmw sin complejo alguno. Lo tienes precioso compañero . Un saludo. Enviado desde mi iPhone utilizando Tapatalk
Bonito bonito compañero, y un muy bien merecido detallado. A seguir disfrutandolo muchos kilómetros más
Muy bonita unidad y preciosa historia. El 520i que compró mi padre nuevo en 1991 también se lo vendió a un familiar en el año 2000 en 1.000.000 pts, aunque la tasación en aquel momento eran 1.300.000 con casi 300.000 km. Actualmente lo conservan y tiene 410.000 km. Saludos Fernando
Hola, te voy a decir casi lo mismo que los demás, pero merece la pena repetirlo: muy bonita y entrañable historia. El coche, una verdadera preciosidad y belleza, y más con el trato y cuidado que ha recibido, el color, el interior.....precioso. Ojalá lo sigáis disfrutando muchos años más, estos coches no pasan de moda aunque pasen los años. Yo tengo otro 520 y cada vez que lo cojo no se me quita la sonrisa de oreja a oreja Saludos y enhorabuena, Juan