- Modelo
- 525i M50b25TUx2
- Registrado
- 2 Oct 2012
- Mensajes
- 140.236
- Reacciones
- 228.796
Comparativa roadster: Japón supera a Reino Unido
.
Aunque el concepto de un biplaza ligero para disfrutar a cielo abierto sea algo esencialmente británico, lo cierto es que los japoneses siempre han mejorado el concepto con modelos realmente interesantes a día de hoy para cualquier coleccionista
Uno de los muchos méritos atribuibles a la industria británica del motor es el de asentar el concepto de roadster. Asentado después de la Segunda Guerra Mundial gracias a modelos como el Jaguar XK 120, éste evolucionó en la forma de crear automóviles deportivos sin necesidad de ser especialmente prestacionales.
Y es que, lejos de atribuir todo el mérito al motor, lo más cautivador de los roadster siempre ha sido la promesa de divertirse al volante gracias a un peso reducido, una batalla corta con habitáculo biplaza y un desempeño a cielo abierto con el cual rodar en comunión cercana al asfalto.
Y es que, lejos de atribuir todo el mérito al motor, lo más cautivador de los roadster siempre ha sido la promesa de divertirse al volante gracias a un peso reducido, una batalla corta con habitáculo biplaza y un desempeño a cielo abierto con el cual rodar en comunión cercana al asfalto.
En definitiva: sensaciones por encima de prestaciones, todo ello envuelto en una desenfadada elegancia británica tan ligera como atemporal. Eso sí, más allá de la especificad “british” del concepto lo cierto es que otras nacionalidades también supieron recorrer esta senda con una enorme solvencia.
Y no, no estamos pensando en Italia con creaciones como su temprano Giulietta Spider de 1955. Más bien tenemos nuestra mente puesta en los japoneses, quienes para 1963 demostraron su sapiencia en esto de hacer deportivos ligeros gracias al Honda S500; una pequeña delicia con motor de tan sólo 531 cc posteriormente ampliado hasta los 791 cc gracias a los sucesivos S600 y S800.
Y no, no estamos pensando en Italia con creaciones como su temprano Giulietta Spider de 1955. Más bien tenemos nuestra mente puesta en los japoneses, quienes para 1963 demostraron su sapiencia en esto de hacer deportivos ligeros gracias al Honda S500; una pequeña delicia con motor de tan sólo 531 cc posteriormente ampliado hasta los 791 cc gracias a los sucesivos S600 y S800.
LA DECADENCIA BRITÁNICA
Más allá de su rareza cimentada en el particular universo de los kei car aquellos tres Honda biplaza pusieron una verdad encima de la mesa: la de cómo los japoneses habían desarrollado su industria automovilística hasta el punto de producir diseños no sólo eficaces sino también atractivos y ociosos.
Contaban con unas marcas pujantes y ambiciosas, capaces de saltar sus fronteras para conquistar mercados occidentales a golpe de vehículos prácticos para el día a día e incluso más de alguna versión deportiva capaz de imponer su ley en concesionarios y circuitos; sólo por poner un ejemplo véase lo ocurrido con Datsun.
A partir de aquí mientras en Japón pugnaban por conquistar el futuro en países con una tradición automovilística mucho más asentada reinaba la complacencia con lo propio. Y sí, de ahí al anquilosamiento hay un sólo paso.
Un paso peligroso con el cual se puede acabar dando vueltas en círculo sobre mitos del pasado sin capacidad alguna de reinventar lo propio ni adaptar lo ajeno; caso éste bien ejemplificado por el MG RV8 de 1992.
Un roadster con motor V8 (¡!) tan interesante para coleccionistas como poco adecuado a la hora de pugnar por el liderazgo de un mercado donde la apuesta deportiva ha de ir unida a un precio razonable.
A partir de aquí mientras en Japón pugnaban por conquistar el futuro en países con una tradición automovilística mucho más asentada reinaba la complacencia con lo propio. Y sí, de ahí al anquilosamiento hay un sólo paso.
Un paso peligroso con el cual se puede acabar dando vueltas en círculo sobre mitos del pasado sin capacidad alguna de reinventar lo propio ni adaptar lo ajeno; caso éste bien ejemplificado por el MG RV8 de 1992.
Un roadster con motor V8 (¡!) tan interesante para coleccionistas como poco adecuado a la hora de pugnar por el liderazgo de un mercado donde la apuesta deportiva ha de ir unida a un precio razonable.
