Al volante del Alfaholics Giulia Super-R 270: la perfección tiene un precio ¿Qué precio le ponemos a la mejor interpretación del sedán deportivo fundacional, cada pieza perfeccionada y equilibrada con precisión? 16/06/2024 La lógica no tiene cabida aquí, así que intenta tragarte la indignación o la incredulidad. Porque el mundo del restomod ignora lo racional, abraza la locura del verdadero entusiasmo y ofrece pura fantasía. Se ocupa del titanio, la fibra de carbono y la gestión del motor con especificaciones de competición, pero también de paneles de aluminio hechos a mano, interiores asombrosamente ejecutados a la antigua usanza y motores modificados, equilibrados a la perfección, con culatas meticulosamente pulidas y árboles de levas de alto rendimiento. Lo viejo y lo nuevo en armonía. No crees que sea barato, ¿verdad? Comencemos con Alfa Romeo y una compañía que no acaba de subirse al carro del restomod. Este es el Alfaholics Giulia Super-R 270. Sin querer estropear la sorpresa, es simplemente fantástico. Entonces, ¿quiénes son Alfaholics y qué es esta creación? Quizás lo más importante a tener en cuenta sobre Alfaholics es que su herencia es profunda. El fundador Richard Banks ha estado pilotando Alfa Romeos en todo tipo de series de carreras desde finales de los años setenta y, casi al mismo tiempo, se dedicó a la restauración y el suministro de piezas, en particular del muy querido y ahora icónico Giulia de la serie 105. En 1999, fundó Alfaholics, y la nueva empresa ofrecía una gama completa de piezas para los modelos Giulia de 1963 a 1978, con mejoras de rendimiento ofrecidas junto con el material estándar. Las carreras también han sido una constante para Alfaholics. Alfaholics se convirtió en un negocio global, centrándose en piezas y actualizaciones, pero incluyendo restauraciones completas. Cuando los hijos de Richard, Max y Andrew, se unieron al negocio en 2004 y 2006, respectivamente, la compra de un nuevo edificio con un gran taller en Bristol, Inglaterra, permitió a Alfaholics construir la máxima expresión de un coupé Giulia: el GTA-R 290 con carrocería de fibra de carbono. Si Pagani y Dallara colaboraran en un Alfa Romeo de carreras de los años 70, podría terminar pareciéndose un poco al GTA-R 290. El precio también podría ser similar: un GTA-R 290 cuesta alrededor de medio millón de euros. Este modelo de cuatro puertas basado en el Giulia Super tiene el mismo motor de 2.1 litros con doble árbol de levas, pistones forjados y bloque de aluminio. Produce 240 CV y está acoplado a una caja de cambios GTA de relación cerrada. El automóvil también cuenta con ejes de titanio propios, diferencial de deslizamiento limitado, suspensión de titanio ajustable Ultraleggera y mucho más. Es una especie de GTA-R para el hombre de familia y, como tal, tiene un precio igualmente elevado. Sin embargo, el coche en sí es ligero. El Super-R frena la báscula en apenas 890 kilos. En la calle de boxes del pintoresco circuito de Anglesey en Gales, con el mar de Irlanda ondeando bajo el horizonte, parece diminuto y absolutamente hermoso. Camina a su alrededor y la calidad rezuma de cada detalle, pero también hay un claro sentido de propósito. Trazar la línea entre el coche de carreras y el arte automotriz es complicado, pero el Super-R lo logra. Tanto es así que, si bien disfruto mucho mirando el Super-R, me parece totalmente apropiado salir de la calle de boxes y entrar al circuito. La postura baja del coche, los enfriadores de aceite apenas ocultos, la forma en que los faros interiores ahora son tomas de aire cubiertas por una malla, el sonido y las sensaciones proporcionadas por el motor altamente modificado, y toda la vibra casi te implora que conduzcas el coche al límite de sus posibilidades. Entonces, eso es lo que voy a hacer. El arte automovilístico tiene su lugar, pero también debe ser cinético. Por este precio, el Super-R debe ofrecer una experiencia de conducción verdaderamente alucinante. Se necesita menos de una vuelta para darse cuenta de que la calidad profundamente arraigada del Super-R se extiende directamente a la estructura dinámica del automóvil. La varilla larga y torcida del selector de marchas parece arcaica, pero la caja de cambios antes mencionada, de cinco velocidades, con sus exóticos componentes internos es fantástica. El acelerador es muy preciso y sientes que puedes avanzar a través de las diferentes relaciones a la velocidad del rayo. Querrás aferrarte a cada marcha, porque el rugido de admisión del motor de 2.1 litros es escandalosamente adictivo, y 240 CV con menos de 900 kilos ofrecen un rendimiento sorprendente. El "270" tiene 270 CV por tonelada, lo que supera a un BMW M2 y no se queda atrás de un 718 Cayman GT4. En un coche tan pequeño y estrecho con un gran volante con borde de