Europa pasa por el aro de China: Países Bajos abandona Nexperia
para que los chips vuelvan a fluir hacia todas las industrias
Europa ha terminado claudicando ante
China, y el detonante ha sido, como cabría esperar,
Nexperia.
El gobierno de Países Bajos, presionado por la escasez de semiconductores y el bloqueo impuesto
por China, estaría dispuesto a
devolver el control de Nexperia a su matriz china, Wingtech, a
cambio de que
se reanuden las exportaciones de chips. Una concesión que evidencia el peso
real de Pekín en la cadena de suministro global y lo poco que puede hacer Europa cuando su
industria depende, literalmente, del visto bueno de los asiáticos.
Esto solo confirma la desastrosa gestión de nuestros dirigentes, los cuales, no pueden tomar el
control de una empresa
tras un fraude financiero con dinero público y tienen que plegarse a la
voluntad de un país extranjero, porque si no, hunden al mismo tiempo una cantidad de sectores
tecnológicos increíbles, comenzando por los coches.
Europa se baja los pantalones y cede el control de Nexperia a China en un movimiento de
incompetencia total que evidencia la inutilidad del gobierno de Países Bajos
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La decisión llega tras un mes de bloqueo total del flujo de chips de Nexperia, cuyas fábricas en
China concentran
cerca del 70% de su producción mundial, y claro, el gobierno de Pekín cierra
el grifo y en Bruselas y Países Bajos van todos al baño de uno en uno, sin capacidad de respuesta.
Según Bloomberg, Países Bajos “está preparado” para abandonar el control
si China levanta el
veto a las exportaciones, lo que restablecería la producción para fabricantes europeos de
automóviles y electrónica. La ecuación es clara: sin acceso a esos semiconductores, la industria
europea se paraliza; con ellos, el gobierno neerlandés renuncia a ejercer soberanía sobre una
empresa que hasta hace unas semanas consideraba
crítica para su seguridad nacional. Y estos
burócratas son los que, curiosamente, están criticando la estrategia de Trump de devolver a su
suelo la fabricación de chips.
De nuevo, Europa, queda en evidencia
al no poder controlar al completo una empresa del
continente y se tiene que plegar a los designios de una potencia extranjera, o se queda
sin chips, al igual que sus socios.
La Haya queda también retratada, un colapso institucional que evidencia el golazo de
China a Europa en materia de chips sin ser dueño de la empresa
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El contexto no es menor. Nexperia, con sede en
Eindhoven, fue adquirida por Wingtech en
2019
y se convirtió en símbolo del avance chino
sobre activos tecnológicos europeos. A comienzos
de octubre, La Haya intervino la compañía alegando
“riesgo de transferencia tecnológica no
autorizada”, con una cantidad de argumentos brutal.
En respuesta, China ordenó el cese de exportaciones de su filial en Shanghái, afectando
directamente al suministro de
diodos, MOSFETs y chips lógicos de gama media esenciales
para la automoción. En apenas tres semanas, el 40% del suministro de componentes básicos
para vehículos europeos quedó en el aire.
El chantaje industrial funcionó. Bruselas y La Haya sabían que
ni Infineon ni STMicroelectronics
pueden absorber un vacío así sin provocar una cadena de retrasos de meses. Y mientras
Washington mantiene a Wingtech en su lista negra, la Unión Europea ha optado por el
pragmatismo: soltar la cuerda para evitar un colapso productivo en plena recuperación del
sector automotriz. El “deal” que se perfila es tan simple como inquietante:
China devuelve
los chips, Europa devuelve el control, la UE y La Haya quedan retratados como auténticos
incompetentes.
Sin producción propia, sin fábricas, sin control: Europa va a la deriva y debe recuperar el mando
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Este episodio desmonta el relato de autonomía estratégica con el que Europa intenta
vender su
política industrial. Si el acceso a semiconductores de potencia y lógica depende de un permiso
político de Pekín, el margen de maniobra comunitario es
nulo. La lección es dura: sin fábricas
propias ni reservas estratégicas,
Europa sigue jugando en terreno ajeno, y el partido lo arbitra
China, la cual, nos trata como vasallos de baja cuna. La pregunta ahora es clara, ¿qué va a hacer
Europa con el resto de empresas que están integradas en la red de suministro en China?
Pekín ha dejado claro que en su suelo ellos mandan, y que, si cierran el grifo, sin ser una empresa
local sino extranjera, ahoga a países completos que dependen de esa producción en suelo asiático.
Quizás la UE deba replantearse, irónicamente, que
China no es un socio de fiar y que hay que sacar
todo activo de su suelo, recuperar el control de todas las empresas y dejar de dilapidar dinero en
idioteces varias, y sentarse de una vez a engrandecer al continente con tecnología y mano de obra
propia.
Eso, o volver a hacer el ridículo evidenciando que, aunque la empresa tenga sede en un país de la
UE, Europa no tiene control alguno de ella y, además,
es fácilmente chantajeable. Quizás, lo que
debemos hacer es retirar del mando a políticos que nos han llevado a una situación lamentable
y a un momento económico que huele a debacle, porque capacitados, desde luego, no están, y
eso ha quedado patente, algo que no viene, lógicamente, de ahora.
The Netherlands is prepared to suspend its powers over Chinese-owned chipmaker Nexperia in a move that would de-escalate a fight with Beijing that threatens to disrupt automotive production around the world.
www.bloomberg.com