LA PUJANZA DE JAPÓN: APARECE EL MAZDA MX-5
Mientras la industria británica no sabía cómo actualizar un concepto creado por ella misma los japoneses lanzaron en 1989 el Mazda MX-5: todo un golpe para el orgullo local pues, no en vano, aún siendo un vehículo con factura japonesa paradójicamente éste es -sin duda- el mejor roadster “británico” de la era moderna.
Y sí, aunque lo de “británico” no deja de ser una ironía también cuenta con enormes trazas de verdad pues mientras su diseño y concepto se inspira directamente en los del Lotus Elan S2 de 1962 sus ventas en el Reino Unido han hecho del mismo un automóvil tan británico como el Ford Anglia o el Austin Seven.
Dicho esto, guste más o menos lo cierto es que la llegada del Mazda MX-5 supuso un serio aviso para la industria automovilística con aroma inglés: su era de esplendor había acabado, hasta los japoneses materializaban mejor las ideas locales que ellos mismos.
Una reflexión a partir de la cual abrimos el hilo de una comparativa donde dos biplazas descapotables británicos se las verán con otros dos japoneses. Por un lado los Lotus Elan M100 y Mazda MX-5 -ambos con motor en posición delantera- y por otro los MG-F y Toyota MRS, en este caso caracterizados por colocar sus motores en posición central-trasera. Fight!
Y sí, aunque lo de “británico” no deja de ser una ironía también cuenta con enormes trazas de verdad pues mientras su diseño y concepto se inspira directamente en los del Lotus Elan S2 de 1962 sus ventas en el Reino Unido han hecho del mismo un automóvil tan británico como el Ford Anglia o el Austin Seven.
Dicho esto, guste más o menos lo cierto es que la llegada del Mazda MX-5 supuso un serio aviso para la industria automovilística con aroma inglés: su era de esplendor había acabado, hasta los japoneses materializaban mejor las ideas locales que ellos mismos.
Una reflexión a partir de la cual abrimos el hilo de una comparativa donde dos biplazas descapotables británicos se las verán con otros dos japoneses. Por un lado los Lotus Elan M100 y Mazda MX-5 -ambos con motor en posición delantera- y por otro los MG-F y Toyota MRS, en este caso caracterizados por colocar sus motores en posición central-trasera. Fight!
TRACCIÓN DELANTERA VS PROPULSIÓN TRASERA
Aunque ambos aparecieron a lo largo de 1989 los Mazda MX-5 y Lotus Elan M100 tienen muy poco que ver entre sí. Para empezar está el precio, pues aunque el tiempo los ha ido poniendo a la par en el mercado de coleccionistas lo cierto es que cuando aparecieron el M100 presentaba una factura mucho más holgada que la del relativamente popular MX-5.
Asimismo, a pesar de que ambos modelos apostaron por la típica disposición del motor en posición delantera -el Lotus en transversal y el Mazda en longitudinal- lo cierto es que mientras el británico se lanzaba de forma inesperada hacia la tracción delantera el japonés permanecía fiel a las sensaciones brindadas por la propulsión trasera.
En fin, Lotus formaba parte de General Motors desde 1986 y -claro está- los americanos pretendían rentabilizar a la pequeña y maltrecha casa británica con un modelo de acceso caracterizado por un manejo sencillo y agradable; una buena idea, sí, pero quizás bastante inadecuada cuando la rematamos con el logotipo de algo como Lotus en el capó.
Asimismo, a pesar de que ambos modelos apostaron por la típica disposición del motor en posición delantera -el Lotus en transversal y el Mazda en longitudinal- lo cierto es que mientras el británico se lanzaba de forma inesperada hacia la tracción delantera el japonés permanecía fiel a las sensaciones brindadas por la propulsión trasera.
En fin, Lotus formaba parte de General Motors desde 1986 y -claro está- los americanos pretendían rentabilizar a la pequeña y maltrecha casa británica con un modelo de acceso caracterizado por un manejo sencillo y agradable; una buena idea, sí, pero quizás bastante inadecuada cuando la rematamos con el logotipo de algo como Lotus en el capó.
LO ADECUADO DEL MX-5
Sobre el MX-5 no diremos nada porque cualquiera persona mínimamente aficionada al automovilismo ya lo sabe todo sobre éste: ligero, manejable, fiable, dócil y tan creíble en el día a día como a la hora de disfrutar pilotando mientras se enlazan curvas en una carretera de montaña.