madera (este coche conserva el elemento estándar de fábrica), la aceleración es realmente un shock. Sin embargo, está muy claro que el enfoque del Super-R no es tomar un coche viejo y hacer que se sienta como uno moderno. En cambio, Alfaholics ha mejorado y purificado las cualidades fundamentales del Giulia. Mover la curva de rendimiento y al mismo tiempo intensificar la retroalimentación, las sensaciones y la alegría pura del automóvil original es el verdadero truco aquí. Equipar el Super-R con neumáticos Michelin Primacy 185/65 R15 dice mucho sobre el enfoque de Alfaholics. Es un coche enfocado en el comportamiento, no en el agarre. En una pista fría y parcialmente húmeda, el Super-R está absolutamente en su elemento. La clave aquí es la dirección, que al principio resulta pesada y un poco incómoda para las manos acostumbradas a los sistemas eléctricos modernos. Hay muchísima información zumbando a través del aro de gran diámetro. A través de una curva a derechas particularmente rápida marcada por pequeños riachuelos de agua, el peso y la respuesta cambian con el agarre disponible. Es fácil hacer bailar el Super-R incluso hasta la cuarta velocidad. En un superdeportivo moderno con mucho agarre mecánico, esto sería una pesadilla (los neumáticos oscilan violentamente entre el agarre y el deslizamiento), pero el Alfa lo ignora. Pequeños destellos de revoluciones indican que las ruedas patinan, pero el coche es tan ligero que puedes mantener el acelerador sin miedo. Quizás la elasticidad de los límites del Super-R sea su característica verdaderamente definitoria. Adoro la sensación de la dirección, el sólido pedal de freno y la caja de cambios estilo coche de carreras. Podría escuchar ese motor subiendo a más de 7.000 rpm para siempre, pero cuando sustentas toda esa sensibilidad al tacto infundida en el automovilismo con un chasis al que le encanta ir de lado, las cosas empiezan a volverse inspiradoras. Acciona los frenos y, debido a que este automóvil es tan ligero, no hay sensación de que la parte trasera quiera adelantar a la parte delantera. Simplemente cambia el equilibrio lo suficiente como para permitirte acelerar con fuerza, hacer girar las ruedas traseras y luego salir de las curvas con el diferencial bloqueado, la admisión haciendo gárgaras a pleno ruido y este pequeño coche furioso absolutamente en su punto óptimo. En las estrechas carreteras de los alrededores de la pista, el Super-R se siente aún más impresionante. Sus pequeñas dimensiones crean más espacio para respirar del que encontrarías en cualquier coche deportivo moderno, excepto quizás el MX-5. Los neumáticos delgados brindan mucho agarre y respuesta, y la amortiguación y el control de la carrocería son excelentes. Para algunos, el viaje puede ser un poco incómodo (aunque puedes jugar con la configuración, por supuesto), pero para mí, la ventaja adicional de un rodar firme se adapta al motor maravillosamente rugoso y a la agilidad innata del coche. Sólo quiere entretener. En la autopista hay, por supuesto, un poco más de tiempo para apreciar el interior bellamente decorado, la increíble vista que ofrecen los pilares delgados como una telaraña y el tablero simple y evocador con diales Veglia. De hecho, es el atractivo multidimensional de este automóvil lo que realmente está en el centro de todo el fenómeno restomod. En un mundo de turbocompresores omnipresentes, cajas de cambios de doble embrague, agarre mecánico monstruoso y carga aerodinámica cada vez mayor, la fórmula Alfaholics es prácticamente irresistible. ¿No me crees? Bueno, a pesar del alto precio de entrada, la cola para una "construcción completa" de Alfaholics se extiende hasta 2030. Sí, de verdad. Por suerte, el pan de cada día de la empresa sigue siendo el suministro de piezas. Entonces, si tienes un Giulia viejo, puedes comprar un paquete de motor completo, los amortiguadores ajustables, la actualización de frenos de seis pistones y los brazos, manguetas y bujes delanteros de titanio Ultraleggera. Puede que lleve toda una vida, pero marcar estas partes una por una y llevar tu propio automóvil a algo cercano a esta especificación podría considerarse un legado bastante bueno. Estos artículos de alta gama que acaparan los titulares no son baratos (por ejemplo, un paquete completo de suspensión de titanio con especificaciones GTA-R cuesta cerca de 60.000 euros), pero hay muchas más piezas asequibles y probadas en carreras que marcarán una diferencia tangible para quienes el Super-R 270 está siempre fuera de su alcance. Los resultados, bueno, son espectaculares. ¿A qué precio la perfección? Resulta que alrededor de 540.000 euros.
Luego lo llevaré al hilo de los restomod, donde hay más Alfaholics https://www.bmwfaq.org/threads/rest...y-rbw-workshop-5001-tuthill-911-totem.984599/