Sencillamente es una maravilla nos centremos en la generación que sea; prueba de ello es cómo constantemente cualquier probador o aficionado con criterio siempre escoge al MX-5 como uno de sus coches soñados sino incluso lo ha incorporado ya a su garaje.
Eso sí, del Lotus diremos que no sólo cuenta con un interesante motor 1.6 -tanto en atmosférico como en turbocompresión- sino que el cuidado ajuste de su subchasis delantero hace de su comportamiento dinámico algo muy a tener en cuenta; es más, ya que a nosotros nos encantan las rarezas carentes de lógica muy posiblemente lo escogeríamos por delante del Mazda.
Sencillamente es una maravilla nos centremos en la generación que sea; prueba de ello es cómo constantemente cualquier probador o aficionado con criterio siempre escoge al MX-5 como uno de sus coches soñados sino incluso lo ha incorporado ya a su garaje.
Eso sí, del Lotus diremos que no sólo cuenta con un interesante motor 1.6 -tanto en atmosférico como en turbocompresión- sino que el cuidado ajuste de su subchasis delantero hace de su comportamiento dinámico algo muy a tener en cuenta; es más, ya que a nosotros nos encantan las rarezas carentes de lógica muy posiblemente lo escogeríamos por delante del Mazda.
MG-F Y TOYOTA MR-S, ROADSTER MOTOR CENTRAL-TRASERO
Cuando nos movemos en el coleccionismo o el puro ámbito de la conducción recreativa podemos -y debemos- darnos caprichos imposibles a la hora de escoger un automóvil solvente para el día a día.
Dicho esto, si para usted no es suficiente el exotismo de un biplaza ligero a cielo abierto no se preocupe, pues tanto el MG-F como el Toyota MR-S rizan el rizo sumando a la apuesta roadster motores colocados en posición central-trasera sin por ello presentar la factura inherente a un superdeportivo.
Presentado en 1995, el MG-F fue la respuesta de la industria británica al lanzamiento del Mazda MX-5. Y bueno, aunque a su cuidado diseño sumó encantos como la posición del motor o el curioso sistema de amortiguación de hidrogás con nitrógeno lo cierto es que el público no respondió de la manera esperada debido al éxito del Mazda.
Además, por si fuera poco la industria japonesa respondió tan sólo cuatro años más tarde al MG-F con la presentación del Toyota MR-S. Dotado de una apariencia fibrosa, este encantador modelo vino derivado de las dos generaciones del coupé MR2.
Y adivinen… Con su motor de 1.794 cc y 140 CV para sus tan sólo 970 kilos parecía estar hecho bajo la idea de fulminar al MG-F, también con un motor de casi 1.8 litros aunque con 20 CV menos. Y es que, como hemos visto, en esto de los roadster los británicos tuvieron la idea y los japoneses siempre han logrado mejorarla. Paradojas del automovilismo.
www.escuderia.com
Dicho esto, si para usted no es suficiente el exotismo de un biplaza ligero a cielo abierto no se preocupe, pues tanto el MG-F como el Toyota MR-S rizan el rizo sumando a la apuesta roadster motores colocados en posición central-trasera sin por ello presentar la factura inherente a un superdeportivo.
Presentado en 1995, el MG-F fue la respuesta de la industria británica al lanzamiento del Mazda MX-5. Y bueno, aunque a su cuidado diseño sumó encantos como la posición del motor o el curioso sistema de amortiguación de hidrogás con nitrógeno lo cierto es que el público no respondió de la manera esperada debido al éxito del Mazda.
Además, por si fuera poco la industria japonesa respondió tan sólo cuatro años más tarde al MG-F con la presentación del Toyota MR-S. Dotado de una apariencia fibrosa, este encantador modelo vino derivado de las dos generaciones del coupé MR2.
Y adivinen… Con su motor de 1.794 cc y 140 CV para sus tan sólo 970 kilos parecía estar hecho bajo la idea de fulminar al MG-F, también con un motor de casi 1.8 litros aunque con 20 CV menos. Y es que, como hemos visto, en esto de los roadster los británicos tuvieron la idea y los japoneses siempre han logrado mejorarla. Paradojas del automovilismo.

Comparativa roadster: Japón supera a Reino Unido
Aunque el concepto roadster sea algo esencialmente británico, lo cierto es que los japoneses siempre han mejorado el concepto.
